SANTA TERESA DE JESÚS O DE ÁVILA
SANTA TERESA DE JESÚS O DE ÁVILA
Junto con San Juan de la Cruz, se la considera la cumbre de la mística experimental cristiana y una de las grandes maestras de la vida espiritual de la Iglesia.
Se llamaba Teresa Sánchez de Cepeda Dávila y Ahumada, aunque generalmente usó el nombre de Teresa de Ahumada hasta que comenzó la reforma, cambiando entonces su nombre por Teresa de Jesús. Fue llamada así por su abuela, Teresa de las Cuevas, aunque en aquel entonces no había ninguna santa con ese nombre.
El padre de Teresa era Alonso Sánchez de Cepeda, hijodalgo a fuero de España, que se encontraba en las Suertes de los Fielazgos en la Cuadrilla de Blasco Jimeno o de San Juan, de la ciudad de Ávila. Hijo de Juan Sánchez de Toledo, de origen judío converso.
Desde 1440, Juan Sánchez fue un rico comerciante de paños y sederías. En 1469 se casó con Inés de Cepeda, nacida en Tordesillas. Posteriormente pudo obtener el reconocimiento de hidalguía con ejecutoria presentando pleito ante la Real Chancillería de Ciudad Real (que en el 1500 trasladó a la de Granada) obteniendo el reconocimiento de la misma en 1500. Tuvo de hijos a Pedro, Alonso, Ruy y Francisco. El 16 de noviembre de 1523 la Chancillería de Valladolid les otorgó un documento dando fe de la hidalguía.
Alonso Sánchez de Cepeda se casó dos veces. En 1505 se casó con Catalina del Peso y Henao.Tras quedarse viudo, se casó con Beatriz de Ahumada el 14 de mayo de 1509, y tuvo otros diez hijos: Teresa, nació en 1515; Beatriz murió en 1528, probablemente tras el nacimiento de su última hija. Alonso pudo darle una dote de 200 000 maravedís a su hija María en 1531 para su matrimonio con Martín de Guzmán y Barrientos, Alonso falleció el 24 de diciembre de 1543.
Infancia
Teresa nació hacia las 5 de la mañana del miércoles 28 de marzo de 1515. Suele considerarse que nació en la ciudad de Ávila, pero es posible que naciese en la casa de campo del municipio de Gotarrendura, en la provincia de Ávila. En cualquier caso, fue bautizada en la Iglesia de San Juan de la ciudad de Ávila. Sus padrinos fueron María del Águila, hija de Francisco Pajares, un amigo de la familia, y un tal "Vela Núñez", que tal vez fuese familia de Blasco Núñez Vela, primer virrey de Perú.
También le gustaban las vidas de santos. Le impresionaba mucho el heroísmo de los que preferían morir antes que renegar de su fe. También meditaba mucho sobre que el infierno y del paraíso fuesen para toda la eternidad. Con su hermano Rodrigo, dos años mayor que ella, repetía las palabras "Para siempre, siempre, siempre".
Teresa de Ávila no asistió a ninguna escuela y no sabía latín, por lo que eso le excluía de poder realizar cualquier educación secundaria. Entonces la enseñanza estaba reservada a los varones.
Entre mayo y septiembre de 1531, la emperatriz Isabel, esposa de Carlos I, y su hijo Felipe estuvieron en Ávila. Iban acompañados del duque de Gandía, Francisco de Borja, que luego fue uno de los principales santos jesuitas. Tuvieron lugar festejos durante todo el verano.
Sepultura y reliquias
El cuerpo, que no se embalsamó, fue envuelto en una tela bordada con oro, regalo de los duques de Alba, y puesto en una ataúd de madera. El ataúd estuvo expuesto en la capilla del Convento de la Anunciación hasta la misa funeral, que se celebró, según el nuevo calendario, el 15 de octubre. La patrona del convento, Teresa Layz, la priora, Antonio de Jesús y los duques de Alba decidieron que el cuerpo de la santa, de gran valor, se quedase allí y apresuraron el entierro.
Para disponer de reliquias, Jerónimo de la Madre de Dios cortó la mano izquierda y el dedo meñique. Envolvió la mano en un pañuelo y luego en papel, la metió en un cofre y se la dio a las carmelitas descalzas de Ávila. Jerónimo se quedó con el dedo meñique. Dijo que, desde que lo tuvo, no padeció ninguna enfermedad destacable.
Álvaro de Mendoza quiso financiar una capilla en el Convento de San José de Ávila y poner ahí dos tumbas, una para santa Teresa y otra para él. El capítulo de la orden en Pastrana, el 18 de octubre de 1585, decidió trasladar el cuerpo de la santa al Convento de San José, que fue el primero de las carmelitas descalzas.
El canónigo Juan Carrillo, tesorero de la Catedral de Ávila, y Julián de Ávila se trasladaron a Alba, donde fueron recibidos por fray Gregorio Nacianceno. Poco después llegó Jerónimo Gracián de la Madre de Dios. El 24 de noviembre fray Gregorio le comunicó a las monjas la decisión del capítulo de Pastrana. Sin embargo, les dice que podrán conservar como reliquia el brazo izquierdo, al cual fray Jerónimo ya le había quitado la mano. Fray Gregorio se encargó de cortar el brazo izquierdo de la santa y las monjas de Alba se quedaron con aquella reliquia.
Envolvieron el cuerpo de la santa en un sayal, lo metieron sobre una mula entre dos pacas de paja y lo llevaron a Ávila. En el Convento de San José, las monjas pusieron el cuerpo en la sala capitular, con unas cortinas que permitían mostrarlo y ocultarlo. Luego mandaron hacer un arca para el cuerpo. Esta estaba envuelta por dentro de tafetán violeta y por fuera de terciopelo negro con adornos de oro y seda. Había un escudo de oro y otro de plata, uno con los símbolos de la orden y otro con el nombre de Jesús. También tenía una tela en la que estaba bordado: Madre Teresa de Jesús.
Cuando los carmelitas descalzos se llevaron el cuerpo del Convento de la Anunciación, no estaban en Alba de Tormes ni el entonces duque, Antonio de Toledo, ni su tío, Hernando de Toledo, prior de la Orden de San Juan. Hernando de Toledo se lo tomó muy mal porque admiraba mucho a la santa y sabía que su cuerpo tenía un gran valor. Se dirigió a la Santa Sede y Sixto V le dio la razón. El cuerpo fue trasladado de nuevo a Alba en agosto:
El 23 de agosto (de 1586), como a las ocho de la mañana, ya estaba el santo cuerpo en las monjas de Alba (P. Silverio).
Fue instalado en el coro inferior del convento en presencia del duque, su madre y una multitud. En 1588 unos médicos le extrajeron el corazón. Este se encuentra en un relicario de 1671 en el convento de Alba de Tormes. El sepulcro de Teresa de Jesús está custodiado por nueve llaves, de las que tres están en posesión de la Casa de Alba.
Se elevó su sepulcro en 1598; se colocó su cuerpo en la capilla Nueva en 1616, y en 1670, todavía incorrupto, en una caja de plata.
Fray Jerónimo de la Madre de Dios llevó la mano de santa Teresa a Ávila en 1582 y en 1585 se la regaló a los carmelitas del Convento de San Alberto de Lisboa. Luego fue llevada al convento carmelita de Olivais. Los militares se la regalaron a Francisco Franco y le dijeron a las monjas de Ronda que le guiaría en su labor de regeneración de España. Franco tendrá la mano en su dormitorio y la llevará en todos los viajes. Tras la muerte de Franco, en 1975, Carmen Polo se la entregó al arzobispo de Toledo el 9 de diciembre de 1975. Este se la entregó al carmelo de Ronda el 21 de enero de 1976.
El nombre de santa Teresa de Jesús figura en el Catálogo de Autoridades de la Lengua publicado por la Real Academia Española en 2002.
La obra de santa Teresa de Ávila ha sido traducida, total o parcialmente, a prácticamente todos los idiomas El primero que tradujo la obra de santa Teresa al francés fue el sacerdote Jean de Quintana Domine, a comienzos del siglo XVII. Para el académico Joseph Pérez, las traducciones al francés más hermosas de la obra de santa Teresa fueron realizadas por fray Cyprien de la Nativité de la Vierge, que se había hecho carmelita descalzo en 1633. Estas se publicaron en 1644. El consejero de Estado Robert Arnauld d'Andilly también tradujo sus obras, que fueron publicadas en 1659 y 1670.
Hay una marca de ron venezolana llamada Santa Teresa. En 1796 conde Martín Tovar Ponte adquirió una hacienda que llamó Santa Teresa. Gustav Julius Vollmer Ribas compró la hacienda y comenzó a producir el primer ron de Venezuela en 1896.
- Muere en alguna hora de la noche del 4 al 15 de octubre de 1582, la noche de transición en España del calendario juliano al gregoriano. www.wikipedia.org
Comentarios
Publicar un comentario