JUAN JOSÈ FLORES****
Juan José Flores
Juan José Flores Aramburu; naciò en Puerto Cabello, Venezuela, el año 1800 - muere, en Guayaquil, Ecuador, en 1864.
Militar y estadista ecuatoriano. Hijo único del comerciante español Juan José Aramburu y de la venezolana Rita Flores Bohorques, recibió una instrucción elemental. Siendo aún muy joven participó en la guerra de la Independencia y cayó prisionero a los trece años.
A los quince recibió ya el grado de alférez y participó en varias batallas, como las de Carabobo y Bomboná, las cuales le valieron ascensos por méritos de guerra. Llegó al grado de general de brigada en el propio campo de Tarqui, tras la famosa batalla del mismo nombre.
Flores gozó siempre del aprecio de Simón Bolívar, quien lo consideró «el más genial de sus soldados», después de Antonio José de Sucre. Alcanzada la independencia y forjada por Bolívar la «Gran Colombia» (confederación que agrupaba las actuales: Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá), Juan José Flores ocupó sucesivamente los puestos de jefe militar y civil de Pasto y su región (1824), y más tarde de toda la región sur de la Gran Colombia (1826), cargo que desempeñó desde Quito. Apoyado por los quiteños, separó de la Gran Colombia el territorio que tenía bajo su autoridad, dando así lugar al nacimiento del Ecuador, país que lo honra por ello como «padre de la patria».
La Convención de Riobamba, convocada por Flores en mayo de 1830, le concedió la nacionalidad por estar casado con una ecuatoriana, lo que le permitiría asumir la presidencia de la nueva república, creada por la Constitución allí sancionada.
Durante quince años (incluyendo el próspero gobierno de Vicente Rocafuerte entre 1835 y 1839), Flores dominó el panorama político del Ecuador.
En 1839 fue elegido de nuevo presidente por un período de ocho años. En 1843 logró que la Convención Nacional aprobara una nueva Constitución por la que prácticamente se convertía en presidente vitalicio. Por éste y otros absurdos dicha Constitución fue llamada «Carta de Esclavitud». Todo ello le costó el abandono de muchos de sus adeptos.
Finalmente, fue obligado a renunciar al poder tras el alzamiento antifloreano de Guayaquil en marzo de 1845, conocido en la historia como movimiento marcista, por el mes en que se produjo. Flores aceptó su retiro con la condición de que se le respetaran sus honores y propiedades. Luego viajó a Europa y, enterado de que una nueva Convención había desconocido los acuerdos pactados a su favor en Virginia, comenzó a tramar una invasión armada a Ecuador, para lo cual pidió ayuda a varios gobiernos europeos.
En Madrid propuso a la reina María Cristina de Borbón instaurar la monarquía en Ecuador, e incluso consiguió un préstamo de un millón quinientos mil duros para tal empresa. Descubierto el plan, varios gobiernos americanos lo hicieron fracasar. Vuelto a América, viajó por diversos países, para regresar en 1857 a su tierra natal, Venezuela, donde renunció a su ciudadanía ecuatoriana y entró en el escalafón militar.
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