GOLDA MEIR ***

                                                                           GOLDA MEIR

 Golda Meir política judía que lideró al pueblo de Israel en los profundos valores del sionismo y de la democracia social. Defendió los intereses de Israel en todo el mundo.

   Recordando los años de su infancia, allá por 1900, en el tiempo de los zares de Rusia, cuando los judíos eran cruelmente atacados en sus casas, dijo: “Reconozco que tengo el complejo de los pogromos; mi recuerdo más remoto es ver a mi padre tapando con tablas las entradas de la casa, ante la inminencia de las hordas enardecidas. Si cabe una explicación al rumbo que tomó mi vida, es seguramente mi deseo y determinación de que nunca más, un niño judío tuviera que vivir semejante experiencia”.

    En 1938, como observadora judía de Palestina asistió a la Conferencia convocada por el presidente Franklin Delano Roosevelt, que buscaba ayudar a los refugiados judíos que eran víctimas de las políticas antisemitas del régimen nazi en Alemania y Austria; y que culminó en la noche de los cristales rotos. Golda se enfureció con la hipocresía de los 32 países occidentales invitados, que se llenan las bocas de simpatía por los perseguidos, al tiempo que se excusaban de porqué sus países no podrían ofrecerles refugio.

Comentó a la prensa, “Sólo hay una cosa que espero ver antes de morir, y es que mi pueblo no necesite de manifestaciones de compasión nunca más”.

   En enero de 1948, ante el peligro inminente de un ataque violento de los países árabes, el tesorero de la Agencia Judía estaba convencido de que Israel no sería capaz de recaudar más de 8 millones de dólares de la comunidad judía estadounidense.​ Golda fue a USA y regresó con 50 millones de dólares, que serían utilizados para comprar armas en Europa, para la defensa del naciente Estado.

Ben-Gurion dijo más tarde, que Golda fue la mujer judía que consiguió el dinero que hizo posible la creación del Estado de Israel«.

   Para atender a la oleada de refugiados judíos que llegaban a Israel, ella diseñó lo que se conoce como el «Plan Meyerson«, que consistió en la construcción de más de 30.000 unidades de viviendas de una sola habitación. También, supervisó la construcción de unos 200.000 apartamentos. Golda Meir señaló que “en Israel, estos refugiados son tratados como seres humanos, y el Estado ha hecho todo lo posible para proporcionarles trabajo y una vivienda digna. Por el contrario, en los países árabes, los refugiados árabes son mantenidos en campamentos de refugiados, y se les da poca o ninguna ayuda para integrarse a la sociedad”.

   En uno de sus discursos oficiales, dijo: “Israel entró al desierto y a las escarpadas y rocosas laderas para establecer nuevas aldeas, construir caminos, casas, escuelas y hospitales; mientras que los terroristas árabes, procedentes de Egipto y de Jordania, fueron enviados a matar y destruir.»

   En una entrevista que le hizo el periodista español Jesús Amilibia, en 1977, le dijo que ella no entendía porque la izquierda española se mostraba partidaria de los terroristas de Hamas y no a favor, de la existencia del único estado democrático de Oriente Medio. Y añadió: «Moisés nos arrastró 40 años por el desierto para traernos al único lugar de todo Oriente Medio donde no hay petróleo«.

  Golda Meir nació en Kiev, Ucrania, en aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso. Sus padres Moshe Mabovitch y Blume, eran judíos de condición muy humilde y ya tenían seis hijos cuando nació Golda, el 3 de mayo de 1898. En esa entrevista de 1977, dijo también: «Yo he pasado hambre y todo tipo de miserias ….. vi morir de pobreza y enfermedades a cinco de mis hermanos mayores….. Yo lavaba la ropa sucia de todos los niños de la guardería porque no tenía para pagar la estancia en ella de mi hija«.

   A más de los sufrimientos ocasionados por la pobreza extrema, su familia experimentó en carne propia los pogromos antisemitas, la brutalidad de los cosacos que cargaban contra los jóvenes socialistas, las multitudes fanáticas que se habían vuelto especialmente violentas y atacaban en sus casas a los judíos.

  En 1903, la situación era terrible. El primer recuerdo de Golda fue el de su padre clavando puertas y ventanas, para impedir que los cosacos entraran en casa y los mataran. Finalmente, su padre decidió emigrar a los Estados Unidos, con la esperanza de preparar ahí un refugio para su mujer y las tres hijas que les quedaban (la mayor Sheyna, Golda y Sipke la menor)  Sumidas en la miseria, las cuatro mujeres se marcharon a casa de su familia materna en Pinsk, Bielorrusia.​ El hambre era terrible y, a veces, no había más que unas pocas migajas que alcanzaban sólo para alimentar a la pequeña Zipka.

  Golda Meir pudo reunirse con su padre en USA. Felizmente, en 1906, pudieron ir a reunirse con el padre, a Milwaukee, en la orilla oeste del lago Michigan, al norte de Chicago. Moshe, el padre, había logrado ahorrar dinero suficiente para reunir a toda su familia. Blume, la madre de Golda, abrió una tienda de comestibles en el sector norte de Milwaukee, donde la pequeña Golda de 8 años atendía siempre que era necesario.

  Desde 1906 hasta 1912, Golda asistió a la escuela primaria. A los catorce años tenía que pasar a la escuela secundaria. Pero su madre opinaba que ya tenía suficiente con los estudios básicos y empezó a buscarle esposo. Golda no estuvo de acuerdo con estas expectativas, compró con su dinero un billete de tren y se escapó a Denver, a casa de su hermana mayor, Sheyna, que estaba casada.

   En Denver, estudió y trabajó ayudando a su hermana; Sheyna y su marido llevaban a cabo en su casa tertulias nocturnas, donde Golda escuchaba debates sobre sionismo, literatura, sufragio femenino y sindicalismo. En esas tertulias germinó su vocación, y comenzó su educación política y social. Golda Meir regresó a casa y pudo estudiar.

   En 1913, su padre le envió una carta en la que le pedía volver al hogar, prometiéndole que podría estudiar y que no tendría que temer una imposición de matrimonio. Ellos ya vivían en una casa amplia, más holgados económicamente, más compenetrados con la comunidad judía de la ciudad, y habían adquirido cierta posición social. Golda regresó y continuó estudios en la High School hasta su graduación, en 1915. Asistió en 1916 y parte de 1917 a la Escuela Normal de Milwaukee. Tras su graduación impartió clases en las escuelas públicas de Milwaukee.

                           Comienzos de Golda Meir en el movimiento sionista

En ese periodo se convirtió en miembro activo del movimiento juvenil sionista laborista. En esas reuniones conoció a David Ben Gurión. Ese movimiento sionista le encargó que organizara una manifestación en Milwaukee, como acto de repudio a los pogromos antisemitas en Ucrania y Polonia. Ella fue principal oradora. El 24 de diciembre de 1917, ella y Morris Myerson, un joven pintor que había conocido en Denver, se casaron en Milwaukee, con una ceremonia religiosa, tal como había exigido su madre. Meyerson era un hombre extraordinariamente bueno, culto y amable. De él, Golda aprendió la música y la poesía.

   El joven matrimonio había planeado trasladarse a Israel inmediatamente después de la boda; pero, no les fue posible, debido a que todos los viajes trasatlánticos para pasajeros habían sido cancelados, por el estallido de la Primera Guerra Mundial. Entonces Golda dedicó todas sus energías a las actividades del movimiento sionista “Trabajadores de Sión«, y comenzó una campaña de recaudación de fondos para este movimiento; para ello, viajó por todo Estados Unidos.

                          Golda Meir y parte de su familia se trasladaron a Israel:
   En 1921, la pareja y su hermana Sheyna con su familia, se trasladaron a “Eretz Israel” (Tierra de Israel o Tierra Santa o Tierra Prometida), ya en poder británicoCinco años más tarde, sus padres hicieron lo mismo, en 1926. Inicialmente la pareja Meyerson se instaló en un apartamento alquilado, en Tel Aviv. Al poco tiempo, pidieron incorporarse como miembros del kibutz Merhavia, en el norte del país. La respuesta inicial del kibutz fue negativa; pero no contaban con la tenacidad de Golda Meyerson, quien no cejó en sus intentos hasta que fueron aceptados. Golda disfrutó de cuatro años en el kibutz, trabajando duramente, plantando árboles, recolectando almendras, criando pollos y colaborando en la cocina. El kibbutz es una explotación agraria israelí gestionada de forma colectiva y basada en el trabajo y la propiedad comunes.
"Israel es el otro ejemplo, donde la agricultura se organiza en granjas colectivas (kibutz) que son tierras propiedad del Estado"

El kibutz de los Meyerson, al principio, no tenía más que ciénagas y arena; pero, al poco tiempo se convirtió en un vergel lleno de naranjas y de frutas. Su esposo Morris se hartó pronto de la vida comunal y de las privaciones que se sufrían en el kibutz.  Golda Meir y su marido se fueron del kibutz

Finalmente, Morris ganó por cansancio; y, en 1925, ambos se mudaron a Tel Aviv; y luego a Jerusalén, en donde les dieron trabajo en una empresa constructora de la organización sindical Histadrut. Su estancia en Jerusalén, supuso para Golda el reencuentro con una vieja conocida: la pobreza.

Más tarde recordaba esa época como la más miserable de toda su vida. El año 1928 trajo el gran cambio en la vida de Golda Meyerson. Le ofrecieron el cargo de Directora de la rama femenina de Histadrut (la Federación General de Trabajadores de la Tierra de Israel).
Este puesto involucra tener que realizar muchos viajes y la incompatibilidad de la vida conyugal con su marido.Golda se trasladó con sus dos hijos a Tel Aviv. Su madre, Blume, se fue a vivir con ella; pero su padre, Moshe, se quedó en Jerusalén. Poco a poco, Morris Myerson y Golda se fueron distanciando, pero nunca se divorciaron formalmente;​ él murió en 1951, de un ataque al corazón.
  Entre 1932 y 1934, Golda viajó varias veces a los Estados Unidos a fin de recaudar fondos para la causa sionista. Pronto fue admitida en el Comité Ejecutivo de Histadrut, el poderoso gremio sindical, en donde trabajó junto a figuras como David Ben-Gurión, Moshe Sharet y Berl Katzenelson.  Golda fue elegida delegada del Partido Laborista. Siempre tuvo en mente dos cuestiones principales: a) los derechos del trabajador — más aún, de la trabajadora— y, b) el auxilio a los refugiados.

  En 1938, asistió como “Observadora judía de Palestina” a una conferencia internacional llevada a cabo en Francia, que buscaba ayudar a los refugiados judíos que eran víctimas de las políticas discriminatorias antisemitas del régimen nazi, en Alemania y en Austria.
Golda se enfureció por la hipocresía de los 32 países occidentales invitados y comentó a la prensa, “sólo hay una cosa que espero ver antes de morir, y es que, nunca más, mi pueblo necesite de manifestaciones de compasión”.

                             Actuaciones de Golda Meir después de la Guerra 

   Al concluir la guerra, Golda Meir se declaró en huelga de hambre para protestar contra los centros de detención británicos, destinados a los sobrevivientes del Holocausto. Sintetizó así su pensamiento: “El sionismo no tiene sentido, si no es para rescatar a los judíos”.

Acabada la Segunda Guerra Mundial, se agudizó la tensión entre el movimiento sionista, que exigía la independencia, y las autoridades británicas a las que la situación en Palestina se les iba de las manos. La actuación de los ingleses fue sumamente torpe y corta de miras; llevaron a cabo una vasta operación de allanamientos y arrestos, que incluyó a buena parte de la cúpula judía. Golda  se libró de la cárcel porque se encontraba en Europa. Ante el vacío de poder, se convirtió en Jefa del Departamento de Estado, y mano derecha de David Ben Gurión.continúa...
                                       
                               
         !HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!










































































































































































































































         

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