Jacinto Benavente

Jacinto Benavente Martínez;
    Dramaturgo español cuyos comienzos con la obra El nido ajeno (1894) permitieron vislumbrar una profunda renovación del teatro en castellano, pero la situación de la escena española le aconsejó inclinarse por obras de gran éxito. 
   Nació en  Madrid, el año 1866 - y fallece en la misma ciudad el año 1954. Después de Echegaray  se ha considerado la máxima figura del teatro contemporáneo. Inicia estudios de derecho y más tarde los abandonará para realizar numerosos viajes y, después dedicarse a la tarea de escribir.  En 1918 fue elegido Diputado a Cortes por Madrid.

  Sus obras están marcadas por una agudeza mundana, naturalidad y lenguaje claro, maestría en el diálogo, una intención moralizadora, un dominio del alma humana y dominio de los recursos teatrales.  En Benavente se aprecian dos tendencias: una de objetividad costumbrista (comedia de salón y rural) llena de ironías e ingenio y,  otra, que representa un mundo idealizado, próximo a la corriente modernista.

   Su producción es amplia, cultivó todos los géneros teatrales, pero destacó en la comedia de costumbres y el drama. A partir de 1903 influido por Shakespeare e Ibsen, comienza su dedicación al teatro, si bien realizó trabajos como crítico en sus Cartas de Mujeres (1894). 

Su primer éxito teatral lo obtuvo con El Nido Ajeno (1894).

• Siguieron: 
• Gente Conocida /1896), 
• La comida de las Fieras(1898)
• Lo Cursi (1901) 
• La Noche del Sábado (1903) obra con la que obtuvo su consagración; 
• Rosas de Otoño (1905)  donde predomina el discreteo frívolo y el ingenio punzante. 
• Los Intereses creados (1907)  enfrentamiento entre el idealista y el hombre práctico entre Leandro y su criado Crispín; 
• El  Príncipe que todo lo aprendió  en los libros (1909)
•                                                      La malquerida (1913)                                                                                                         

    En 1912 fue nombrado miembro de la Real Academia Española, institución que años más tarde le otorgó el título de académico de honor. En 1922, obtuvo el Premio Nobel de Literatura y en 1950 le fue impuesta la medalla del Mérito al Trabajo.

   Pero Benavente, cuya obra mantiene evidentes puntos de contacto con el modernismo y con la Generación del 98, no pertenece a ninguno de los dos movimientos. No posee la gravedad de Miguel de Unamuno, Pío Baroja, Azorín o Ramiro de Maeztu; ni tampoco las cualidades necesarias para acercarse al exquisito mundo poético de los discípulos de Rubén Darío. 

   Le sobró ironía; le faltó quietud y aliento poéticos. Fue un eminente continuador de la mejor comedia del siglo XIX, de la cual elimina todo vestigio romántico para enriquecerla con su espíritu culto e inteligente y sus formidables recursos técnicos. fuentes:  Grandes personajes de Venezuela y el mundo, editorial COMARPE.wikipedia.org.

       
             !HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!