RAÚL ALFONSÍN

  RAÚL ALFONSÍN

                               
      Raúl Ricardo Alfonsín fue un abogado, político, estadista argentino  promotor de los derechos humanos.    

     Fue concejal, diputado provincial, diputado nacional, senador nacional y presidente de la Nación Argentina.​ Se destacó como dirigente de la Unión Cívica Radical y de la Unión Cívica Radical del Pueblo. También se desempeñó como vicepresidente de la Internacional Socialista.​ Muchos sectores lo reconocen como: el Padre de la Democracia moderna en Argentina.​ 

  •     Nació en Chascomús, Buenos Aires el 12 de marzo del  año 1927- Fallece en Buenos Aires, el 31 de marzo del año 2009.   En 1983, tras las elecciones presidenciales, asumió el cargo de presidente de la Nación, con el cual finalizó la dictadura cívico-militar autodenominada Proceso de Reorganización Nacional. Fue también el fin de los golpes de Estado en Argentina, ya que no hubo nuevas interrupciones al orden constitucional desde entonces hasta la actualidad. 
  • La gestión de Alfonsín es conocida principalmente por: 
  • La realización del Juicio a las Juntas, así como también, por 
  • El Tratado de paz y amistad entre Argentina y Chile
  • Los acuerdos con Brasil que llevaron a la formación del Mercosur. 
  • En 1985 recibió el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional «en consideración a las dificultades de la transición política, al hacerse cargo del gobierno de la República Argentina tras una guerra de dramáticas consecuencias».​ Alfonsín inició su gobierno con la consigna «con la democracia se come, se cura y se educa».​ 
  • Su política económica estuvo marcada por una deuda externa muy alta heredada de la dictadura militar que entró en default en 1988, 
  • un altísimo déficit fiscal y 
  • una alta inflación. Luego de haber suspendido pagos en 1984 y descendido la inflación entre 1984 y fines de 1987 y de haber bajado la LP (Línea de Pobreza) en hogares del 26% en 1983 al 11% en 1987.Se inició en el 2º semestre de ese año una alta inflación que pasó a hiperinflación el 6 de febrero de 1989 estancado la economía que redujo de un PBI de 103.000 millones de dólares en 1983, a 76.000 millones de dólares en 1989.​ 
  • El gobierno habilitó la negociación colectiva de los salarios (CCT 24/88 gastronomía, acuerdos en UOM, Periodistas, gráficos, bancarios y comercio entre otros), realizó aumentos salariales por decreto (solo en 1985) y
  • Rehabilitó y devolvió los bienes a la Confederación General del Trabajo (CGT) que habían sido confiscados por la dictadura militar, aún así la central obrera junto con la UIA, la IGLESIA y la SRA (Sociedad Rural) lo enfrentaron todos su mandato, soportando 3 levantamientos militares.​ Entregó el mando al justicialista Carlos Menem en 1989 en forma anticipada,​ en medio de un proceso hiperinflacionario y un golpe de mercado organizado por algunas empresas monopólicas.

      Tras dejar la presidencia realizó el Pacto de Olivos con Menem, que permitió la realización de la reforma constitucional argentina de 1994. Unos años después participó en la formación de la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, que llevó al gobierno a Fernando de la Rúa. Ejerció brevemente como senador por la provincia de Buenos Aires entre 2001 y 2002, cuando renunció a su banca, no volviendo a ocupar cargos electos. 

    Alfonsín abandonó la presidencia con su popularidad en descenso debido a los malos resultados económicos finales de su gestión y la campaña negativa que tuvo que soportar por parte de los grandes medios de difusión privados argentinos y hasta de miembros de su propio partido. Sin embargo, su imagen personal se vio en gran medida rehabilitada con los años, y muchos sondeos y estudios posteriores encontraron que la opinión pública argentina en general califica su figura de manera positiva entre los distintos presidentes de la historia argentina. Una encuesta de 2018, que evaluaba el desempeño de las presidencias posteriores a la restauración de la democracia, ubicó a Alfonsín en primer lugar.

     Fue el mayor de los seis hijos de Raúl Serafín Alfonsín (1899-1964) y Ana María Foulkes (1906-2003). Realizó sus estudios primarios en la Escuela Normal Regional de Chascomús y los estudios secundarios en el Liceo Militar General San Martín, de donde egresó con el grado de subteniente de reserva.   Estudió Ciencias Jurídicas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires recibiéndose de abogado en 1950.

  El 04 de febrero de 1949 se casó con María Lorenza Barreneche (1926-2016) con quien tuvo 6 hijos: Raúl Felipe Alfonsín, Ana María Alfonsín, Ricardo Luis Alfonsín, Marcela Alfonsín, María Inés Alfonsín y Javier Ignacio Alfonsín, nacidos en 1949, 1950, 1951, 1953, 1954 y 1956 respectivamente. De todos ellos, Ricardo Alfonsín es el único que se dedica a la actividad política, habiendo sido candidato a presidente. Desde el año 1957 vivió con su familia en la casa ubicada en calle Lavalle 227 frente al Banco Nación. Donde también ejerció su profesión de abogado y periodista.

Inicios


       1950 comenzó su actuación política en el Movimiento de Intransigencia y Renovación de la Unión Cívica Radical, en Chascomús, donde participó de la fundación del diario El Imparcial.

  • 1954, a la edad de 27 años, fue elegido concejal en Chascomús, una ciudad donde la UCR vencía al peronismo, y en 1955 fue encarcelado por la Revolución Libertadora. 
  • 1958 fue elegido diputado provincial en la Provincia de Buenos Aires y 
  • Diputado nacional durante el gobierno radical de Arturo Illia entre 1963 y 1966, en el cual fue vicepresidente del Bloque de Diputados Nacionales de la Unión Cívica Radical del Pueblo (UCRP). 
  • 1965 Finalmente,  fue elegido presidente del Comité Provincia de Buenos Aires de la UCRP.
  • 1966 durante la dictadura militar del general Juan Carlos Onganía fue detenido por un breve tiempo, por haber reabierto el Comité de la Provincia ​; fue abogado de presos políticos y ayudó a muchos de ellos durante la jornada del Cordobazo.
           Movimiento de Renovación y Cambio

     A partir de la instalación de la Revolución argentina, una dictadura militar de tipo permanente, Alfonsín estrechó sus contactos con los sectores de centro-izquierda, como el socialismo dirigido por su amigo Guillermo Estévez Boero, y comenzó a desarrollar, desde la Provincia de Buenos Aires, un pensamiento socialdemócrata dentro del radicalismo que tendría un considerable impacto en la juventud. En aquel primer núcleo alfonsinista se encontraban Bernardo Grinspun, Roque Carranza, Germán López, Raúl Borrás, entre otros.

   Con la política prohibida y una situación internacional conflictiva, la juventud progresista argentina se vio frente a la opción concreta de sumarse a la lucha armada. Alfonsín rechazó expresamente la lucha armada como camino de progreso social, que adoptaron por entonces algunos grupos católicos, nacionalistas, peronistas y de izquierda, para ofrecer a un amplio sector de la juventud un canal pacífico de militancia de centro-izquierda. El alfonsinismo apoyó la consigna “Elecciones libres y sin proscripciones”, como alternativa a “Ni golpe ni elección: revolución”. 

   Los jóvenes radicales de la Junta Coordinadora Nacional (fundada en 1968) y Franja Morada, que habían mantenido una militancia activa contra la dictadura militar, comienzan a acercarse a Raúl Alfonsín.​De este modo el alfonsinismo comenzó a definirse como línea interna progresista frente al balbinismo-unionismo que expresaban una actitud conservadora dentro de la Unión Cívica Radical.

   En septiembre de 1972, en Rosario, se creó el Movimiento Renovador Nacional, reclamando un programa de carácter nacional, popular, democrático y liberador, y proclamando a Raúl Alfonsín como precandidato presidencial en las internas de la UCR. 
En 1973, la Unión Cívica Radical perdió las elecciones ante Juan Domingo Perón. Poco después, en mayo, Alfonsín amplió la extensión del sector que conducía para crear el Movimiento de Renovación y Cambio, con una posición sumamente crítica a la estrategia de unidad nacional del balbinismo, en contra de todo acuerdo con el peronismo, y un programa de izquierda socialdemócrata que proponía la reforma agraria, una nueva reforma universitaria, la democratización del sindicalismo y el establecimiento de una democracia social.
                     Formación de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos
                  
   Alfonsín, fue una de las personalidades que fundaron la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Esta asociación fue la primera creada en Argentina para hacer frente a las violaciones sistemáticas de los derechos humanos que en aquella época comenzaron con la actividad de la Alianza Anticomunista Argentina (AAA o «Triple A»). 

   La APDH desempeñó un importante papel de defensa de los derechos humanos, apoyó el trabajo de la CONADEP y luchó contra la impunidad de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante el Proceso de Reorganización Nacional. Parte de la responsabilidad del juzgamiento de dichos crímenes fue del propio Alfonsín, cuando fue presidente, durante la realización del Juicio a las Juntas.

  Durante la dictadura militar, Alfonsín puso gratuitamente su servicio de abogado para defender opositores y presentar hábeas corpus por los detenidos-desaparecidos, actividad que por sí misma solía significar la muerte.


  Desde fines de 1982, una vez abierto el proceso de transición a la democracia bajo la presidencia del general Reynaldo Bignone, Alfonsín se convirtió primero en presidente de la Unión Cívica Radical al imponerse el Movimiento de Renovación y Cambio en las elecciones internas partidarias. Poco después fue nominado candidato a presidente de la Nación, cuando el otro precandidato radical, Fernando de la Rúa, declinó su candidatura ante el amplio apoyo que estaba recibiendo Alfonsín en todo el país. 

La campaña

   La campaña electoral de Alfonsín se caracterizó por renovar los canales de la comunicación política en la Argentina. Ocho meses antes de la elección, Alfonsín designó jefe de campaña a Raúl Borrás, radical de Pergamino y familiar del ex presidente Arturo Illia. Además contrató al publicista David Ratto. Por entonces los partidos políticos argentinos solían restar importancia a la publicidad como método para lograr adhesión electoral y solía ser realizada por los propios dirigentes políticos. El equipo publicitario decidió personalizar la campaña, centrándola en la imagen del candidato y destacando sus cualidades naturales. Varios lemas tuvieron impacto masivo, como la frase «Ahora Alfonsín», o la imagen de un escudo con los colores de la bandera argentina y las iniciales «RA», correspondientes tanto a Raúl Alfonsín como a República Argentina. También fue importante el «saludo de Alfonsín», con la forma de un «abrazo a la distancia», que surgió del gesto que el propio Alfonsín tuvo en un acto en el Luna Park el 07 de diciembre de 1982.​

Un momento clave de la campaña electoral fue la denuncia de un pacto entre la cúpula de las fuerzas armadas y la dirigencia sindical para no juzgar los crímenes cometidos por estos, lo que tuvo repercusión en el mundo.

     La campaña de Alfonsín buscó sobre todo transmitir una imagen de paz, evitando cuidadosamente todo conflicto, gestos de violencia en los actos, o discursos agresivos. Cuando sectores de la Juventud Peronista lanzaron la consigna "Somos la Rabia", la Juventud Radical eligió "Somos la Paz".

   Para acentuar la importancia de su mensaje democrático eligió para cerrar sus discursos en los actos, recitar el Preámbulo de la Constitución Nacional. En un acto en el estadio de Ferrocarril Oeste en Buenos Aires propuso solucionar el problema del terrorismo de Estado en base a los "3 niveles de responsabilidad": los que "dieron la orden"; los que "las cumplieron" y los que se "excedieron".

  Las elecciones se realizaron el 30 de octubre de 1983 y Alfonsín triunfó obteniendo el 51,7% de los votos frente al 40,1% del peronismo. Alfonsín asumió en el cargo el 10 de diciembre, fecha en que tuvo lugar una gran concentración popular en la plaza de Mayo.


  El 10 de diciembre de 1983 Raúl Alfonsín asumió la presidencia de la Nación. 
  • Su gobierno enfrentó dos grandes grupos de problemas
  • La consolidación de la democracia,
  • La difusión de la misma hacia todos los ámbitos de la sociedad, 
  • La relación con las Fuerzas Armadas; y
  • La obra general de gobierno condicionada por la inflación y la crisis de la deuda.

   El gobierno de Alfonsín tenía detrás de sí una fuerza nueva: la civilidad que había votado su propuesta de construir un Estado de Derecho, al cual los poderes corporativos (FF. AA., Iglesia y Sindicatos) deberían someterse y consolidar un sistema político que resolviera los conflictos de una manera pacífica, ordenada, transparente y equitativa.
 .

    El Plan Austral fue un plan no monetarista resistido por el FMI y sobretodo por los grupos empresarios argentinos agropecuarios y financieros y sus periodistas mediáticos. Fueron restablecidos los aportes patronales derogados por la dictadura militar en 1980 y se sancionaron diversos impuestos progresivos como el de los "bienes suntuarios" y el "Ahorro Obligatorio". Se propusieron la incorporación de capital privado hasta un tope del 49% a las áreas de telefonía (ENTel) y aeronavegación (Aerolíneas Argentinas) en convenios de asociación con empresas estatales europeas, como SAS, y sin capitalización de la deuda.

                                             Declive económico y político

   1987 comenzaba a hacerse evidente que era necesaria una reforma económica estructural que resolviera la brecha entre recursos con que contaba el Estado, y las funciones que desarrollaba. El desfinanciamiento crónico del Estado ya no podía ser resuelto ni recurriendo a los fondos de pensiones, ni por el endeudamiento interior y exterior, ni por la emisión monetaria.

   Presionado por la recesión económica, la exigencia de una amnistía para los militares presos, y el creciente rechazo de los sindicatos, la falta de apoyo de líderes empresariales y el temor a una nueva intentona de grupos militares, Alfonsín anunció el 21 de abril de 1989​ el adelanto de las elecciones presidenciales para el siguiente 14 de mayo (siendo que debían ser realizadas en octubre) con la idea de que tranquilizaran al país. 

   Viendo lo difícil que sería atravesar los meses que quedaban hasta la entrega del mando presidencial el 10 de diciembre en medio de este contexto (y el creciente rechazo de sindicatos, empresarios y militares), Alfonsín anunció el 12 de junio de 1989​ que también se adelantaba el traspaso de mando para el 30 de ese mes, siendo que originalmente estaba previsto para el 10 de diciembre. Así pues, el 08 de julio de 1989 Alfonsín entregó la presidencia a Menem y se dio el primer traspaso desde el retorno de la democracia de dos presidentes elegidos democráticamente (si bien no se cumplió completamente el mandato del saliente). 

  Entre las transformaciones económicas estructurales diseñadas por el gobierno de Alfonsín, merece destacarse la iniciación de un proceso de integración económica con Brasil, Uruguay y Paraguay que dio origen al Mercosur. Esta iniciativa ha sido considerada como “el legado más perdurable de toda la política económica del gobierno de Alfonsín”.

   En abril de 2018, la Fundación Konex otorgó el premio «Konex de Honor» a Raúl Alfonsín por considerarlo una personalidad de relieve sobresaliente fallecida en la última década.​

   En los años posteriores a su muerte, la figura del Presidente Raúl Alfonsín se agiganta, y recibió múltiples homenajes en todo el país. En distintas ciudades se inauguraron estatuas y bustos en su honor: La Plata, Vicente López, Mar del Plata, Chascomús, Dolores, San Juan, Córdoba, Chubut, entre otras localidades. www.wikipedia.org


               !HONOR. A QUIEN HONOR MERECE!




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