JOSÉ MARÍA VARGAS VILA

                                                            JOSÉ M VARGAS VILA

José María de la Concepción Apolinar Vargas Vila Bonilla nació en Piedras, Tolima, Confederación Granadina, el 23 de junio de 1860 —y muere en la ciudad de Barcelona, España, el 23 de mayo de 1933, conocido como José María Vargas Vila, fue un escritor colombiano.

Intelectual colombiano con una formación autodidacta, desde muy temprano participó en luchas políticas como periodista, agitador y orador. Vargas Vila se caracterizó por sus ideas liberales radicales y la consecuente crítica contra el clero, las ideas conservadoras y la política imperialista de Estados Unidos.

Muchas de sus ideas son próximas al existencialismo y se fueron afirmando como libertarias, muy próximas al anarquismo, a tal punto que él mismo se declarara anarquista. Asimismo, defendió toda causa y personaje que favoreciera la libertad y la justicia de los pueblos, especialmente los latinoamericanos; sin fijarse tanto en si compartían exactamente su misma forma de pensar, a pesar de ser consciente de ello: mi pasión por la obra de horror ¿la libertad ha devorado mis páginas? conmovió a muchos, escribió.

En su juventud, alternó el oficio de maestro en Ibagué, Guasca, Anolaima y Bogotá, con su participación en guerras civiles como soldado de las tropas liberales radicales de Santos Acosta y Daniel Hernández. Tras la derrota liberal en 1885, se refugió en Los Llanos del Casanare donde el general Gabriel Vargas Santos le ofreció hospitalidad y refugio. Por su actitud crítica, el presidente de Colombia en esa época, Rafael Núñez, puso precio a su cabeza y se exilia en Venezuela en 1886.

En la ciudad de San Cristóbal fundó y dirigió la revista Eco Andino junto a Diógenes Arrieta y Juan de Dios Uribe, en Caracas fundó la revista Los Refractarios, junto con otros radicales colombianos: Ezequiel Cuartas Madrid, Avelino Rosas y Emiliano Herrera, perseguidos por Rafael Núñez. Su fama de panfletario crece y se expande con esos primeros escritos que recogerá en Pretéritas.

En 1887 asiste al entierro de su amigo, el político radical, Diógenes Arrieta, en Caracas y allí ante su tumba pronuncia el célebre panfleto, que muchas generaciones de colombianos repitieron emocionadas:

"...tu tumba será sagrada; aquí no vendrán en la noche silenciosa -como irían en tu patria- los lobos del fanatismo a aullar en torno a tu sepulcro, hambrientos de tu gloria."

Ese año publica su primera novela Aura o las violetas en la que sigue el modelo romántico y que fue llevada al cine en 1922.

En 1889 se encuentra en Curaçao, donde pudo haber coincidido con el general Joaquín Crespo que por esas mismas fechas se había visto forzado a trasladarse a las Antillas desde donde intentó invadir a Venezuela, lo que le valió la cárcel y eventual retiro de la política. Viajó a Nueva York en 1891 y trabajó en la redacción del periódico El Progreso. En esta ciudad, trabó amistad con el escritor e independentista cubano José Martí. Luego fundó la Revista Ilustrada Hispanoamérica, en la que publicó varios cuentos.

En 1892 Joaquín Crespo al frente de la Revolución Legalista entra triunfante en Caracas y toma el poder. Vargas Vila viaja a Venezuela y ocupa el cargo de secretario privado de Crespo y consejero en asuntos políticos del nuevo régimen. Crespo muere dos años más tarde en el combate de la Mata Carmelera y Vargas Vila regresa nuevamente a New York en 1894 acompañado del poeta Ramón Palacio Viso.

En 1898 fue nombrado por el Presidente del Ecuador, Eloy Alfaro, como ministro plenipotenciario en Roma y es recordada su negativa de arrodillarse ante el papa León XIII, al afirmar: «no doblo la rodilla ante ningún mortal». A causa de la publicación de su novela Ibis en el año 1900, fue excomulgado por el Vaticano y recibió la noticia con regocijo.

En 1902 fundó en Nueva York la revista Némesis, desde la cual se criticaba al gobierno colombiano de Rafael Reyes Prieto y a otras dictaduras latinoamericanas, así como a las imposiciones coloniales del gobierno estadounidense, como la usurpación del Canal de Panamá y la Enmienda Platt sobre Cuba. En 1903 publicó en esa revista Ante los Bárbaros tras lo cual el gobierno de Washington le obligó a dejar Estados Unidos.

En 1904, el presidente nicaragüense, José Santos Zelaya, designó a Vargas Vila como representante diplomático en España, junto al poeta Rubén Darío. Los dos fueron integrantes de la Comisión de Límites con Honduras ante el rey de España, quien era entonces mediador en el litigio. Pero esta labor duró poco tiempo; pues el colombiano pronto regresó a la edición de sus libros y luego de breves estancias en París y Madrid, se asentó en Barcelona, donde inició, por acuerdo con la Editorial Sopena, la publicación de sus obras completas. Rubén Darío le dedicó un par de poemas: Cleopompo y Heliodemo y Propósito primaveral. Desde su estancia en España, donde viviera hasta su fallecimiento, realizó varias giras por diversos países de América Latina, donde alcanzó gran popularidad.

En 1913 visitó Lima, donde permaneció casi de incógnito, al margen de actividades culturales o sociales, a pesar de que era muy leído.Pese a que en las mayoría de obras de Vargas Vila, las situaciones eróticas son exclusivamente entre hombres y mujeres, obras como su Diario personal y La Conquista de Bizancio tratan temáticas homosexuales explícitamente.

La obra Aura o Las Violetas del novelista José María Vargas Vila nos centra en el tema del amor a pesar de ser una novela con fines trágicos, donde el amor entre dos adolescentes no es correspondido ya que Aura decide el bienestar de su familia antes que el amor por el protagonista, que no tiene otro consuelo que el apoyo incondicional de su madre.

Aura o Las Violetas fue la primera novela que escribió José María Vargas Vila, también la primera adaptada al cine y de allí resultó la primera película colombiana. Esta novela se caracteriza por ser narrada en primera persona por el protagonista, el cual no revela su nombre.

José María Vargas Vila nació en Bogotá el 23 de junio de 1860 y murió en Barcelona en 1933, la Bogotá en la que nació para entonces era de una moral mojigata, donde abundaban los mendigos y los indios. Este autor vivió en una época de luchas entre liberales y conservadores.

Los jerarcas de la moral prohibieron sus libros y entre ellos está “Aura o Las Violetas” porque estos estaban influenciados por su ateísmo y siendo así excomulgado por la iglesia, por su repugnancia frente a la doctrina católica, también creen encontrar en esta obra un tipo de defensa hacia el pecado.

Aura o las violetas. 1887.
Emma, Maracaibo. 1888 (En una publicación literaria).
Ibis. 1900.
Ante los bárbaros (los Estados Unidos y la Guerra) el yanki: he ahí el enemigo . Editada en 1917 por Ramón Sopena, reeditada con correcciones y aumento, en 1918 por el mismo Ramón Sopena.
La conquista de Bizancio. 1910.
Ibis. 1911? , Novela, edición completa.
Ars-verba. 1913.
En las zarzas del Horeb. 1913. A esta obra pertenece Visionario. Vid.
La muerte del cóndor; del Poema de la tragedia y de la historia. 1914.
Los parias. 1914.
En las cimas. 1915?
La demencia de Job. 1916. (Novela)
María Magdalena. 1916? (Novela).
El minotauro. 1919.
Némesis. 1923
Los Soviets. Con Carta-prólogo de D. Oscar Pérez Solís. 1926.
Diario (Tagebücher) 1932
El maestro. 1935.

La muerte del cóndor es un relato histórico sobre la vida y, especialmente, la muerte del Presidente ecuatoriano Eloy Alfaro. Publicado en 1924, Vargas Vila erige a Alfaro como uno de los grandes hombres latinoamericanos, un ejemplo de líder y de guerrero, a la usanza de José Martí. El autor se despacha contra Leónidas Plaza y demás líderes que traicionaron a Alfaro y lo condenaron a una muerte horrible.

La República Romana es una obra de Vargas Vila en la que a través de una crítica dirigida a la sociedad Romana antigua, su interés de dominación y los males que conlleva como la tiranía, en realidad está haciendo una crítica a la sociedad contemporánea y a los imperios conformados en el siglo XIX especialmente el norteamericano por el cual Vargas Vila siente gran resquemor. Esto es posible gracias a la sincronía temática de los diferentes momentos históricos que le dan la opción al autor de hacer una crítica contra las acciones de los poderosos de todas las épocas ya que para él “los excesos de los últimos déspotas romanos son paralelos a los crímenes de los políticos latinoamericanos que prefirieron mantener su poder económico y político antes que preservar los ideales de la democracia” como se señala en su propio libro.

Entre los aspectos que se mencionan en “La república Romana”, Vargas Vila hace gran énfasis en la esclavitud, que junto a la Aristocracia y el militarismo, fueron los males que acabaron con la República; ya que la esclavitud degrada la naturaleza humana, siendo más fácil encadenar a un hombre libre, que liberar el alma de un esclavo, y con el paso del tiempo se legitima el despotismo, siendo legitimada también la esclavitud. Vargas Vila también retoma la pobreza causada por el desempleo, la acumulación de riquezas en unos cuantos y el abaratamiento de los salarios que contribuyó a la esclavización de los hombres libres.

Otro aspecto notable de la sociedad romana que Tiberio Graco, político popular romano del siglo II a. C., notó que requería una reforma, era la cuestión agraria (que en la historia colombiana también ha tenido diversas dificultades), que se ha visto entorpecida por el acaparamiento de las riquezas y por la guerra entre los grandes capitalistas dificultando la justa repartición de las tierras, siendo ésta cuestión donde radica la injusticia

Con su libro, José María Vargas Vila pretende dar herramientas especialmente a los lectores jóvenes para realizar una lectura alterna de su propia realidad, ya que él en su exilio estuvo con la esperanza de que había un camino de regreso a su patria.
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                   ¡HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!





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