SAN FRANCISCO DE ASIS ***

                                               SAN FRANCISCO DE ASIS

San Francisco de Asís -en italiano San Francesco d’ Assisi, nacido Giovanni di Pietro nació en Asís, entre los años 1181/1182  y,  muere en la misma ciudad, el 03 de octubre de 1226. 

   Fundador de una segunda orden conocida como Hermanas Clarisas y una tercera conocida como tercera orden seglar, todas surgidas bajo la autoridad de la Iglesia católica en la Edad Media.Destaca como una de las grandes figuras de la espiritualidad en la historia de la cristianidad.
   De ser hijo de un rico comerciante de la ciudad en su juventud, pasó a vivir bajo la más estricta pobreza y observancia de los Evangelios.   
  
  En Egipto, intentó infructuosamente la conversión de los musulmanes al cristianismo.​ Su vida religiosa fue austera y simple, por lo que animaba a sus seguidores a hacerlo de igual manera, pero Francisco no fue reticente a una reorganización. 

   Es el primer caso conocido en la historia de estigmatizaciones visibles y externas.​ Fue canonizado por la Iglesia católica en 1228, y su festividad se celebra el 04 de octubre.​ En italiano es conocido también como il poverello d'Assisi, es decir, "el pobrecillo de Asís".
    En el siglo XII hubo cambios fundamentales en la sociedad de la época: el comienzo de las Cruzadas y el incremento demográfico, entre otros motivos, influyeron en el incremento del comercio y el desarrollo de las ciudades. ​ La Iglesia, protagonista de ese tiempo, también se vio influida por la nueva riqueza: no eran pocas las críticas a algunos de sus ministros que se preocupaban más por el crecimiento patrimonial y sus relaciones políticas de conveniencia.
​    En cambio, otras organizaciones —como las creadas por san Francisco de Asís y santo Domingo de Guzmán— nacieron bajo sumisión a la autoridad católica y sus miembros fueron conocidos con el nombre genérico de «monjes mendicantes».​ Este movimiento extremó la práctica del voto de pobreza: sus miembros ya no vivían del trabajo de las tierras sino que renunciaban incluso a poseer bienes propios. Así, las órdenes mendicantes terminaron por desempeñar un papel de primer orden en la vida de la Iglesia.
   Francisco de Asís nació bajo el nombre de Giovanni. Fue el mayor de los siete hijos de Pietro Bernardone dei Moriconi y la noble provenzal Joanna Pica de Bourlémont.​ Desde 1198 el pontificado se hallaba en conflicto con el Imperio, y Francisco formó parte del ejército papal bajo las órdenes de Gualterio de Brienne contra los germanos.
   De acuerdo con los relatos, fue en un viaje a Apulia (1205)​ mientras marchaba a pelear, cuando durante la noche escuchó una voz que le recomendaba regresar a Asís. Así lo hizo y volvió ante la sorpresa de quienes lo vieron, siempre jovial pero envuelto ahora en meditaciones solitarias.
   Empezó a mostrar una conducta de desapego a lo terrenal. Un día en que se mostró en un estado de quietud y paz sus amigos le preguntaron si estaba pensando en casarse, a lo que él respondió: Estais en lo correcto, pienso casarme, y la mujer con la que pienso comprometerme es tan noble, tan rica, tan buena, que ninguno de vosotros visteis otra igual. Hasta ese momento, todavía no sabía él mismo exactamente el camino que había de tomar de ahí en adelante; fue después de reflexiones y oraciones que supo que la dama a quien se refería era la Pobreza.
   El punto culminante de su transformación se dio cuando convivió con los leprosos, a quienes tiempo antes le parecía extremadamente amargo mirar.​Se dedicó después a la reconstrucción de la capilla de San Damián. 

Francisco ante las autoridades eclesiales

   Francisco se sometió al llamado de la autoridad eclesial. Ante el requerimiento de devolver el dinero frente a su padre y al obispo de Asís, de nombre Guido, no sólo lo hizo, sino que se despojó de todas sus vestimentas ante los jueces, proclamando a Dios desde ese momento como su verdadero Padre. Ante esto, el obispo lo abrazó y le envolvió con su manto.
   Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión, probablemente el 24 de febrero de 1208,​ cuando escuchó estas palabras del Evangelio: No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos... (Lc., 10).​ Así, cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio. 

  En unos meses sus discípulos eran once. Bajo la pobreza que Francisco predicaba y pedía, los frailes hacían sus labores diarias atendiendo leprosos, empleándose en faenas humildes para los monasterios y casas particulares, y trabajando para granjeros. Pero, las necesidades cotidianas hacían la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentaba con alegría por haber elegido el camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje evangélico, y para ello los estimuló a viajar de dos en dos.

     Hacia abril o mayo de 1209,​ Francisco se decidió a presentarse ante el papa Inocencio III, para que le aprobara la primera regla de la Orden. Con ese fin, él y sus acompañantes emprendieron el viaje a Roma.
    Fue bajo la intervención del obispo Guido de Asís como pudo tener audiencia con el papa. Francisco pudo tener una nueva audiencia para que se considerara la aprobación de su hermandad de pobres.
   El papa por fin aprobó la regla verbalmente, al convencerse de que la ayuda de un hombre como Francisco reforzaría la imagen de la Iglesia con su prédica y su práctica del Evangelio. No se conoce el contenido de esta primera regla.​ Fue por esta época (seis años después de su conversión según Celano)​ cuando fundó, junto a Clara de Asís, la llamada segunda orden.

   Camino de vuelta a Asís, él y sus acompañantes se ubicaron en un lugar llamado Rivotorto, donde consolidaron sus principios de vivir en la pobreza, conviviendo entre los campesinos locales y atendiendo a leprosos; desde entonces se hacían llamar a sí mismos Hermanos Menores o Frailes Menores

Indulgencia en la Porciúncula

     Bajo el pontificado de Honorio III en 1216, se promovió la indulgencia plenaria a favor de todo aquel que visitara la iglesia de Santa María de los Ángeles de Porciúncula. Obtuvo Francisco esa gracia del papa para que la peregrinación se realizara una vez al año, pero bajo fuerte oposición, puesto que pocos lugares podían disfrutar de tan alto privilegio.​
  Desde el año​ organizó capítulos en el que los Frailes Menores se reunían para intercambiar experiencias; para la organización apropiada de los territorios en que los frailes se habían dispersado, organizó también provincias de evangelización.

                                      Los estigmas

    Probablemente el 14 de septiembre de 1224,​ oró para recibir dos gracias antes de morir: sentir la Pasión de Jesús, y una enfermedad larga con una muerte dolorosa. Después de intensas oraciones, entonces en un trance profundo —según relato de San Buenaventura—​ el mismo Nazareno se le presentó, crucificado, rodeado por seis alas angélicas, y le imprimió las señales de la crucifixión en las manos, los pies y el costado; posteriormente, sus hermanos vieron los estigmas de Francisco, que él conservó por el resto de su vida.​ Sin embargo, Francisco —al igual que otros santos estigmatizados— hizo todo lo posible para ocultarlos a la vista de los demás por considerarse indigno, no del dolor que sentía, sino de ser portador de las señales de la Pasión de Cristo.​ Por eso, fue desde entonces con las manos metidas entre las mangas del hábito, y con los pies cubiertos por medias y zapatos.

Muerte   

   De acuerdo con su último deseo, fue encaminado a la Porciúncula, donde se estableció en una cabaña cercana a la capilla. Murió el 03 de octubre de 1226 a la edad de 44.
  Al día siguiente, el cortejo fúnebre se encaminó hacia San Damiano y después a San Giorgio, donde fue sepultado.​ Fue canonizado el 16 de julio de 1228. Sus restos se encuentran en la Basílica de San Francisco en Asís.​

Repercusiones en la actualidad

  • Francisco ha quedado como aquel que, en su espíritu de pobreza y desprendimiento, probablemente más se pareció a Jesús en la historia de la cristiandad.​ El «Pobre de Asís» sigue conmoviendo por su capacidad de reconciliación con todo y con todos, respetado no sólo por creyentes de todas las religiones, sino también por no creyentes.​
  • Es, quizás, el santo más ecuménico, razón por la cual se realizaron encuentros interreligiosos mundiales en Asís, la «ciudad de Francisco».
  • Por su devoción a los animales como criaturas de Dios, ha sido abrazado por la cultura del escultismo particularmente por la relación hacia los lobos. Es el patrono de los veterinarios y de los profesionales relacionados con bosques y forestas (ingenieros de montes, ingenieros forestales, agentes y guardas forestales, y otros cuerpos similares) y, por extensión, de los movimientos ecologistas que empeñan sus esfuerzos en el cuidado de la naturaleza y del ambiente.
  • El mundo cristiano está lleno de iglesias y de altares dedicados a él y por él su nombre, antes bastante raro, se hizo habitual en toda Europa. Pío XII lo proclamó, con Catalina de Siena, patrono de Italia el 18 de junio de 1939.​ Tiene numerosos epónimos de ciudades o localidades (la capital de la República del Ecuador, formalmente llamada San Francisco de Quito o la ciudad de San Francisco en los Estados Unidos, por ejemplo).
  • Aunque algunos sostienen que la creación del pesebre es anterior a Francisco, fue sin dudas él quien popularizó el Nacimiento o escena del nacimiento de Jesús. Al entrar a rezar en la ermita de Greccio en la Navidad de 1223, Francisco sintió el deseo de representar en vivo el nacimiento del Niño Jesús, y ese hecho fue decisivo en la universalización de esa tradición. En 1986, a petición de las asociaciones belenistas de todo el mundo, el papa Juan Pablo II proclamó patrono universal del "Belenismo" a san Francisco de Asís.
  • Francisco no fue el creador de la llamada Oración de la paz de san Francisco («Señor, hazme un instrumento de tu paz...»), poema francés publicado en 1912 y atribuido al fraile italiano desde 1916 hasta fines del siglo XX. Sin embargo, se la considera una síntesis hasta el presente anónima del ideario vivido por el «santo de Asís».​
  • En virtud de la devota peregrinación de san Francisco a Oriente, y de su voluntad de reconciliar a todos los hombres, los franciscanos son custodios de los Santos Lugares. La presencia franciscana en Tierra Santa, que con diversas vicisitudes se ha mantenido siempre, adquirió estabilidad y carácter oficial de parte de la Iglesia en 1342, año en que el papa Clemente VI promulgó dos bulas: Gratias agimus y Nuper carissimae, en las que encomendó a la Orden Franciscana la "custodia de los Santos Lugares". Cuando, en 1992, se cumplieron los 650 años de tales bulas, Juan Pablo II envió al ministro general de la orden un mensaje de felicitación a la vez que de exhortación a perseverar en el encargo recibido de la Iglesia.
  • El papa Francisco eligió este nombre en honor a san Francisco de Asís el 13 de marzo de 2013.​ La segunda encíclica de su pontificado, Laudato si’ (en español, Alabado seas), que tiene por tema central la conservación del ambiente con particular énfasis en la búsqueda de una «ecología integral», reproduce en su título las primeras palabras del Cántico de las criaturas del santo de Asís.​
Laudato si’, mi’ Signore» – «Alabado seas, mi Señor», cantaba san Francisco de Asís. En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos: «Alabado seas, mi Señor, por la hermana nuestra madre tierra, la cual nos sustenta, y gobierna y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.​
Francisco, Laudato si’
  • El templo y monasterio Skanda Vale en el Reino Unido tiene a Francisco de Asís como su santo patrón, y se organiza como una orden franciscana.​

Patronazgo

Varias ciudades del mundo tienen a san Francisco de Asís como su santo patrono.

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