EUGENE DELACROIX
EUGENE DELACROIX
«El mérito de una pintura es producir una fiesta para la vista". |
Ferdinand-Victor-Eugène Delacroix fue un pintor y litógrafo francés, nacido en Charenton-Saint-Maurice, Francia, el 26 de abril de 1798- muere en París, el 13 de agosto de 1863.
Hijo del político Charles Delacroix, ministro de exteriores del Directorio, y de Victoire Oeben, que pertenecía a una familia de ebanistas, artesanos y dibujantes. Eugène fue el cuarto y último hijo del matrimonio.
Al morir su padre, en 1805, siendo en ese momento Prefecto de Gironda, Eugène se traslada con su familia a París, a casa de su hermana mayor Henriette de Verninac. Al año siguiente se inscribe en Liceo Imperial donde realiza estudios clásicos. En 1814 muere su madre quedando huérfano pero bajo la protección de su hermana mayor Henriette.
Primeros años
En 1815 siguiendo la recomendación de su tío, el pintor Henri-Francois Riesener, Delacroix entró en el taller del pintor neoclásico Pierre Narcisse Guérin, donde Théodore Géricault y el Barón Gros fueron sus maestros. Visitaba frecuentemente el Louvre, estudiando y copiando a los grandes pintores que admiraba: Rubens, Velázquez, Rembrandt, Paolo Veronese, y se debatió entre la tradición y el clasicismo y el deseo de hallar, tras las apariencias, la realidad. Pero al mismo tiempo estudia a Goya y se interesa por la litografía, publicando algunos grabados en Le Miroir.
El pintor paisajista Bonington le enseñó a pintar la naturaleza. Raymond Soulier le inició en la acuarela. En 1816 se inscribe en la Escuela de Bellas Artes, donde contrae amistades que durarán toda la vida. El primer encargo público que realiza en 1819, La Virgen de la Mieses, de la iglesia de Orcemont, deriva claramente de sus estudios de Rafael. En 1817 conoce a Théodore Géricault y posa como uno de los náufragos de su espléndida obra La balsa del Medusa.
El artista frecuenta los salones literarios donde conoce a Stendhal, Mérimée, Victor Hugo, Alexandre Dumas, Baudelaire. Melómano apasionado, se relaciona con Paganini, Frédéric Chopin, Franz Liszt, Franz Schubert, entre otros; Delacroix prefiere la amistad de músicos, escritores (George Sand) y poetas a la de los pintores de su época.
A sus 30 años logra provocar controversia en el público con el cuadro La muerte de Sardanápalo pintado en 1827 y expuesto en el Salón de París. Es un cuadro en el que hace gala de una de sus más espléndidas combinaciones del color. Con un trazado lleno de vigor, tras un esbozo al temple hizo una serie de estudios parciales al pastel y, después, al natural. El cuadro fue vendido en 1847 a M. Wilson, que lo instala en su castillo de Brie, lo que provocó un grave deterioro del cuadro, y requirió una difícil restauración. Muerto ya Delacroix esta obra recalaría en el Louvre.
Viaje al norte de África
En su llegada a Argel consigue entrar de forma secreta a un harén de la autoridad portuaria. En esta visita logra hacer varios dibujos sobre la vestimenta de las mujeres musulmanas. Estos numerosos croquis y dibujos le servirán a su regreso a Francia para conseguir pintar con mucho detalle el cuadro Mujeres de Argel en sus habitaciones (1834) y una litografía de mismo tema. Después de su viaje a Marruecos, sus anotaciones le servirán de gran inspiración para realizar lienzos como Ceremonia Nupcial judía en Marruecos (1837; Delacroix participó realmente en una boda judía en la ciudad de Tánger), El Mulay Abderrahman, Sultán de Marruecos, saliendo de su palacio de Meknes rodeado de su guardia (1845), Los convulsionarios de Tánger (1837-1838), La caza del león (1855), Odalisca (1857)...
El 5 de julio regresará a Toulon con más de 100 dibujos y croquis de sus viajes; se conservan tres de ellos en el Museo del Louvre y uno en el Museo Condé de Chantilly.
Entre los años 1893 y 1895 se publicaron en París una serie de notas y reflexiones que hablan de su evolución personal y artística. Estos diarios abarcan el periodo comprendido entre 1823 y la muerte de Delacroix.
Encargos oficiales y últimos años
En 1857 fue admitido en la Academia de Bellas Artes. Algunas de sus obras más ilustres se encuentran en el Museo del Louvre. La obra de Delacroix inspirará a un gran número de pintores, por ejemplo Vincent van Gogh.
En su Diario expone sus pensamientos e ideas acerca del arte y los artistas, compara sus propias obras anteriores y posteriores, las analiza y disecciona, y expresa sus opiniones sobre el arte, la política y la vida. Este diario constituye una interesante fuente de información respecto a su vida y su época.
En 1859, el pintor expone por última vez en el Salón ya que a pesar de su empeño no puede trabajar de forma continua. Su estado de salud se deteriora por una laringitis y tendrá que retirarse y guardar reposo fuera de París, en el campo. En 1861 termina los frescos de Saint-Sulpice (obra que había comenzado en 1849) y comienza la decoración del comedor del banquero Hartmann. En 1863 su estado de salud empeora pero sigue pintando, El cobro del impuesto árabe y Tobías y el Ángel, pero muere el 13 de agosto, acompañado solamente por su fiel ayudante Jenny Le Guillou. Dejando sin concluir las cuatro grandes telas destinadas al comedor de Hartmann.
Meses antes escribe en su diario: «El mérito de una pintura es producir una fiesta para la vista. Lo mismo que se dice tener oído para la música, los ojos han de tener capacidad para gozar la belleza de una pintura. Muchos tienen el mirar falso o inerte; ven los objetos, pero no su excelencia». Y así termina su existencia este gran pintor, cuya obra artística puede considerarse verdaderamente revolucionaria.www.wikipedia.org
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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