JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ- MÉXICO
JOSÉ ALFREDO JIMÉNEZ
Por:Juan Cervantes Jaramillo
El 19 de Enero de 1926, en la ciudad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, México, nació quien habría de convertirse en el mejor Autor e Intérprete de la música ranchera, de México; JOSE ALFREDO JIMÉNEZ SANDOVAL, este grande exponente de la canción vernácula, para después fallecer en la ciudad de México el 23 de Noviembre de 1973.
JOSE ALFREDO JIMÉNEZ, fue uno de los mejores compositores de música ranchera mexicana, ya que en sus canciones le canta a su tierra, a las mujeres, a la vida, al alcohol, sin duda alguna, este gran compositor ha demostrado aun después de muerto tener una gran aceptación en otros países como ESTADOS UNIDOS, EUROPA, JAPON, VENEZUELA, COLOMBIA, PERU, REPUBLICA DOMINICANA, ECUADOR, CENTRO AMERICA Y OTROS PAISES DE ESTE MUNDO. Sus canciones han sido grabadas en inglés, francés, portugués, etc.
José Alfredo Jiménez no ha muerto por que él, continua viviendo en sus canciones, las que compuso para que el pueblo se las cante, sin duda alguna sigue y seguirá entre nosotros, mientras sigamos escuchando su obra musical, el seguirá entre nosotros, y el día que el pueblo le falle ese día él ha de llorar, como lo dijo en una de sus canciones muy conocidas que es el “HIJO DEL PUEBLO”.
La música de José Alfredo Jiménez ha deleitado a millones de personas de diferentes países por varias décadas; ya sea en su propia y característica interpretación, o en los más variados estilos, voces y arreglos de una infinidad de Autor e Intérpretes que van, desde los más sencillos trovadores, hasta los más renombrados cantantes rancheros y baladistas internacionales.
Con canciones sencillas y de situaciones cotidianas expresadas con mucho sentimiento e inspiración, ha sido capaz de llegar indiscriminadamente a lo más íntimo del corazón y la mente de multitudes, desde los más humildes hasta los más intelectuales, quienes se han convertido en más de alguna ocasión, en protagonistas de sus historias o plegarias.
SU VIDA:
El queretano Agustín Jiménez Albo era químico bacteriólogo y poseía la única farmacia de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Su profesión y negocio le permitieron sostener a 4 hijos de primer matrimonio y otros 4 que tuvo con Carmelita Sandoval, a quién dejó viuda en 1936.
Por:Juan Cervantes Jaramillo
El 19 de Enero de 1926, en la ciudad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, México, nació quien habría de convertirse en el mejor Autor e Intérprete de la música ranchera, de México; JOSE ALFREDO JIMÉNEZ SANDOVAL, este grande exponente de la canción vernácula, para después fallecer en la ciudad de México el 23 de Noviembre de 1973.
JOSE ALFREDO JIMÉNEZ, fue uno de los mejores compositores de música ranchera mexicana, ya que en sus canciones le canta a su tierra, a las mujeres, a la vida, al alcohol, sin duda alguna, este gran compositor ha demostrado aun después de muerto tener una gran aceptación en otros países como ESTADOS UNIDOS, EUROPA, JAPON, VENEZUELA, COLOMBIA, PERU, REPUBLICA DOMINICANA, ECUADOR, CENTRO AMERICA Y OTROS PAISES DE ESTE MUNDO. Sus canciones han sido grabadas en inglés, francés, portugués, etc.
José Alfredo Jiménez no ha muerto por que él, continua viviendo en sus canciones, las que compuso para que el pueblo se las cante, sin duda alguna sigue y seguirá entre nosotros, mientras sigamos escuchando su obra musical, el seguirá entre nosotros, y el día que el pueblo le falle ese día él ha de llorar, como lo dijo en una de sus canciones muy conocidas que es el “HIJO DEL PUEBLO”.
La música de José Alfredo Jiménez ha deleitado a millones de personas de diferentes países por varias décadas; ya sea en su propia y característica interpretación, o en los más variados estilos, voces y arreglos de una infinidad de Autor e Intérpretes que van, desde los más sencillos trovadores, hasta los más renombrados cantantes rancheros y baladistas internacionales.
Con canciones sencillas y de situaciones cotidianas expresadas con mucho sentimiento e inspiración, ha sido capaz de llegar indiscriminadamente a lo más íntimo del corazón y la mente de multitudes, desde los más humildes hasta los más intelectuales, quienes se han convertido en más de alguna ocasión, en protagonistas de sus historias o plegarias.
SU VIDA:
El queretano Agustín Jiménez Albo era químico bacteriólogo y poseía la única farmacia de Dolores Hidalgo, Guanajuato. Su profesión y negocio le permitieron sostener a 4 hijos de primer matrimonio y otros 4 que tuvo con Carmelita Sandoval, a quién dejó viuda en 1936.
Esta carecía de aptitud para los negocios y pronto llevó la botica a la quiebra. En busca de mejor suerte, se trasladó con todo y sus hijos a Ciudad de México, donde puso casa y una pequeña tienda en la calle de Ciprés, ubicada en un barrio de clase media pobretona.
Un lustro después, ese negocio también se fue pique y nada impidió la desbandada familiar. Concepción, la hija, se casó y se fue a vivir con su marido. Carmelita y dos de sus vástagos, Víctor e Ignacio, se instalaron en Salamanca, Guanajuato, donde el segundo trabajó en la refinería hasta 1953.
José Alfredo Jiménez, de 10 años al morir su padre, a duras penas terminó la primaria en el colegio Franco-Inglés, pues prefería irse de pinta con su amigo Jorge Gabilondo Patiño, hijo del célebre Cric Cric, con quien se unía a un grupo de maletillas que soñaban con ser toreros.
Desde su niñez, entre juegos infantiles y tareas escolares, José Alfredo mostró su vocación componiendo versos, perfilándose hacia lo que sería su profesión, su gloria y su inmortalidad. En 1938, el futuro compositor, quién tenía 14 años, se sintió atraído por el canto, por lo que comenzó a presentarse en los festivales escolares vestido de charro e incluso escribió las que se pueden considerar sus primeras canciones dedicadas a sus animales preferidos.
Tras el fallecimiento de su padre y motivado por el ímpetu de querer convertir en realidad lo que aspiraba ser, se marchó a Ciudad de México a los 18 años en compañía de su tía Refugio Sandoval. Pero al llegar a la capital, los problemas económicos comenzaron y el compositor tuvo que abandonar sus estudios para trabajar como mesero en el restaurante “La Sierra”, lugar en el cual alternó sus labores con la composición, el canto y el fútbol. Primero en las filas inferiores del equipo capitalino Oviedo, y después en el Marte, donde disputó sin éxito la posición de portero a un tal Antonio Carbajal, más conocido por “La Tota”, quien luego participaría en 5 campeonatos del mundo con la escuadra nacional.
El relativo fracaso futbolístico obligó al joven Jiménez a buscar otro futuro. Ya había trabajado como vendedor de zapatos y se desempeñaba como mesero en una lonchería llamada “La Sirena Era 1947 y en esa época, los cantantes famosos se presentaban en la radiodifusora XEW. José Alfredo iba diariamente hasta esa estación en busca de Jorge Negrete, Pedro Infante, Pedro Vargas, Miguel Aceves Mejía y otras celebridades del momento. Se había propuesto interesarlos en sus canciones, que para entonces, ya sumaban decenas. Sólo en 1950, Andrés Huesca y sus Costeños, aceptaron entonar “Yo”:
Un lustro después, ese negocio también se fue pique y nada impidió la desbandada familiar. Concepción, la hija, se casó y se fue a vivir con su marido. Carmelita y dos de sus vástagos, Víctor e Ignacio, se instalaron en Salamanca, Guanajuato, donde el segundo trabajó en la refinería hasta 1953.
José Alfredo Jiménez, de 10 años al morir su padre, a duras penas terminó la primaria en el colegio Franco-Inglés, pues prefería irse de pinta con su amigo Jorge Gabilondo Patiño, hijo del célebre Cric Cric, con quien se unía a un grupo de maletillas que soñaban con ser toreros.
Desde su niñez, entre juegos infantiles y tareas escolares, José Alfredo mostró su vocación componiendo versos, perfilándose hacia lo que sería su profesión, su gloria y su inmortalidad. En 1938, el futuro compositor, quién tenía 14 años, se sintió atraído por el canto, por lo que comenzó a presentarse en los festivales escolares vestido de charro e incluso escribió las que se pueden considerar sus primeras canciones dedicadas a sus animales preferidos.
Tras el fallecimiento de su padre y motivado por el ímpetu de querer convertir en realidad lo que aspiraba ser, se marchó a Ciudad de México a los 18 años en compañía de su tía Refugio Sandoval. Pero al llegar a la capital, los problemas económicos comenzaron y el compositor tuvo que abandonar sus estudios para trabajar como mesero en el restaurante “La Sierra”, lugar en el cual alternó sus labores con la composición, el canto y el fútbol. Primero en las filas inferiores del equipo capitalino Oviedo, y después en el Marte, donde disputó sin éxito la posición de portero a un tal Antonio Carbajal, más conocido por “La Tota”, quien luego participaría en 5 campeonatos del mundo con la escuadra nacional.
El relativo fracaso futbolístico obligó al joven Jiménez a buscar otro futuro. Ya había trabajado como vendedor de zapatos y se desempeñaba como mesero en una lonchería llamada “La Sirena Era 1947 y en esa época, los cantantes famosos se presentaban en la radiodifusora XEW. José Alfredo iba diariamente hasta esa estación en busca de Jorge Negrete, Pedro Infante, Pedro Vargas, Miguel Aceves Mejía y otras celebridades del momento. Se había propuesto interesarlos en sus canciones, que para entonces, ya sumaban decenas. Sólo en 1950, Andrés Huesca y sus Costeños, aceptaron entonar “Yo”:
“Fuiste en mi vida
un sentimiento
que destrozó toditita mi alma
quise matarme
por tu cariño
pero volví a recobrar la calma”
un sentimiento
que destrozó toditita mi alma
quise matarme
por tu cariño
pero volví a recobrar la calma”
EL DIFÍCIL CAMINO HACIA EL ÉXITO:
Para fortuna de Jiménez, estaba presente Mariano Rivera Conde, director artístico de una famosa firma disquera, quien le pidió mostrarle sus canciones, varias de ellas inspiradas por una joven veracruzana a la que el músico conoció cuando ambos tenían 21 años: Paloma Gálvez.
La musa era cuñada del dueño de un pequeño estudio de grabación en el que “Los Rebeldes” iban a hacer pruebas. La joven se hizo amiga del “muchacho de los tristes ojos azules”, quien le platicaba de su desdichado amor por una pariente lejana, maestra normalista a la que su familia le prohibió tener relaciones con el entonces mesero. Esa mujer era una a la que casi logró conquistar, era “Ella”, la que quiso quedarse cuando vio su tristeza, “pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor”.
El fracaso con “Ella” fue narrado una y otra vez a Paloma en el desaparecido café Kikos de la Avenida Juárez. De manera natural, la desventurada historia empezó a ser suplida por un cortejo que, a la postre, culminaría en boda, en junio de 1952, con Miguel Aceves Mejía como testigo. La pareja tuvo dos hijos que llevan los nombres de la madre y el padre.
La mujer cuenta que soportó con estoicismo los frecuentes enamoramientos del compositor, el cual llegó incluso a casarse con la hija del cómico Manuel Medel, María de Jesús, con quien tuvo 3 hijos, a los que deben sumarse por lo menos 4 que engendró con diversas mujeres. Pese a todo, el matrimonio de Paloma y José Alfredo nunca se disolvió, sobre todo por decisión del mismo cantante: decía a su primera esposa que de esa manera garantizaba el futuro bienestar de sus hijos y nietos.
Paloma fue testigo del cambio radical que el éxito imprimió en aquel joven tímido e introvertido que acabaría por transformarse en un hombre platicador y dicharachero, espléndido anfitrión de frecuentes reuniones ofrecidas a sus amistades de la farándula con quienes estableció compadrazgos. Motivos para festejar le sobraban. Además de “Yo”, y “Ella”, otras canciones de José Alfredo se impusieron en el gusto popular, como “Cuatro caminos”, “La que se fue”, “Guitarras de media noche” y muchas más que fueron grabadas por Pedro Infante, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Miguel Aceves Mejía, Pedro Vargas, y otras luminarias.
El mismo compositor obtuvo rotundos triunfos con sus propias interpretaciones, trabajó en varias películas y grabó más de 20 discos de larga duración. En su libro “Amor perdido”, el escritor Carlos Monsivais señala que José Alfredo fue el arquetipo de una conducta que en el cine exaltó e hizo concebible al galán charro, siempre enamorado y mal correspondido. La verdad fue muy distinta, pues las regalías de sus canciones las reciben 4 mujeres que tuvieron hijos con él. Una más, renunció a sus derechos.
Desde luego, las críticas al contenido de sus composiciones fueron constantes. En especial una de las letras mereció la acusación de que incitaba al alcoholismo:
La musa era cuñada del dueño de un pequeño estudio de grabación en el que “Los Rebeldes” iban a hacer pruebas. La joven se hizo amiga del “muchacho de los tristes ojos azules”, quien le platicaba de su desdichado amor por una pariente lejana, maestra normalista a la que su familia le prohibió tener relaciones con el entonces mesero. Esa mujer era una a la que casi logró conquistar, era “Ella”, la que quiso quedarse cuando vio su tristeza, “pero ya estaba escrito que aquella noche perdiera su amor”.
El fracaso con “Ella” fue narrado una y otra vez a Paloma en el desaparecido café Kikos de la Avenida Juárez. De manera natural, la desventurada historia empezó a ser suplida por un cortejo que, a la postre, culminaría en boda, en junio de 1952, con Miguel Aceves Mejía como testigo. La pareja tuvo dos hijos que llevan los nombres de la madre y el padre.
La mujer cuenta que soportó con estoicismo los frecuentes enamoramientos del compositor, el cual llegó incluso a casarse con la hija del cómico Manuel Medel, María de Jesús, con quien tuvo 3 hijos, a los que deben sumarse por lo menos 4 que engendró con diversas mujeres. Pese a todo, el matrimonio de Paloma y José Alfredo nunca se disolvió, sobre todo por decisión del mismo cantante: decía a su primera esposa que de esa manera garantizaba el futuro bienestar de sus hijos y nietos.
Paloma fue testigo del cambio radical que el éxito imprimió en aquel joven tímido e introvertido que acabaría por transformarse en un hombre platicador y dicharachero, espléndido anfitrión de frecuentes reuniones ofrecidas a sus amistades de la farándula con quienes estableció compadrazgos. Motivos para festejar le sobraban. Además de “Yo”, y “Ella”, otras canciones de José Alfredo se impusieron en el gusto popular, como “Cuatro caminos”, “La que se fue”, “Guitarras de media noche” y muchas más que fueron grabadas por Pedro Infante, Jorge Negrete, Lola Beltrán, Miguel Aceves Mejía, Pedro Vargas, y otras luminarias.
El mismo compositor obtuvo rotundos triunfos con sus propias interpretaciones, trabajó en varias películas y grabó más de 20 discos de larga duración. En su libro “Amor perdido”, el escritor Carlos Monsivais señala que José Alfredo fue el arquetipo de una conducta que en el cine exaltó e hizo concebible al galán charro, siempre enamorado y mal correspondido. La verdad fue muy distinta, pues las regalías de sus canciones las reciben 4 mujeres que tuvieron hijos con él. Una más, renunció a sus derechos.
Desde luego, las críticas al contenido de sus composiciones fueron constantes. En especial una de las letras mereció la acusación de que incitaba al alcoholismo:
“Llegó borracho el borracho
pidiendo cinco tequilas
y le dijo el cantinero/ se acabaron las bebidas
si quieres seguir tomando
vámonos a otra cantina... Se fue borracho el borracho
del brazo del cantinero
y le dijo qué te tomas,
a ver quien se cae primero,
Aquel que doble las corvas, le va a costar su dinero...”
pidiendo cinco tequilas
y le dijo el cantinero/ se acabaron las bebidas
si quieres seguir tomando
vámonos a otra cantina... Se fue borracho el borracho
del brazo del cantinero
y le dijo qué te tomas,
a ver quien se cae primero,
Aquel que doble las corvas, le va a costar su dinero...”
En 1955 reapareció en su vida la maestra normalista de quien estuvo enamorado en su juventud, pero esta vez fue él quien la rechazó, pero aprovechando el conato de romance, compuso “Tu y las nubes” “Yo pa´arriba volteo muy poco, tu pa´abajo no sabes mirar”. Como en todas sus canciones, Rubén Fuentes se encargó de convertir el tarareo en el correspondiente arreglo musical.
CANCIONES “PA´TODO EL AÑO”
La producción musical de José Alfredo Jiménez, que ha pasado a formar parte del repertorio tradicional de los mariachis, es muy extensa, y reúne temas tan inolvidables como “El rey“, “No me amenaces”, “Amanecí en tus brazos”, “Paloma querida”, “Camino de Guanajuato”, “Cuando vivas conmigo”, “Corazón”, “Te solté la rienda”, “Caballo blanco”, “Pa´todo el año”, “Cuando sale la luna”, “¡Qué bonito amor!”, “Un mundo raro”, “La enorme distancia”, y muchas pero muchas más.
Sus composiciones adquirieron una enorme popularidad debido tanto a la belleza de su música como a la poesía de sus letras, que reflejaban un sentimiento sincero y directo, con el que el público podía sentirse fácilmente identificado.
Hacia 1960, cuenta Paloma, empezaron los conflictos familiares, cada vez eran más frecuentes y prolongadas las ausencias del compositor, que se presentaba en su casa muy esporádicamente, por lo general unas cuantas horas. Eso sí: nunca faltó a los cumpleaños de ella o de sus hijos, ni a los aniversarios de boda. En 1968, la bebida le ocasionó una muy seria cirrosis hepática. Por rigurosa prescripción médica, durante dos años llevó una vida ordenada, que le permitió recuperar la salud y, de paso, como consecuencia, tomar un segundo aire: Cantaba mejor y tuvo varios éxitos sonados.
Su último idilio fue con Alicia Juárez, una cantante del género ranchero de sólo 16 años. La conoció durante una gira por Estados Unidos, y el enamoramiento, fulminante, llevó a ese católico de siempre, a contraer nupcias ante el ministro de una secta de protestantes. Se inició así una relación marcada por riñas constantes y los celos de este marido que aventajaba 27 años a su pareja. Su triunfo definitivo lo alcanzó en 1950, año en que Andrés Huesca y sus Costeños grabaron la canción de José Alfredo titulada “Yo”, pieza musical que se convirtió, rápidamente, en el primero de una larga serie de éxitos.
Sus composiciones adquirieron una enorme popularidad debido tanto a la belleza de su música como a la poesía de sus letras, que reflejaban un sentimiento sincero y directo, con el que el público podía sentirse fácilmente identificado.
Hacia 1960, cuenta Paloma, empezaron los conflictos familiares, cada vez eran más frecuentes y prolongadas las ausencias del compositor, que se presentaba en su casa muy esporádicamente, por lo general unas cuantas horas. Eso sí: nunca faltó a los cumpleaños de ella o de sus hijos, ni a los aniversarios de boda. En 1968, la bebida le ocasionó una muy seria cirrosis hepática. Por rigurosa prescripción médica, durante dos años llevó una vida ordenada, que le permitió recuperar la salud y, de paso, como consecuencia, tomar un segundo aire: Cantaba mejor y tuvo varios éxitos sonados.
Su último idilio fue con Alicia Juárez, una cantante del género ranchero de sólo 16 años. La conoció durante una gira por Estados Unidos, y el enamoramiento, fulminante, llevó a ese católico de siempre, a contraer nupcias ante el ministro de una secta de protestantes. Se inició así una relación marcada por riñas constantes y los celos de este marido que aventajaba 27 años a su pareja. Su triunfo definitivo lo alcanzó en 1950, año en que Andrés Huesca y sus Costeños grabaron la canción de José Alfredo titulada “Yo”, pieza musical que se convirtió, rápidamente, en el primero de una larga serie de éxitos.
NO LLEGÓ EL PRIMERO PERO SUPO LLEGAR Tras su contundente éxito con su tema “Yo”, comenzó para José Alfredo una frenética actividad profesional. Actuó en palenques y centros nocturnos de todo el país, y trabajó en el teatro, la televisión y radio, tanto en México como en el extranjero, al tiempo que, a partir de los años cincuenta, muchos de sus temas fueron incluidos en innumerables cintas cinematográficas, como “Tú y las nubes”. En 1950 ganó el trofeo Disco de Oro, creado ese mismo año por el periodista Roberto Ayala.
Su relación con el mundo del cine se intensificó pronto, ya que el propio Jiménez realizó intervenciones musicales y caracterizaciones en muchos filmes. En 1951 participó en la película Martín Corona, a la que siguieron otros importantes títulos, entre ellos, Póker de ases y Ni pobres ni ricos (1952), Los aventureros y la fiera, ambas rodadas en 1954, Camino de Guanajuato (1955), Guitarras de medianoche, La feria de San Marcos y Mis padres se divorcian, las tres realizadas en 1957, El hombre del alazán y Ferias de México, las dos realizadas en 1958.
Además del éxito logrado como Autor e Intérprete de sus canciones, pronto los artistas y cantantes de moda se disputaron el privilegio de incluir en su repertorio las composiciones de José Alfredo. Así, figuras mexicanas de la talla de Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Javier Solís, Luis Miguel, Pedro Fernández, grupos musicales como los Ángeles Negros, bandas como la Machos y muchos más, al igual que cantantes populares de proyección internacional, como la famosa Autor e Intérprete de la canción ranchera, la española María Dolores Pradera, insertaron en sus actuaciones y en su obra discográfica las piezas de José Alfredo, convirtiéndolas en entrañables temas de siempre.
La producción musical de José Alfredo Jiménez, que ha pasado a formar parte del repertorio tradicional de los mariachis, es muy extensa, y reúne temas tan inolvidables como “El rey”, No me amenaces, Amanecí en tus brazos, Paloma querida, Camino de Guanajuato, Cuando vivas conmigo, Corazón, Te solté la rienda, Caballo blanco, Pa todo el año, Cuando sale la luna, ¡Qué bonito amor!, Un mundo raro, La enorme distancia, y muchas pero muchas más.
Por todo ello, José Y aunque trabajó en el cine, José Alfredo nunca dejó de escribir, (Llega la inspiración. Consume el cigarro. El reto es una hoja blanca), en especial de sus problemas personales, entre los que una composición que dedicó a su hermano, quien muriera en Salamanca, titulada “Caminos de Guanajuato”, que a la letra dice:
Además del éxito logrado como Autor e Intérprete de sus canciones, pronto los artistas y cantantes de moda se disputaron el privilegio de incluir en su repertorio las composiciones de José Alfredo. Así, figuras mexicanas de la talla de Jorge Negrete, Pedro Infante, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Javier Solís, Luis Miguel, Pedro Fernández, grupos musicales como los Ángeles Negros, bandas como la Machos y muchos más, al igual que cantantes populares de proyección internacional, como la famosa Autor e Intérprete de la canción ranchera, la española María Dolores Pradera, insertaron en sus actuaciones y en su obra discográfica las piezas de José Alfredo, convirtiéndolas en entrañables temas de siempre.
La producción musical de José Alfredo Jiménez, que ha pasado a formar parte del repertorio tradicional de los mariachis, es muy extensa, y reúne temas tan inolvidables como “El rey”, No me amenaces, Amanecí en tus brazos, Paloma querida, Camino de Guanajuato, Cuando vivas conmigo, Corazón, Te solté la rienda, Caballo blanco, Pa todo el año, Cuando sale la luna, ¡Qué bonito amor!, Un mundo raro, La enorme distancia, y muchas pero muchas más.
Por todo ello, José Y aunque trabajó en el cine, José Alfredo nunca dejó de escribir, (Llega la inspiración. Consume el cigarro. El reto es una hoja blanca), en especial de sus problemas personales, entre los que una composición que dedicó a su hermano, quien muriera en Salamanca, titulada “Caminos de Guanajuato”, que a la letra dice:
“no vale nada la vida
la vida no vale nada/comienza siempre llorando
y así llorando se acaba
por eso es que en este mundo
la vida no vale nada...”
la vida no vale nada/comienza siempre llorando
y así llorando se acaba
por eso es que en este mundo
la vida no vale nada...”
Le cantó también al desamor, pues triunfaron innumerables decepciones, las que plasmó en temas como “Que te vaya bonito”:
“...me cansé de rogarle...
me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero...”
Escribió también “La enorme distancia”:“...me cansé de rogarle...
me cansé de decirle que yo sin ella de pena muero...”
“Estoy tan lejos de ti
y a pesar de la enorme distancia
te siento junto a mí,
corazón con corazón
alma con alma...”
y a pesar de la enorme distancia
te siento junto a mí,
corazón con corazón
alma con alma...”
Después de alcanzar la fama José Alfredo también compuso canciones a mujeres de la talla de Irma Dorantes, “Muy despacito”; Columba Domínguez, “Si nos dejan”; Irma Serrano, “Te quiero, te quiero”; Lola Beltrán, “Qué bonito amor”; Irma Serrano “no me amenaces”; Lucha Villa: “Amanecí en tus brazos”, “Debí enamorarme de tu madre”; Alicia Juárez.
Asimismo escribió canciones dedicadas al alcohol, problema que padeció el compositor Alfredo ha sido objeto de múltiples homenajes póstumos, entre ellos los que sobresalen la devaluación de una estatua en la Plaza Garibaldi y una película, producida por Carlos Amador, “Pero sigo siendo el Rey”, en donde fue personificado por Leonardo Daniel.
En su última presentación por la televisión en el programa “Siempre en Domingo”, José Alfredo estrenó su composición “Gracias” él, la cual se anticipó a su final:
“Cómo pagar
que me quieran a mi
por todas mis canciones...”,
que me quieran a mi
por todas mis canciones...”,
Para morir poco después, el 23 de noviembre de 1973. Sus composiciones adquirieron una enorme popularidad debido tanto a la belleza de su música como a la poesía de sus letras, que reflejaban un sentimiento sincero y directo, con el que el público podía sentirse fácilmente identificado.
A principios de 1973, José Alfredo se notaba ya muy desmejorado, entraba en la última etapa de su vida, a pesar de eso, y de que se le veía triste, nunca dejó de ser el mismo: el inspirado compositor, en Autor e Intérprete entonado, el artista profesional, y el empedernido bebedor.
“Y claro, comenzó a recurrir al hospital, hasta donde sus compañeros del Mariachi Vargas y demás amigos tuvieron la oportunidad de visitarlo en cinco ocasiones. Y era el mismo vacilador, el cuate siempre pendiente de uno y de las familias, preocupado por sus hijos, por aquellos amigos que él sabía muy bien que algo necesitaban”.
“Y claro, comenzó a recurrir al hospital, hasta donde sus compañeros del Mariachi Vargas y demás amigos tuvieron la oportunidad de visitarlo en cinco ocasiones. Y era el mismo vacilador, el cuate siempre pendiente de uno y de las familias, preocupado por sus hijos, por aquellos amigos que él sabía muy bien que algo necesitaban”.
OTRA FACETA
Poca gente sabía que era también un ingenioso compositor de cuentos colorados, de chistes de todos los colores, que a la fecha son utilizados por casi todos los humoristas, o que a través del tiempo han pasado al poder del dominio público.
“Y ¡ah, qué gracia tenía para contarlos y facilidad para inventarlos! Si estaba en alguna reunión y se le prendía el foco, nomás se paraba y comenzaba a caminar de un lado a otro, con la mano en la barbilla. Y de repente gritaba: ¡ya está! A’í les va éste... y se soltaba a contar, no solamente uno sino dos y hasta a veces hasta tres cuentos o chistes que en ese momento había compuesto”.
SI NOS DEJAS... TE VAMOS A LLORAR TODA LA VIDA“Y ¡ah, qué gracia tenía para contarlos y facilidad para inventarlos! Si estaba en alguna reunión y se le prendía el foco, nomás se paraba y comenzaba a caminar de un lado a otro, con la mano en la barbilla. Y de repente gritaba: ¡ya está! A’í les va éste... y se soltaba a contar, no solamente uno sino dos y hasta a veces hasta tres cuentos o chistes que en ese momento había compuesto”.
Fallecido en la capital mexicana el 23 de Noviembre de 1973 a la edad de 47 años, JOSE ALFREDO JIMÉNEZ mantuvo su reinado hasta que él quiso, fue uno de los compositores más prolíficos de la música vernácula mexicana, cuyas canciones “El Rey”, La Media Vuelta”, y “Ella”, entre otras, han enriquecido la música popular internacional.
Ahora después de 25 años de su fallecimiento, el corazón y cariño de multitudes le han tributado su reconocimiento, consagrándolo como el más grande de los compositores de la música ranchera de México.
“Dios lo tenga en su Santa Gloria, que descanse en Paz”
DOCUMENTOS SONOROS DE LA BIBLIOTECA DE VOCES DEL SIGLO XX
SONOROUS DOCUMENTS
OF THE LIBRARY OF VOICES OF 20TH CENTURY
OF THE LIBRARY OF VOICES OF 20TH CENTURY
Si nos dejan
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Paloma querida
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Un mundo raro
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La enorme distancia
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Corazón, corazón
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Que se me acabe la vida
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Tu recuerdo y yo
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Llegando a tí
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Tú y la nubes
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Para morir iguales
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La que se fue
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La retirada
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La media vuelta
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Palabras del cielo
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Que bonito amor
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La mano de Dios
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Que suerte la mía
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Camino de Guanajuato
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Pa'todo el año
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
El siete mares
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
La estrella
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Cuando vivas conmigo
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Yo no se matar
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Vámonos
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Guitarras de media noche
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Me equivoque contigo
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Cuatro caminos
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Ella
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Alma de acero
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Amor del alma
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
El vencido
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Ella volvió
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Que te vaya bonito
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Amanecí en tus brazos
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
El peor de los caminos
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
No me amenaces
Autor e Intérprete
José Alfredo Jiménez
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
“José Guillermo Carrillo”
Caracas. Venezuela
10 de agosto de 2009
Todos los derechos quedan reservados a los productores fonográficos. La Fundación Internacional José Guillermo Carrillo
es una institución sin fines de lucro, dedicada al rescate y preservación de los valores culturales de la humanidad.
es una institución sin fines de lucro, dedicada al rescate y preservación de los valores culturales de la humanidad.
All the rights are reserved by the phonographic producers.
The International José Guillermo Carrillo Foundation is a non-profic organization, which mission is to rescue and preserve the human values of the humanity
The International José Guillermo Carrillo Foundation is a non-profic organization, which mission is to rescue and preserve the human values of the humanity
Museo José Alfredo Jiménez
Dolores Hidalgo, Guanajuato, México
Teléfono 01 (418) 1544070
museojosealfredojimenez@hotmail.com
Dolores Hidalgo, Guanajuato, México
Teléfono 01 (418) 1544070
museojosealfredojimenez@hotmail.com
Comentarios
Publicar un comentario