SALVADOR DE MADARIAGA

                       SALVADOR DE MADARIAGA

Salvador de Madariaga y Rojo  fue un diplomático y escritor español, ministro de Instrucción Pública en 1934 y Bellas Artes y de Justicia de la Segunda República. Nació en La Coruña, el 23 de julio de 1886-y murió en Locarno, el 14 de diciembre de 1978.
De pensamiento liberal y europeísta, se exilió tras el inicio de la guerra civil en el Reino Unido. Durante la Guerra Fría fue un activo militante en contra del comunismo soviético, así como un opositor de la dictadura franquista; solo retornó a España tras la muerte de Franco. 
Miembro de número de la Real Academia Española y la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, como escritor cultivó diversos géneros: ensayo histórico y político, crítica literaria, novela, biografía o poesía, entre otros.
Nació el 23 de julio de 1886 en la ciudad gallega de La Coruña,​ en el seno de una familia numerosa —pues tuvo diez hermanos— y de larga tradición militar,​ hijo del coronel Darío José de Madariaga​ y de María Ascensión Rojo;​ su padre le enviaría a Francia a estudiar ingeniería hacia 1900.​ Estudió en el Collège Chaptal, la École polytechnique y la École nationale supérieure des mines de París,​ hasta conseguir su graduación en 1911.​ En su etapa de formación en Francia había sentido que su vocación se inclinaba hacia estudios literarios, pero la presión paterna hizo que siguiese estudiando hasta conseguir el título de ingeniero; llegó a considerar su trabajo y su vocación como «enemigos declarados».​
Tras graduarse, volvió a España, desempeñándose como ingeniero de la Compañía de Ferrocarriles del Norte y trabajando como articulista en Madrid.​ En 1912 contrajo matrimonio con la escocesa Constance Archibald​ y en 1914 ingresó en la Liga de Educación Política, de la que también formaron parte Ortega y Gasset, Azaña, Fernando de los Ríos, Américo Castro, Araquistáin, Luis Bello o Ramiro de Maeztu.​  Empezó su correspondencia postal con Miguel de Unamuno, con quien mantuvo una relación de aprecio y respeto.​ Durante la Primera Guerra Mundial, residió en el Reino Unido, donde escribió propaganda aliadófila en castellano, por encargo del Ministerio de Asuntos Exteriores británico, gracias a ser recomendado por Araquistáin.​ En marzo de 1920 falleció su hermano Emilio, escultor con sólo treinta y tres años de edad.​ 

En mayo de 1931​ el gobierno provisional de la República lo designó, sin previo aviso, embajador de España en los Estados Unidos​ y en las elecciones generales de ese mismo año, en junio, fue elegido diputado por La Coruña, con la FRG/ORGA, de nuevo sin contar con su beneplácito;​ con un total de 68 783 votos.​ Durante el periodo republicano volvió además a la Sociedad de Naciones​ y ejerció como embajador en Francia (1932-1934)​ y como ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y ministro de Justicia en el tercer Gobierno de Alejandro Lerroux (1934).​
En el contexto de la invasión japonesa de Manchuria, Madariaga mantuvo una posición opuesta a los intereses nipones, lo que le hizo ganarse el apodo de «Don Quijote de la Manchuria», aunque los planes para establecer un arbitraje internacional terminarían fracasando;​ y cuando se produjo la invasión italiana de Etiopía se posicionó en contra de los intereses expansionistas de Mussolini.​ Durante el segundo bienio republicano, criticó tanto la insurrección obrera en Asturias de 1934 como el encarcelamiento de Azaña en Barcelona;​ su relación con este último fue ambivalente: Madariaga le profesaba admiración, pero esta no era correspondida por Azaña.​

Salvador de Madariaga tuvo dos hijas con la escocesa Constance Archibald: Nieves​ e Isabel de Madariaga.​ Fue además tío de la historiadora María Rosa de Madariaga​ y tío abuelo de los políticos socialistas Luis y Javier Solana Madariaga. ​En 1962 fue uno de los principales organizadores de la reunión de diferentes sectores antifranquistas en el marco del Congreso del Movimiento Europeo en Múnich, reunión que el régimen denominó «Contubernio de Múnich».​ 

En 1968 obtuvo el «Premio Mariano de Cavia» por el artículo «La espada y el espíritu»​ en noviembre de 1970, ya con ochenta y cuatro años, contrajo matrimonio en segundas nupcias​ con su secretaria Emilia Rauman Szeleky,​ de origen húngaro, y en 1973 obtuvo el premio Carlomagno por «una vida dedicada a una labor y un pensar europeísta de excelente cuño».​ Residente en Suiza desde 1972 hasta su fallecimiento,​ tras la muerte de Franco volvió a España, en 1976, asumiendo formalmente su sillón en la Real Academia Española —con un discurso titulado De la belleza de la ciencia—​ pues había sido electo en mayo de 1936,​ y en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.​ Después de recibir la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio en julio de 1978;​ el 13 de diciembre de ese mismo año falleció en la ciudad suiza de Locarno. El 13 de octubre de 1991 sus cenizas fueron arrojadas, junto a las de su esposa, a las aguas del océano Atlántico, frente a su ciudad natal, La Coruña. 

Perteneciente a la denominada «generación del 14»,​ Madariaga afirmó en A la orilla del río de los sucesos, que «como liberal que soy, doy importancia mínima a lo económico, la mediana a lo político y la máxima a lo humano» y se describiría a sí mismo como «liberal organicista».​ Admirador de la Institución Libre de Enseñanza,​ fue inscrito por Gonzalo Fernández de la Mora en un «humanismo anti utilitario».​
Anglófilo,​ fue considerado «uno de los precursores de la idea de Europa»​ y defendió una concepción amplia e inclusiva de lo que territorialmente debería formar parte de ella, entendiendo a esta en cualquier caso más como una «idea» que como un continente geográfico. Se han destacado sus ideas a favor de la paz,​ su defensa en la discusión de la Constitución de 1931 de una «renuncia a la guerra como instrumento de política nacional» — 

Propuesto al Premio Nobel correspondiente en dos ocasiones​ si bien algunos autores le describen como «internacionalista no pacifista»;​ de Madariaga, que respaldó una «invasión» de la Cuba comunista,​ Juan Carlos Pereira señala que la evolución de su pensamiento habría conllevado el abandono de algunas de sus ideas más pacifistas​ Paul Preston destacó rasgos idealistas y «quijotescos» en Madariaga​ y sus obras dejaron traslucir cierta nostalgia por la época del Imperio español.​ 

Madariaga, anticomunista,​ opuesto de manera «frontal» al socialismo marxista,​ antifranquista​ y descrito como un «liberal clásico moderado»,​ en Anarquía o jerarquía planteó un concepto denominado «democracia orgánica unánime», en la que el Estado no toleraría huelgas o sindicatos y restringiría el derecho a voto.​ Tras finalizar la Segunda Guerra Mundial defendió posiciones monárquicas para España —encarnadas en la figura de Juan de Borbón— y contrarias al sufragio universal.​ Su pensamiento, que recibió críticas de la izquierda española durante la Segunda República,​ ha sido descrito por Pedro Carlos González Cuevas como elitista y burgués.​ 

Obra

Su primer libro publicado fue La guerra desde Londres,​ sobre la Primera Guerra Mundial, aparecido hacia 1917,​ y en el que haría una crítica del Imperio alemán, dibujándolo como paradigma del autoritarismo y confrontándolo a la «libertad» defendida por los Aliados.​ Más tarde escribió The genius of Spain, publicado en 1923 en inglés y en 1924 en castellano con el título Semblanzas literarias.​ Durante su etapa como profesor en Oxford, a finales de la década de 1920, escribió un ensayo sobre psicología de las naciones,​ publicado en inglés en 1928 por Oxford University Press bajo el título Englishmen, Frenchmen, Spaniards​ y en castellano en 1929 como Ingleses, franceses, españoles por Espasa-Calpe.​ 
En esta obra Madariaga identificaba el carácter inglés con la «voluntad», el francés con la «inteligencia» y el español con la «pasión».​Madariaga publicó notables ensayos sobre la historia de España y su papel en el mundo. Escribió libros acerca de Don Quijote, Cristóbal Colón y la historia de Hispanoamérica.

Su biografía de Simón Bolívar,​ publicada en 1951 y con la intención de desmitificar la figura de Bolívar,​ levantó polémica al describir en una luz muy negativa al militar e independentista americano, en clave de «vulgar imitador de Napoleón»,​ que habría estado impulsado por su «vengatividad mestiza».​ Se ha apuntado que la idea que transmite la obra es que la independencia de América fue un gran error por parte de las colonias.​
Como novelista, entre sus trabajos más destacados se encontraron El enemigo de Dios (1936)​ y El corazón de piedra verde(1942).​ En 1925 publicó en castellano la novela doble La jirafa sagrada o el búho de plata,​ al año siguiente apareció en inglés The Sacred Giraffe, publicada por Harper & Bros;​ esta obra tiene carácter satírico y está ambientada en una nación africana imaginaria y de 1964 Sanco Panco, una novela satírica en la que, en un universo de inspiración quijotesca, se parodia la dictadura de Francisco Franco, encarnado en el personaje epónimo, y la Guerra Fría;​ con críticas dispares,​ si bien en España se llegó a afirmar de ella que «el mejor homenaje a su autor es olvidarla»,​ en América Latina tuvo mejor acogida. www.wikipedia.org


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