FRANCISCO NARVÀEZ
FRANCISCO NARVÀEZ
Es uno de los escultores más importantes de la Venezuela del siglo XX. Nace en Porlamar, isla de Margarita, Venezuela, el 04 de octubre de 1905 – fallece en Caracas, Venezuela, el 07 de julio de 1982.
Su interés artístico surge al desempeñarse como asistente de su padre, el ebanista y restaurador de obras religiosas, José Lorenzo Narváez.
En 1920, Desde muy temprana edad, inició sus estudios formales de pintura en la Academia de Bellas Artes de Caracas. En 1928 se mudó a París para estudiar en la Academia de Julian, relacionándose con el movimiento artístico de Montparnasse donde fue poderosamente influenciado por los pintores Raoul Dufy, Chaime Soutine, Amadeo Modigliani y Moisés Kisling.
En 1931 regresó a Venezuela, su producción artística mereció el reconocimiento general llamando la atención del Arquitecto Carlos Raúl Villanueva quien en 1934, le encargó la realización de la Fuente de Parque Carabobo en Caracas.
Entre 1937 y 1939 trabajó en los relieves de las fachadas de los Museos de Bellas Artes y Ciencias Naturales. En 1939 viajó a Nueva York para decorar el Pabellón de Venezuela en la Feria Mundial de esa ciudad.
En 1943 realizó una de sus obras más emblemáticas titulada Las Toninas, ubicada en la Plaza O´Leary de El Silencio en la ciudad de Caracas.
En 1948, obtuvo el Premio Nacional de Pintura en el Salón IX Oficial de Arte Venezolano.
Entre los años 1949 y 1952, ejecutó varias obras para la Ciudad Universitaria de Caracas, incluyendo los frescos para la capilla de la Universidad. En 1952 realizó la escultura ecuestre del general Rafael Urdaneta ubicada en la plaza La Candelaria de Caracas. Un año después fue nombrado director de la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas de Caracas. En 1954, representó a Venezuela en la Bienal de Venecia, Italia.
En 1979 participó junto a Héctor Poleo a Venezuela, en los segundos encuentros internacionales de Arte Contemporáneo, celebrados en el Grand Paláis de París.
Ese mismo año 1979 se inauguró en Porlamar el Museo de Arte Contemporáneo Francisco Narváez, para el cual el artista donó una serie de obras (35 esculturas, 11 pinturas y varias serigrafías). En 1981 ejecutó para la empresa LAGOVEN, S.A. la escultura monumental Gran Volumen para la planta Amuay y, en 1982 terminó una de sus últimas obras, la escultura Armonía de Volúmenes y Espacio, realizada para la Compañía Metro de Caracas.
La obra de Narváez se caracteriza por poseer un fuerte componente étnico expresado en un lenguaje propio con reminiscencias negroides e indígenas, en el que los volúmenes tienen la voluptuosidad del trópico. A pesar de su contacto con el arte europeo, Narváez jamás imitó modelos extranjeros, sino que hizo énfasis en el empleo de materiales propios del país, como las piedras de Cumarebo y Araya y las maderas autóctonas; esto hace de su escultura un hecho artístico profundamente venezolanista, integrador de las culturas que se entremezclan en el país, y con un gran sentido de arraigo.
Luego de su muerte se crea en 1985 la Fundación Francisco Narváez, cuya sede está en el mismo sitio del último taller de la Avenida San Martín, en cual se conserva en perfecto estado y donde hoy funciona el Museo Francisco Narváez Caracas.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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