DON MARIO SUÁREZ
MARIO SUÁREZ
El 19 de enero de 1926 nace en Maracaibo, floreciente y pujante capital del
estado Zulia, Mario Enrique Quintero Suárez, el más auténtico de los
intérpretes de música popular actuante en Venezuela desde los años 40 del
último siglo.
Logra transformarse en un personaje que por más de 6 décadas se adentra en el sentimiento popular latinoamericano, primero como el vocalista más virtuoso que expresó los más sublimes sentimientos del amor, como un elegante exponente del bolero, en los comienzos del auge de la era dorada de este singular género; después como el cantante por antonomasia de la tonada en Venezuela, con la orientación del compositor Juan Vicente Torrealba, y tercero, como arquitecto de su destino artístico musical.
Nacido para cantar, según la conseja de su tía Ángela, desde muy pequeño comenzó a hacer sentir su arte, entre sus íntimos. Era fácil para memorizar melodías y letras de canciones que entonaba en el tránsito que diariamente recorría desde el predio donde habitaba con sus progenitores y hermanos, hasta el centro de Maracaibo.
En la búsqueda de su cometido frente a la existencia, aún adolescente arriba a Caracas, la alborozada capital venezolana. Su presencia en la divertida metrópoli le motiva para desarrollar con mayor vigor, la actividad que ha venido cultivando desde sus primeros años y que, ahora, encuentra cauce en el profuso movimiento artístico que se despliega en la ciudad de los techos rojos, que con su sortilegio embriaga y atrapa a muchos que como él, van en demanda de éxito tanto en ésta como en otras artes.
Compartiendo sus actividades como artesano de sastrería, Mario Suárez llega a presentarse en programas radiales de aficionados y en actos festivos donde su presencia se hace habitual hasta que en 1943, el cantante lírico Teodoro (Teo) Capriles lo presenta al profesor Ángel Sauce quien le incluye como solista en el Orfeón “Juan Manuel Olivares”, donde debuta en el prestigioso Teatro Nacional al lado de los consagrados Berta Moncayo y Pepe Pito. Ese mismo año es incorporado como bolerista a la orquesta Billo´s Caracas Boy´s.
En 1946, el pionero de la radiodifusión venezolana, don Ricardo Espina, lo recomienda a Pedro Vargas, el Tenor de las Américas, quien al escuchar a Mario Suárez interpretando a “Nocturnal”, la conmovedora composición de José Mujica y José Sabré Marroquin que, en su voz, se dejó escuchar en todo el ámbito latinoamericano, consagrándose como un sobresaliente integrante del exclusivo club de los boleristas de América, expresó:
“Es motivo de orgullo y satisfacción para mí, presentar esta noche a un joven que algún día llevará el nombre de Venezuela como yo llevo el nombre de México. Su voz no tiene nada que envidiar a cualquiera de nosotros. Su nombre es Mario Suárez, y si ustedes lo aplauden, como lo hacen conmigo, voy a quedar muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido”.
Ese mismo año da inicio a sus estudios formales de música, con el patrocinio de Radio Caracas Radio. Entre sus profesores están Vicente Emilio Sojo, Ángel Sauce y Alfredo Holader. Esta formación profesional la adquiere en la antigua Academia de Música Santa Capilla, auténtica médula desde donde saldrán las figuras emblemáticas de la composición, ejecución y vocalistas de Venezuela con determinante influencia en una buena porción del siglo último en Venezuela como Antonio Estévez, Evencio Castellanos, Víctor Guillermo Ramos, Gonzalo Castellanos, Inocente Carreño, Antonio Lauro, Carlos Enrique Figueredo, Moisés Moleiro, Luís Felipe Ramón y Rivera, José Clemente Laya y Blanca de Méscoli, le permite colocarse al lado del cantante y compositor italiano, Tito Schipa, de grata recordación en los países latinoamericanos donde convivió e interpretó para orgullo de esas naciones música de compositores nacionales.
En 1950, juntamente con los gremialistas Sótero Rodríguez, Carlos Lander y Antonio Ríos funda y preside por un semestre la Federación Unificada de Trabajadores de Venezuela. En 1950, acompaña al tenor José Mojica y, en Colombia, recibe el tratamiento de “Cantante Extranjero del Año”.En 1953, Mario Suárez transitoriamente abandona la música popular, incorporándose al conjunto “Los Torrealberos”, organización musical que, desde finales de la década de los 40s, estaba dedicada a rescatar los valores musicales autóctonos, proyectando la música folklórica venezolana en composiciones musicales inolvidables con temas poéticos inspirados por autores que se consagraron en el tiempo, como los inspiradores de generaciones de creadores, que colocaron a la música venezolana en los más altos niveles de la exigente preferencia de los públicos latinoamericanos.
Entre otros compositores sobresalen: Germán Fleitas Beroes y Ernesto Luís Rodríguez quienes inspirados en las faenas llaneras llevaron al pentagrama la más sencilla de sus expresiones, conformando un arco iris de belleza donde la voz de Mario Suárez logró imprimirle autenticidad interpretativa transformándola en éxitos aún vigentes.
La generosidad de Mario Suárez ha sido proverbial. Bajo su abrigo emergió un sin número de artistas, animadores, creadores y compositores que descollaron con el tiempo como auténticos valores de la música en sus más variados géneros. Esta espontánea generosidad suya se ha manifestado en todas las expresiones de su actividad como artista; ciudadano ejemplar y padre de familia excepcional; comportamiento que le ha generado por parte de sus innumerables admiradores respeto y consideración que se manifiesta en cada oportunidad que el artista tiene de presentarse al público para exteriorizar su arte.
La Fundación Internacional José Guillermo Carrillo, biblioteca del siglo XX, ha compilado canciones diseminadas por la orbe terrestre que, con el correr de los tiempos, ha registrado en su espléndida voz don Mario Suárez, que estamos ciertos podemos compartir con los admiradores de este incomparable artista, quienes tendrán la oportunidad gracias a los adelantos tecnológicos de escuchar y continuar admirando a un valor de este siglo, que traspasó las fronteras de su patria Venezuela, para colocarse entre los favoritos del sentimiento de todos aquellos que admiramos y apreciamos sus innatas facultades como juglar de la canción latinoamericana.
Mario Suárez ha sido el intérprete venezolano de mayor proyección mundial. El ha cantado para el príncipe Ali Akbar Khan, Josefina Baker, Tom Jones, Mario Moreno “Cantinflas”, Andrés Eloy Blanco, Dolores del Rió y Tito Schipa. Por sus accionar como embajador de Venezuela ante el mundo ha recibido 12 discos de coro como reconocimiento a sus millonarias ventas y es poseedor de más de 500 placas de reconocimiento a su labor artística-pedagógica. En su portentosa carrera profesional ha grabado boleros, valses, pasillos, bambucos, tonadas, pasajes, baladas, danzas y contradanzas que, en suma, alcanzan a más de mil registros sonoros compilados en noventa selecciones discográficas que incluye E.E. L.P y CD.
En el transcurso de su extensa actividad profesional como cantante del género popular Mario Suárez ha estado acompañado por las orquestas y directores de mayor cartel en el ámbito musical latinoamericano como Luís Alfonso Larrain y su Orquesta, Billo´s Caracas Boy´s, Aldemaro Romero y Orquesta, Jesús Sanoja y Orquesta, Arnoldo Nali y Orquesta, Aníbal Abreu, Jose Sabre Marroquin, Adolfo Guzmán, Álvaro del Mar, Conjunto “Los Torrealberos” de Juan Vicente Torrealba, Cándido Herrera, Henry Rubio y Amado Lovera, entre los más destacados.
Mario Suárez se elevó no sólo como intérprete de la cantata nacional, sino también como actor de cine en diversas caracterizaciones, locutor de radiodifusión, animador y floreciente empresario y gremialista. Fue presidente de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena AVADE por dos períodos, donde desarrolló una meritoria labor en pro del rescate y definición de los valores artísticos de Venezuela en los inicios de un período de globalización mal entendida, que despojaba a su país de sus valores tradicionales, añadiendo elementos extraños que distorsionan la formación integral de los ciudadanos en formación. Además, es integrante de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, (Sacven) y del Sindicato de Trabajadores de Cine, Radio, Televisión y afines del Distrito Federal y estado Miranda.
Fue el artista insignia de la imagen de la Televisora Nacional en noviembre de 1953. Mario Suárez nacido para cantar, siguió la ruta que le trazó la tía Ángela: “Canta, canta siempre” y eso es lo que ha hecho desde pequeño, cuando en la ciudad de Udón Pérez comenzó a hacer sentir su arte y su invariable calidad humana.
Mario Suárez, por sus ejecutorias es patrimonio artístico y musical de Venezuela y figura de relieve del Siglo XX.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
Logra transformarse en un personaje que por más de 6 décadas se adentra en el sentimiento popular latinoamericano, primero como el vocalista más virtuoso que expresó los más sublimes sentimientos del amor, como un elegante exponente del bolero, en los comienzos del auge de la era dorada de este singular género; después como el cantante por antonomasia de la tonada en Venezuela, con la orientación del compositor Juan Vicente Torrealba, y tercero, como arquitecto de su destino artístico musical.
Nacido para cantar, según la conseja de su tía Ángela, desde muy pequeño comenzó a hacer sentir su arte, entre sus íntimos. Era fácil para memorizar melodías y letras de canciones que entonaba en el tránsito que diariamente recorría desde el predio donde habitaba con sus progenitores y hermanos, hasta el centro de Maracaibo.
En la búsqueda de su cometido frente a la existencia, aún adolescente arriba a Caracas, la alborozada capital venezolana. Su presencia en la divertida metrópoli le motiva para desarrollar con mayor vigor, la actividad que ha venido cultivando desde sus primeros años y que, ahora, encuentra cauce en el profuso movimiento artístico que se despliega en la ciudad de los techos rojos, que con su sortilegio embriaga y atrapa a muchos que como él, van en demanda de éxito tanto en ésta como en otras artes.
Compartiendo sus actividades como artesano de sastrería, Mario Suárez llega a presentarse en programas radiales de aficionados y en actos festivos donde su presencia se hace habitual hasta que en 1943, el cantante lírico Teodoro (Teo) Capriles lo presenta al profesor Ángel Sauce quien le incluye como solista en el Orfeón “Juan Manuel Olivares”, donde debuta en el prestigioso Teatro Nacional al lado de los consagrados Berta Moncayo y Pepe Pito. Ese mismo año es incorporado como bolerista a la orquesta Billo´s Caracas Boy´s.
En 1946, el pionero de la radiodifusión venezolana, don Ricardo Espina, lo recomienda a Pedro Vargas, el Tenor de las Américas, quien al escuchar a Mario Suárez interpretando a “Nocturnal”, la conmovedora composición de José Mujica y José Sabré Marroquin que, en su voz, se dejó escuchar en todo el ámbito latinoamericano, consagrándose como un sobresaliente integrante del exclusivo club de los boleristas de América, expresó:
“Es motivo de orgullo y satisfacción para mí, presentar esta noche a un joven que algún día llevará el nombre de Venezuela como yo llevo el nombre de México. Su voz no tiene nada que envidiar a cualquiera de nosotros. Su nombre es Mario Suárez, y si ustedes lo aplauden, como lo hacen conmigo, voy a quedar muy agradecido, muy agradecido, muy agradecido”.
Ese mismo año da inicio a sus estudios formales de música, con el patrocinio de Radio Caracas Radio. Entre sus profesores están Vicente Emilio Sojo, Ángel Sauce y Alfredo Holader. Esta formación profesional la adquiere en la antigua Academia de Música Santa Capilla, auténtica médula desde donde saldrán las figuras emblemáticas de la composición, ejecución y vocalistas de Venezuela con determinante influencia en una buena porción del siglo último en Venezuela como Antonio Estévez, Evencio Castellanos, Víctor Guillermo Ramos, Gonzalo Castellanos, Inocente Carreño, Antonio Lauro, Carlos Enrique Figueredo, Moisés Moleiro, Luís Felipe Ramón y Rivera, José Clemente Laya y Blanca de Méscoli, le permite colocarse al lado del cantante y compositor italiano, Tito Schipa, de grata recordación en los países latinoamericanos donde convivió e interpretó para orgullo de esas naciones música de compositores nacionales.
En 1950, juntamente con los gremialistas Sótero Rodríguez, Carlos Lander y Antonio Ríos funda y preside por un semestre la Federación Unificada de Trabajadores de Venezuela. En 1950, acompaña al tenor José Mojica y, en Colombia, recibe el tratamiento de “Cantante Extranjero del Año”.En 1953, Mario Suárez transitoriamente abandona la música popular, incorporándose al conjunto “Los Torrealberos”, organización musical que, desde finales de la década de los 40s, estaba dedicada a rescatar los valores musicales autóctonos, proyectando la música folklórica venezolana en composiciones musicales inolvidables con temas poéticos inspirados por autores que se consagraron en el tiempo, como los inspiradores de generaciones de creadores, que colocaron a la música venezolana en los más altos niveles de la exigente preferencia de los públicos latinoamericanos.
Entre otros compositores sobresalen: Germán Fleitas Beroes y Ernesto Luís Rodríguez quienes inspirados en las faenas llaneras llevaron al pentagrama la más sencilla de sus expresiones, conformando un arco iris de belleza donde la voz de Mario Suárez logró imprimirle autenticidad interpretativa transformándola en éxitos aún vigentes.
La generosidad de Mario Suárez ha sido proverbial. Bajo su abrigo emergió un sin número de artistas, animadores, creadores y compositores que descollaron con el tiempo como auténticos valores de la música en sus más variados géneros. Esta espontánea generosidad suya se ha manifestado en todas las expresiones de su actividad como artista; ciudadano ejemplar y padre de familia excepcional; comportamiento que le ha generado por parte de sus innumerables admiradores respeto y consideración que se manifiesta en cada oportunidad que el artista tiene de presentarse al público para exteriorizar su arte.
La Fundación Internacional José Guillermo Carrillo, biblioteca del siglo XX, ha compilado canciones diseminadas por la orbe terrestre que, con el correr de los tiempos, ha registrado en su espléndida voz don Mario Suárez, que estamos ciertos podemos compartir con los admiradores de este incomparable artista, quienes tendrán la oportunidad gracias a los adelantos tecnológicos de escuchar y continuar admirando a un valor de este siglo, que traspasó las fronteras de su patria Venezuela, para colocarse entre los favoritos del sentimiento de todos aquellos que admiramos y apreciamos sus innatas facultades como juglar de la canción latinoamericana.
Mario Suárez ha sido el intérprete venezolano de mayor proyección mundial. El ha cantado para el príncipe Ali Akbar Khan, Josefina Baker, Tom Jones, Mario Moreno “Cantinflas”, Andrés Eloy Blanco, Dolores del Rió y Tito Schipa. Por sus accionar como embajador de Venezuela ante el mundo ha recibido 12 discos de coro como reconocimiento a sus millonarias ventas y es poseedor de más de 500 placas de reconocimiento a su labor artística-pedagógica. En su portentosa carrera profesional ha grabado boleros, valses, pasillos, bambucos, tonadas, pasajes, baladas, danzas y contradanzas que, en suma, alcanzan a más de mil registros sonoros compilados en noventa selecciones discográficas que incluye E.E. L.P y CD.
En el transcurso de su extensa actividad profesional como cantante del género popular Mario Suárez ha estado acompañado por las orquestas y directores de mayor cartel en el ámbito musical latinoamericano como Luís Alfonso Larrain y su Orquesta, Billo´s Caracas Boy´s, Aldemaro Romero y Orquesta, Jesús Sanoja y Orquesta, Arnoldo Nali y Orquesta, Aníbal Abreu, Jose Sabre Marroquin, Adolfo Guzmán, Álvaro del Mar, Conjunto “Los Torrealberos” de Juan Vicente Torrealba, Cándido Herrera, Henry Rubio y Amado Lovera, entre los más destacados.
Mario Suárez se elevó no sólo como intérprete de la cantata nacional, sino también como actor de cine en diversas caracterizaciones, locutor de radiodifusión, animador y floreciente empresario y gremialista. Fue presidente de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena AVADE por dos períodos, donde desarrolló una meritoria labor en pro del rescate y definición de los valores artísticos de Venezuela en los inicios de un período de globalización mal entendida, que despojaba a su país de sus valores tradicionales, añadiendo elementos extraños que distorsionan la formación integral de los ciudadanos en formación. Además, es integrante de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela, (Sacven) y del Sindicato de Trabajadores de Cine, Radio, Televisión y afines del Distrito Federal y estado Miranda.
Fue el artista insignia de la imagen de la Televisora Nacional en noviembre de 1953. Mario Suárez nacido para cantar, siguió la ruta que le trazó la tía Ángela: “Canta, canta siempre” y eso es lo que ha hecho desde pequeño, cuando en la ciudad de Udón Pérez comenzó a hacer sentir su arte y su invariable calidad humana.
Mario Suárez, por sus ejecutorias es patrimonio artístico y musical de Venezuela y figura de relieve del Siglo XX.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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