KARL KRISPÍN RIERA*****
KARL KRISPÍN RIERA
“Sin escribir no concibo la vida, para mí el lenguaje escrito es la arcilla modelatoria con la cual trabajo”
Para el momento de la entrevista tres nuevos títulos ocupaban un apreciable espacio de su biblioteca: 200 breves (Oscar Todman), de creación literaria, y dos volúmenes de compilaciones: Los retos de la Venezuela del siglo XXI, Temas para la agenda del futuro (Oscar Todman Editores) en la cual reúne en su condición de presidente del Capítulo Venezuela del Club de Roma 22 sesudas propuestas que en los diversos ámbitos del desarrollo un grupo de intelectuales propone al país,
-- ora como diagnóstico,
-- ora como programa de país en tiempos de sosiego y entendimiento.
- La ruma de libros confirma una obsesión: Viernes a eso de las nueve (Fuentes 1992, Panapo 1997),
- Camino de humores (Fundarte), Alemania y Venezuela 20 testimonios (Fundación para la Cultura Urbana),
- Golpe de estado en Venezuela 1945-1948,
- Ciento breve (Fundación para la Cultura Urbana 2004),
- Con la urbe al cuello, (Alfaguara 2005 y 2006),
- Lecturas y deslecturas, (Unimet 2009),
- La advertencia del ciudadano Norton (Alfa 2010).
Karl Krispin recuerda que el Club de Roma fue fundado en 1970 y, es uno de los organismos de opinión más inclusivos del mundo pues en su seno caben todas las voces, desde socialistas marxistas hasta los más liberales donde predomina una especie de equilibrio en las posturas personales que hacen causa común con el destino de la humanidad. Sus preocupación es: hacia dónde va la sociedad, la democracia, el ambiente.
Curiosamente se define: como una No organización; no es burocrática y su poder es eminentemente moral, científico e histórico dado el prestigio internacional de sus integrantes.
La otra compilación memoriosa versa sobre: los 75 años del Centro Venezolano Americano, sin duda un hito histórico-cultural de suma trascendencia en las relaciones a veces turbulentas a veces amistosas entre Venezuela y Estados Unidos y que tuvieron como eje central la explotación del petróleo.
-He navegado entre la historia, la novela, el cuento breve y el ensayo porque en algún momento llegué a la conclusión de que a mí lo que realmente me interesaba era mentir y pensé:
...qué mejor mentira que la que uno hace cuando escribe ficción, cuando uno recrea un mundo nuevo, cuando uno forja una serie de situaciones que no existen sino en la mente del escritor. La escritura me ha parecido un sistema más libre, mucho más fluido, por eso me he dedicado más a la literatura y la historia la he dejado para el ensayo.
-El caudillo –razona Krispin- surge cuando hay una suerte de vacío entre una realidad decretada y una realidad real, entre la realidad deseada y una realidad que no es, (surge) ante la falta de una cultura política que sustentara esa realidad. Mientras el estado venezolano no se terminó de construir, mientras las instituciones no se solidificaron, surgió el caudillo como una suerte de intérprete personal de la ley y una figura de intermediación entre el estado y los ciudadanos.
Una vez que se unifica el país, una vez que el país adquiere instituciones -y parte de lo que podemos destacar del aporte de Juan Vicente Gómez fue precisamente hacer sólidas las instituciones, definir y consolidar el estado- a partir de ese momento los caudillos desaparecieron.
...Además el caudillo es el producto de una sociedad netamente rural y quien hable del caudillo en el siglo XX o en el XXI se equivoca porque el nuevo ejercicio político está sustentado sobre la base de liderazgo, sobre la base de partidos políticos y elementos intermediadores institucionales entre el Estado y los ciudadanos.
-No resisto citar a Ramón J. Velásquez quien afirmaba que la dificultad por estudiar los hechos recientes estribaba en que aquí todos tienen su abuelito cuya memoria deben proteger.
-Efectivamente ese es el problema, además de escribir la historia. El problema no está en los hechos sino en cómo contarlos. Como decía el doctor Velásquez, hay que cuidar al antepasado para que no salga mal librado. En la Revolución Libertadora hay un incidente donde yo dejo mal parado a mi bisabuelo Segundo Riera y lo hago a propósito porque la historia no tiene agendas personales ni agendas familiares sino que es la interpretación de los hechos de cara a la contemporaneidad para sacar lecciones de esa suerte de inventarios de actos del pasado.
-¿Cómo convertir en mentiras esa historia? Pensemos en el pavor de los historiadores, en la historia escueta ayuna de ficción.-El escritor de ficción debe ser un escritor de ficción y el historiador debe ser un historiador.
El historiador debe contar con las herramientas modernas investigativas que ofrece el método y debe actuar en consecuencia. Hacer de la historia un ejercicio de ficción jamás me ha parecido. Me atrae la novela histórica para leerla, no para dedicarme a ella; para mi el escritor debe ser un intérprete del tiempo presente que vive.
-Los controvertidos años 40. Medinismo, Revolución de Octubre, Betancourt, la locura de Escalante y la mala leche de Biaggini, la tragedia de Delgado Chalbaud, Pérez Jiménez, Gallegos…¿Caben especulaciones sobre tan precipitados escenarios?
-Pongámonos marxistas en una cómoda frase: La historia ocurre primero como tragedia y se repite como comedia.-Sigamos en Alemania, o salgamos de ella con los paisanos que llegaron para quedarse.
-Una de las cosas más interesantes que descubrí haciendo ese libro sobre los alemanes en Venezuela es precisamente, y esa es una características no solo de los alemanes sino en general de los migrantes, esa necesidad tal de hacer, de emprender, de conquistar un papel personal como destino final: que nadie podía quedarse pensando qué iba a ser de sus vidas sino que todas esas personas que llegaron estaban muy conscientes de que tenían que hacer algo para afirmar ese destino y para evitar esa especie de desarraigo que sucede cuando emigras hacia otro sitio. fuente: entrevista
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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