ANDRE RIEU*****
ANDRE RIEU *****
André Rieu nace en Maastricht, el 1ª de octubre de 1949, es un violinista, director de orquesta y compositor neerlandés.
Inició su carrera musical siendo niño y perteneció a diversas orquestas hasta que en 1987 fundó la propia, con el nombre neerlandés de "Johann Strauss Orkest" y a partir del año siguiente, empezó su fulgurante carrera de éxitos por todo el mundo,empezando por su propia patria, y convirtiéndose en una de las grandes estrellas de la música al nivel de los más prestigiosos artistas de pop o de rock, al tiempo que ganó multitud de adeptos y aficionados a su música.
Con su característico estilo de difundir la música clásica, que anteriormente parecía reservada a las clases de élite o acomodadas, André Rieu decidió ponerla al servicio de un público joven y en aquellos lugares que dichos jóvenes suelen frecuentar, bien sean de ocio o culturales, tales como plazas públicas y estadios deportivos. Y lo consiguió con gran éxito, pues ganó diversos premios como el Top 10 o el Top 100, este último ostentando un número uno.
En sus propias palabras:
"Pero no sólo mi corazón de músico está en Maastricht. También como persona, como esposo, como padre me siento aquí en casa. Estoy casado con una persona a la que ya conocéis: “Marjorie Kochmann, Mestreechs Meitske” (una chica de Maastricht) y mis dos hijos han nacido aquí. Tenemos una vida de lo más normal, a pesar de la agitación que a veces conlleva la vida de artistas. Cuando paseo por la ciudad, me saludan con un “Ha jong, hoofste neet te wèrreke vandaog?” (¡Eh, chico! ¿Es que no trabajas hoy?) ¡Me encanta! Ni me piden autógrafos, ni fotos, ¡así es la gente de Maastricht! Pero hay algo que sí hacen, y me siento a veces muy cohibido. Me lanzan aquel piropo que sólo la gente de Maastricht sabe decir así: 'Sjiek jong, totste eine vaan us bis!' (¡Fantástico, chico, que seas uno de nosotros!). Entonces me saltan las lágrimas y me siento súper orgulloso."
El violín que utiliza en la actualidad es un Stradivarius, construido en 1667.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
Sin lugar a dudas, mi vida privada ha estado tan vinculada a mi trabajo estos últimos veinte años que hablar de ella en realidad significa hacerlo también de mi carrera, sobre todo porque Marjorie ha estado muy implicada desde el principio. ¡Y es que mi vida es la música, siempre me rodea y nunca me cansa!
De niño me fascinaba el mundo de la música. Mi padre era director de orquesta y recuerdo aquel inmenso grupo de músicos que creaba un sonido maravilloso, todos los arcos moviéndose a la vez... ¡lo encontraba realmente fantástico! Pero ya entonces me sorprendía el ambiente tenebroso que reinaba durante los conciertos. Todos tan serios, no se podía reír ni toser, mientras que para mí la música era algo que irradiaba tanta alegría...
Hemos querido huir de todo ese ambiente solemne que rodea la música clásica y que asusta y disuade al público de asistir a los conciertos. Nuestra orquesta la forman músicos jóvenes y entusiastas que salen todas las noches al escenario a dar conciertos conmigo y se entregan en cuerpo y alma. Y el público nota este entusiasmo. En los conciertos lo pasamos genial juntos, mi orquesta, yo mismo, y también el público: todos participamos, canturreamos, aplaudimos, saltamos... Todas las noches son una experiencia formidable y no puedo imaginarme nada más bonito para un músico.
Durante mis estudios de violín en el conservatorio me invitaron a tocar en una orquesta de salón. Allí toqué por primera vez un vals: "Gold und Silber" de Franz Léhàr. ¡Qué descubrimiento! Me sentí de inmediato conmovido por aquel compás que años más tarde se convertiría en el ritmo de mi vida: el compás de tres por cuatro, el vals. Además de valses actualmente toco con mi orquesta muchas otras melodías. Mi sueño es que toda la música clásica sea accesible para todos.
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