HERMANOS QUERALES Y... "UN SOLO PUEBLO"

                                                                 "UN SOLO PUEBLO"

 Los hijos de María Querales y Teo Capriles son caraqueños nacidos y criados en Chapellín, una zona popular rodeada de urbanizaciones de privilegiados de La Florida y el Country Club. Son músicos, amantes de la investigación en nuestras tradiciones y fundadores de una agrupación que este mes de mayo acaba de cumplir sus primeros 45 años de existencia.

Todasadentro conversó ampliamente con Jesús Querales para celebrar periodísticamente una historia que es también la de toda Venezuela

 Comenzó el 03 de Mayo de 1976, entronizando la Cruz florida y dedicándole sus diversos cantos y décimas. Hoy, casi medio siglo después, siguen llenos de sueños y proyectos, como el primer día de su conformación.

- Contamos acerca de la manera como unos guaros, provenientes del estado Lara, se agrupan en Caracas y comienzan a tocar música con raíces autóctonas venezolanas, pero también latinoamericana.

- Realmente nosotros, los hermanos Querales, no somos guaros de nacimiento, sino de sangre, ya que nuestro apellido, que llevamos con orgullo, lo heredamos de nuestra madre María Querales, que, aunque nació en la población de Pueblo Nuevo en la península de Paraguaná, era hija de guaros provenientes de los caseríos pertenecientes a la población de Siquisique, en el municipio Urdaneta del Estado Lara.

Los hermanos Querales, nacimos en el callejón Ávila de la Florida, colindante con el barrio Chapellín en Caracas, donde nuestra madre se residenció un poco antes de los años 50 del siglo pasado, después de conocer a nuestro padre, el caraqueño Teodoro Capriles, quien fue uno de los pioneros del deporte en nuestro país, y, uno de sus más importantes promotores, un destacado atleta en las disciplinas de la natación y el ciclismo, con cuyo nombre se identifica al velódromo de las instalaciones deportivas del Instituto Nacional del Deporte, ubicado en La Vega, Caracas.

- De igual manera, con la misma intensidad, y en paralelo, dedicó su vida a la música, formando parte de la primera generación de alumnos del maestro Vicente Emilio Sojo, y como todos ellos, un gran defensor de la música tradicional y folclórica venezolana

 Formó parte como miembro fundador del orfeón Lamas, la primera agrupación coral de Venezuela, y uno de sus más sobresalientes solistas masculinos. Además, fue el intérprete por excelencia del repertorio de canciones románticas y humorísticas venezolanas del siglo XIX, recopiladas y armonizadas por el maestro Vicente Emilio Sojo, de las que se aprendió e interpretó de memoria más de 200 de ellas.

 Don Teo Capriles:Fue el primer Florentino, junto a su compadre Antonio Lauro quien hizo el papel de El Diablo, en la Cantata Criolla, que con letra del poeta barinés Alberto Arvelo Torrealba, compuso el músico calaboceño Antonio Estévez, también de la primera camada de alumnos del maestro Vicente Emilio Sojo. De allí la vena musical

-Con el incentivo y sensibilización de nuestro padre, fuimos criados y formados como amantes de la música venezolana los hermanos Querales, estimulando en nosotros, el gen natural musical larense, heredado también por el lado materno.

 Además de la influencia familiar, crecimos en un barrio popular muy musical, donde adquirimos, desde niños, nuestras primeras experiencias integrando agrupaciones tradicionales organizadas por los mayores, entre ellos: Iselio Bello, Aureliano Velázquez y Tomás González, para cantar de casa en casa los aguinaldos y parrandas típicas que animaban las fiestas decembrinas de la época, entre las que destacó la agrupación “Los Coloramas”, fundada y dirigida en el año 1964 por el músico y compositor Tomás González.  Esta agrupación sobrevive hasta hoy, con el nombre de Los Coloramas de Chapellín.

- Comenzando la década de los 70, mis hermanos Ismael, Florentino y yo, gracias a la influencia de nuestro hermano mayor Isaac Capriles, quien nos acercó a un grupo de sus amigos. Entre ellos, músicos refugiados en Venezuela, provenientes de países latinoamericanos gobernados entonces por cruentas dictaduras militares, comenzamos a conocer el repertorio musical latinoamericano muy de moda en esos tiempos, con el que enriquecimos nuestra primera agrupación musical formal, que más tarde llevaría por nombre: Latinoamérica es Un Solo Pueblo.

 En las reuniones musicales que con frecuencia se hacía con los amigos exiliados, eventualmente llegaban a Venezuela otros músicos, bien sea de visita o como nuevos refugiados,  algunos de ellos muy importantes en sus países de origen.

 Comenzamos a recibir algunas invitaciones para nuestras primeras presentaciones en tarima, cantando para pequeñas reuniones públicas, en las que, por no tener un  nombre formal, nos anunciaban como “Los Hermanos Querales”.

-Inmediatamente, al finalizar nuestra actuación  el poeta Nilo Soruco, movido -a nuestro entender- más por su pensamiento idealista- que como crítico musical, y con una alegría inmensa que no podía esconder, nos sorprende con el siguiente comentario: ustedes son la esencia del grupo musical que he soñado crear toda mi vida, el que uniera musicalmente la patria grande que soñaron Francisco de Miranda y Simón Bolívar, y al que siempre quise llamar: ‘Latinoamérica es Un Solo Pueblo’. Ustedes son mi sueño hecho realidad”.

- De allí el nombre.

- Nosotros, impresionados por sus palabras, y en la necesidad de un nombre que representara el pensamiento de nuestro trabajo musical, nos tomamos el atrevimiento de solicitarle muy respetuosamente su permiso para utilizarlo, y él, con una inmensa sonrisa y un gran abrazo, nos respondió que para él, sería un gusto y un honor, y que ahora, con ese sueño realizado, podía morir un poco más tranquilo.

-¿Por qué dejaron de usar ese nombre? Desde entonces, y hasta el año 1976, utilizamos ese nombre, mientras el repertorio fue Latinoamericano.

-¿Por qué es importante para ustedes la figura de la Cruz florida de Mayo y la tradición asociada con los velorios a la misma?

La importancia que para nosotros tiene la Cruz de Mayo, es la misma que tienen todas las manifestaciones tradicionales y folclóricas venezolanas, desde el punto de vista antropológico y etnomusicológico, especialmente, porque como algunas otras manifestaciones exclusivamente musicales tales como el Joropo, el Valse y el Merengue, y otras  del arte culinario como las Arepas, las Empanadas y las Hallacas, para mencionar solo algunos ejemplos, se utilizan con sus variantes en todas y cada una de las diferentes regiones del país. 

-¿Por qué dejaron de interpretar otros géneros nuestros americanos y se centraron en la música venezolana, con énfasis en la parranda?

- Esto tiene que ver un poco con la pregunta anterior, ya que para Un Solo Pueblo, como institución dedicada al trabajo de investigación y promoción del arte musical ancestral venezolano. Con esta primera experiencia de campo, comprendimos la necesidad de dedicarnos al trabajo por nuestras tradiciones musicales, por lo que no tenía sentido seguir interpretando el repertorio de música latinoamericana, razón por la que después de un tiempo de discusiones, retiramos de nuestro nombre la palabra Latinoamérica, para llamarnos a partir de ese momento Un Solo Pueblo.

-¿Nacieron dedicados a alguna particular forma musical de la inmensa cantidad que hay en Venezuela?

 Podrán observar una gran variedad de Parrandas y Golpes de Tambor, Sangueos y Fulías, originales de las distintas poblaciones, pero también de Joropos de todo tipo: Llaneros, Tuyeros, Orientales, Larenses, y de otras expresiones regionales, como Gaitas de Furro y de Tambora, Calipsos, Guarañas y Mariselas, así como cantos de trabajo y de Canturía religiosa popular, más una riqueza infinita de otras manifestaciones que se haría muy larga su enumeración.

-¿Hoy en día, 45 años después, ustedes siguen haciendo investigaciones acerca de nuestras raíces musicales? ¿En qué se centran para seguir siendo Un solo pueblo?

Nunca hemos dejado de hacer investigaciones, y como nosotros, muchos otros, que en el transcurso de estos 45 años se han incorporado a este trabajo, conscientes de que hay mucho que descubrir todavía.

 Hay muchos trabajos adelantados, y mucho por hacer en relación a infinidad a formas de celebración culturales o religiosas, nada o poco atractivas para los medios de comunicación comerciales, pero que se conservan aún con mucha fuerza en sus localidades de origen, pero desconocidas por los venezolanos, y que necesitan ser registradas, publicadas y presentadas en recitales para el conocimiento del público en general.

Uno de los proyectos más interesantes en los que tenemos muchos años trabajando, y que consideramos como las formas musicales más hermosas del canto venezolano, es uno que llamamos “Canturía Religiosa Popular Venezolana”, que son los cantos tradicionales, que el pueblo venezolano utiliza para celebrar los velorios en devoción a sus Santos, donde se enmarcan, entre otros, La Cruz de Mayo.

  En ese sentido tenemos varios planes de estos temas ya recopilados como: Rosarios cantados, Salves, Tonos, Décimas, Gozos, Romances y Estribillos, y programar con ellos la realización de conciertos públicos, para lo que debemos localizar lo recursos económicos necesarios para su realización.

  El grupo cumplió este mes de mayo 2021, 45 años de su fundación, y por tal razón,  celebraremos este importante aniversario poniendo en práctica algunos proyectos  desde hace algunos años y, que por razones económicas, no hemos podido desarrollar. Iván Padilla Bravo / Caracas

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