BENITO MUSSOLINI
BENITO MUSSOLINI
Benito Amilcare Andrea Mussolini fue un político, dictador y periodista italiano, primer ministro del Reino de Italia con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943, cuando fue depuesto y encarcelado brevemente.
Nació en Dovia di Predappio, (una aldea del municipio de Predappio, en la provincia de Forlì-Cesena, región de Emilia-Romaña) el 29 de julio de 1883- y muere en Giulino di Mezzegra, el 28 de abril de 1945. Su padre, Alessandro Mussolini, era herrero; su madre, Rosa Maltoni, era una maestra que creía firmemente en la importancia de la educación.
El 10 de septiembre de 1909, Mussolini fue encarcelado nuevamente en Rovereto por difundir periódicos secuestrados y por instigar a la violencia contra el Imperio austrohúngaro; el 29 fue expulsado de la ciudad y volvió a Forlì. En 1910 publica la novela Claudia Particella, l'amante del cardinale Madruzzo, una sátira anticlerical.
El 11 de abril de 1911, la sección socialista de Forlì, guiada por Mussolini, votó la autonomía del PSI. En mayo del mismo año publicó un ensayo titulado «El Trentino visto por un socialista», en el periódico Quaderni della Voce. En octubre fue arrestado, procesado y condenado a un año de cárcel por participar, junto a Pietro Nenni, en una manifestación contraria a la guerra iniciada por Italia contra el Imperio otomano por la posesión de la Cirenaica y Tripolitania, que concluyó con actos de violencia con la policía.
Mussolini había definido la aventura colonial africana del gobierno de Giolitti como un «acto de delincuencia internacional». En febrero del año siguiente, el tribunal de apelaciones de Bolonia redujo la pena a cinco meses y medio y al mes siguiente Mussolini fue liberado.
Asume el cargo de presidente de la República Social Italiana desde septiembre de 1943 hasta su derrocamiento en 1945. Mussolini irrumpió en la política italiana el 27 de octubre de 1922 cuando encabezó la marcha sobre Roma que logra impresionar al rey Víctor Manuel III, quien le pidió que formara un gobierno «de orden» con la asesoría de la burguesía italiana.
Mussolini —también conocido como el Duce— pasó de ser el número tres en el escalafón del Partido Socialista Italiano y dirigir su rotativo Avanti! a promover el fascismo dentro de Italia.
Benito Amilcare Andrea Mussolini fue un político, dictador y periodista italiano, primer ministro del Reino de Italia con poderes dictatoriales desde 1922 hasta 1943, cuando fue depuesto y encarcelado brevemente.
Nació en Dovia di Predappio, (una aldea del municipio de Predappio, en la provincia de Forlì-Cesena, región de Emilia-Romaña) el 29 de julio de 1883- y muere en Giulino di Mezzegra, el 28 de abril de 1945. Su padre, Alessandro Mussolini, era herrero; su madre, Rosa Maltoni, era una maestra que creía firmemente en la importancia de la educación.
En Forlimpopoli, por influencia paterna, Mussolini se acerca al socialismo militante y en el año 1900 se inscribe en el Partido Socialista Italiano. Mientras tanto, concluye los estudios y obtiene la Maturità (título de bachillerato). El 13 de febrero de 1902 fue nombrado suplente para la escuela elemental de Pieve Saliceto, fraccionamiento de Gualtieri Emilia.
El 09 de julio de 1902, tras concluir el año escolar, se trasladó a Lausana donde se inscribió en el sindicato de albañiles y obreros. Luego fue nombrado secretario y publicó su primer artículo en el periódico L'Avvenire del Lavoratore («El Porvenir del Trabajador»). Con motivo del nacimiento del heredero del rey, tras la amnistía, que se dio a quienes habían huido del servicio militar en noviembre de 1904, Mussolini volvió a Italia.
En el servicio militar y le fue asignado al #10.º Regimiento bersaglieri de Verona, donde obtuvo una declaración de buena conducta. En febrero de 1905 murió su madre. Una vez licenciado del ejército, Mussolini volvió a Dovia de Predappio el 4 de septiembre de 1906 y fue profesor suplente en Tolmezzo desde el 15 de noviembre hasta el final del año escolar.
En noviembre de 1907 obtuvo la habilitación para enseñar francés y en marzo de 1908 fue enviado como profesor de francés en el Colegio Cívico de Oneglia, donde enseñó también italiano, historia y geografía. Allí dirigió también el semanario socialista La lima con el seudónimo de «Vero Erético». A regresar a Predappio, Mussolini estuvo al frente del paro de los trabajadores agrícolas y el 18 de julio de 1908 fue arrestado por amenazar a un dirigente de las organizaciones patronales. Procesado sumariamente, fue condenado a tres meses de cárcel, y, puesto en libertad provisional después de quince días. En septiembre del mismo año fue encarcelado de nuevo por diez días por organizar en Meldola unas elecciones no autorizadas.
El 10 de septiembre de 1909, Mussolini fue encarcelado nuevamente en Rovereto por difundir periódicos secuestrados y por instigar a la violencia contra el Imperio austrohúngaro; el 29 fue expulsado de la ciudad y volvió a Forlì. En 1910 publica la novela Claudia Particella, l'amante del cardinale Madruzzo, una sátira anticlerical.
El 17 de enero de 1911, Mussolini comenzó a convivir con Rachele Guidi, su futura esposa; también colaboraría con la revista Soffitta. El 23 de agosto participó en el congreso socialista de Milán. En 1910 había sido nombrado secretario de la federación provincial de Forlì y poco después se convirtió en editor del semanario La Lotta di Classe («La Lucha de Clases»).
El 11 de abril de 1911, la sección socialista de Forlì, guiada por Mussolini, votó la autonomía del PSI. En mayo del mismo año publicó un ensayo titulado «El Trentino visto por un socialista», en el periódico Quaderni della Voce. En octubre fue arrestado, procesado y condenado a un año de cárcel por participar, junto a Pietro Nenni, en una manifestación contraria a la guerra iniciada por Italia contra el Imperio otomano por la posesión de la Cirenaica y Tripolitania, que concluyó con actos de violencia con la policía.
Mussolini había definido la aventura colonial africana del gobierno de Giolitti como un «acto de delincuencia internacional». En febrero del año siguiente, el tribunal de apelaciones de Bolonia redujo la pena a cinco meses y medio y al mes siguiente Mussolini fue liberado.
La victoria del ala radical del Partido Socialista Italiano (PSI) en el Congreso de Reggio Emilia, celebrado en 1912, le proporcionó a Mussolini mayor protagonismo en el seno de la formación política, que aprovechó para hacerse cargo del periódico milanés Avanti!, órgano oficial del partido socialista. Aun así, sus violentas opiniones acerca de los enfrentamientos armados de la semana roja de 1914 motivaron cierta preocupación entre sus compañeros de filas, atemorizados por su radicalismo. En noviembre de 1913 fundó la revista Utopia.
Mussolini —también conocido como el Duce— pasó de ser el número tres en el escalafón del Partido Socialista Italiano y dirigir su rotativo Avanti! a promover el fascismo dentro de Italia.
- Durante su mandato estableció un régimen cuyas características fueron:
- el nacionalismo,
- el militarismo y
- la lucha contra el liberalismo y contra el comunismo,
- combinadas con la estricta censura y la propaganda estatal.
El fascismo y la «revolución fascista»
Mussolini creó en Milán el 23 de marzo de 1919 los Fasci Italiani di Combattimento, grupos armados de agitación que constituyeron el germen inicial del futuro Partido Nacional Fascista, fundado en noviembre de 1921. El 18 de noviembre fue arrestado de nuevo por tenencia ilegal de armas y explosivos pero sería liberado gracias a la intervención del senador liberal Luigi Albertini.
El 28 de marzo de 1921, Mussolini desfiló en Milán con sus columnas de «camisas negras» con ocasión del funeral de las víctimas del terrorismo anarquista del Teatro Diana. Al mostrarse como enemigo de socialistas y comunistas, el fascismo consiguió ganarse el favor de los grandes terratenientes e industriales y Mussolini logró salir electo diputado en las elecciones de mayo de 1921, gracias también al apoyo de Giolitti.
La noche del 27 al 28 de octubre, grupos de fascistas empezaron a ocupar centralitas de teléfonos y edificios gubernamentales. El jefe del gobierno, Luigi Facta, le pidió al rey Víctor Manuel que declarase el estado de sitio para que el ejército pudiese frenar a los fascistas pero el monarca se negó. Al contrario, el 29 de octubre el rey encargó a Mussolini la formación de un gobierno, a pesar de que su partido solo contaba con una pequeña minoría de diputados. Al día siguiente, Mussolini entró con sus seguidores en Roma (véase Marcha sobre Roma), creando el mito de que había llegado al poder impulsado por una insurrección popular que había frenado una revolución socialista.
Mussolini como presidente del Consejo
El 16 de noviembre, Mussolini se presentó en la Cámara (obtuvo el voto de confianza con 316 a favor, 116 en contra y 7 abstenciones) y dio su primer discurso como presidente del Consejo de Ministros (el llamado «Discorso del bivacco»). Declaró:
He rechazado la posibilidad de vencer totalmente y podía hacerlo. Me auto-impuse límites. Me dije que la mejor sabiduría es la que no se abandona después de la victoria. Con 300 000 jóvenes armados totalmente, decididos a todo y casi místicamente listos a ejecutar cualquier orden que yo les diera, podía haber castigado a todos los que han difamado e intentado enfangar al fascismo. Podía hacer de esta aula sorda y gris un campamento de soldados: podía destruir con hierros el Parlamento y constituir un gobierno exclusivamente de fascistas. Podía: pero no lo he querido, al menos en este primer momento.
El 28 de agosto tuvo lugar la masacre de Gioannina: la expedición militar italiana Tellini —que tenía la tarea de definir la línea limítrofe entre Grecia y Albania— fue aniquilada por soldados griegos. Mussolini envió un ultimátum a Grecia para solicitar reparación y, tras el rechazo del gobierno griego, ordenó a la marina italiana que ocupara Corfù. Con esta acción, el nuevo presidente del Consejo demostró tener una política externa fuerte y obtuvo, gracias a la Sociedad de Naciones, las reparaciones solicitadas (sólo tras abandonar la isla ocupada).
El día de la «Marcha sobre Roma», Mussolini estuvo cerca de morir: en Milán una camisa negra tropezó y apretó por error el gatillo de su fusil: la bala rozó su oreja. Tras ser nombrado presidente del Consejo, Mussolini fue objeto de una serie de atentados.
El primero fue ideado el 4 de noviembre de 1925 por el diputado socialista y adherente a la masonería Tito Zaniboni, quien se colocó con un fusil en la ventana de una habitación del hotel Dragoni, frente al balcón del palacio Chigi donde estaba previsto que Mussolini se presentara con motivo del aniversario de la victoria. Algunos hombres del OVRA llegaron antes y arrestaron a Zaniboni.
La mañana del 7 de abril de 1926 Mussolini salió del palacio del Campidoglio, donde inauguró un congreso sobre cirugía; Violet Gibson, una mujer irlandesa de cincuenta años, le disparó con su pistola. Mussolini quedó con heridas no graves en la nariz. Atendido con un vistoso parche, se permitió comentar: «Las balas pasan, pero Mussolini permanece».
El 5 de noviembre fueron disueltos todos los partidos fuera del PNF y se estableció que toda la prensa podía estar sujeta a censura. Se introdujeron leyes de confinamiento policial y la pena de muerte por atentados perpetrados u organizados para dañar a las máximas figuras del Estado y se instituyó el Tribunal especial para la seguridad del Estado. El 20 de diciembre el fascio littorio fue declarado símbolo del Estado.
El 15 de enero de 1927, Winston Churchill, entonces ministro de hacienda de Gran Bretaña, fue acogido en Roma por Mussolini. Mientras tanto, el fascismo lanzó la campaña para sostener el crecimiento demográfico: los varones solteros deben pagar un impuesto especial, para los matrimonios el Estado regala un premio en dinero y se establecen préstamos, agilización de trámites económicos (incluso en el campo de la educación de los hijos) y exenciones de impuestos para las familias numerosas (premios de natalidad).
Se instituyen en 1927 los Grupos Universitarios Fascistas (GUF) para la formación de la futura clase dirigente. Ese mismo año se fundó el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) con la finalidad de mejorar la competitividad deportiva italiana en el ámbito internacional pues la gestión de las actividades deportivas antes había quedado en manos privadas. El 21 de abril el Gran Consejo aprobó la Carta del Lavoro para reformar la economía italiana en dirección al corporativismo.
El 5 de junio, al hablar al Senado, Mussolini afirmó la línea del revisionismo en política externa, declarando que los tratados estipulados después de la Primera Guerra Mundial eran válidos pero no se podían considerar «eternos e inmutables». Con la ley del 9 de diciembre de 1928, n. 2693, se instituye el Gran Consejo del Fascismo, máximo órgano del PNF (que era presidido por Mussolini mismo) y que queda reconocido como órgano constitucional supremo del Estado, por encima del parlamento.
El 14 de marzo de 1928, Mussolini presentó a la Cámara una propuesta de ley de reforma (que luego fue aprobada) con la que propone la reducción a 400 del número de los diputados, que serían elegidos en un único colegio nacional; la confederación nacional de los sindicatos fascistas y las asociaciones culturales habilitadas por el régimen se ocuparían de presentar las candidaturas, poniendo fin a toda competencia política fuera del PNF. El 11 de febrero de 1929 Mussolini pone fin a la Cuestión Romana firmando ante el cardenal Pietro Gasparri los llamados Pactos Lateranenses, que fueron ratificados en la Cámara durante el mes de mayo.
Las elecciones políticas del 24 de marzo de 1929 para renovar la Cámara de diputados se plantean como un plebiscito: se vota «sí» o «no» para aprobar un «listón» de diputados decidido y propuesto por el Gran Consejo del Fascismo. La votación se desarrolló en un ambiente intimidatorio: la ficha con el «sí» es tricolor y en cambio la del «no» es blanca lo cual hace evidente el voto de cada individuo al momento de depositar su ficha en la caja electoral. La participación fue del 90 % de los italianos que podían votar y el «sí» obtuvo el 98,4% de los votos.
A fines de 1929 Mussolini traslada la sede del gobierno desde el Palacio Chigi al Palacio Venecia. En junio de 1930 publica para la Enciclopedia Treccani junto con Giovanni Gentile la voz «fascismo».
Por iniciativa de Mussolini el 7 de junio de 1933 se firma en Roma el «Pacto de los Cuatro» entre Italia, Francia, Gran Bretaña y Alemania. Por medio de este tratado los firmantes asumen la responsabilidad de mantener la paz y reorganizar Europa respetando los principios y procedimientos previstos en el estatuto de la Sociedad de las Naciones.
Las elecciones del 25 de marzo de 1934 para la renovación de la Cámara de diputados se realizaron con el mismo sistema del «listón» usado en la votación anterior de 1929 y como plebiscito. Aumentó el número de participantes, se mantuvo la diferenciación de colores en las fichas electorales y los votos contrarios al régimen fueron del 0,15%.
La ley del 22 de marzo de 1934 (n. 654) para la tutela de la maternidad de las trabajadoras y la ley del 26 de abril (n. 653) para la tutela del trabajo de la mujer y de los niños establecen:
- el derecho a la conservación del puesto de trabajo para las embarazadas,
- un período de licencia antes y después del parto y permisos obligatorios para el período de lactancia (las empresas con más de 50 trabajadoras estaban obligadas a instalar un recinto para ello).
La ley del 24 de diciembre de 1934 (n. 2316) establece la creación de la ONMI, (Obra Nacional para la Protección de la Maternidad y de la Infancia'). La institución podía financiar a otras que colaborasen en campos semejantes. En el año 1935 se instituyó el sábado fascista, como jornada de trabajo presuntamente voluntario por parte de los trabajadores.
El 14 y 15 de junio de 1935 Mussolini y Hitler se encontraron en Stra y en Venecia. Las conversaciones fueron sobre la cuestión austriaca (pues el canciller alemán buscaba la anexión de ese país). Sin embargo, las relaciones entre ambos dictadores quedaron tensas: el 25 de julio hubo un fallido golpe de Estado en Austria con el cual la Alemania nacionalsocialista buscaba proceder a la anexión del país —y que comportó a muerte del canciller austriaco Dollfuß. Ante ello, Mussolini envía dos divisiones de infantería italiana a la frontera con Austria para defender su independencia.
La situación se resolvió después de que Hitler desistió de su propósito y el 21 de agosto Mussolini se entrevistó con Kurt Alois von Schuschnigg, sucesor de Dollfuß, manifestando su oposición a todo intento del Tercer Reich de unir Austria con Alemania. El 6 de septiembre, en Bari, Mussolini se alineó ante la política nazi:
Treinta siglos de historia nos permiten mirar con soberana piedad a algunas doctrinas de más allá de los Alpes.
¡Italia tiene finalmente su imperio!
El 2 de octubre declaró la guerra a Etiopía violando así el artículo XVI de la Sociedad de las Naciones:
Si un miembro de la liga recurre a la guerra, en contra de lo estipulado en los artículos XII, XIII y XV, será juzgado ipso facto como si hubiese cometido un acto de guerra contra todos los miembros de la sociedad, que aquí se comprometen a someterlo a una ruptura inmediata de todas las relaciones comerciales y financieras, a las prohibiciones de relaciones entre los ciudadanos propios y los de la nación que ha infringido el pacto, y a la abstención de cualquier relación financiera, comercial o personal entre los ciudadanos de la nación que ha violado el pacto y los ciudadanos de cualquier otro país, sea o no miembro de la Sociedad.
Mussolini se reservó toda determinación en relación con la utilización de tales armas.La primera orden que contempla el uso de armas químicas llega de Mussolini a Graziani el 27 de octubre de 1935, para preparar el asalto de Gorrahei. Graziani solicitó después el uso de tales armas para operaciones defensivas (destinadas a detener los asaltos de los etíopes en Dolo, a fines de diciembre de 1935) y obtuvo el permiso inmediatamente.
En el mismo período, Badoglio recibió la orden de emplear bombarderos en el frente norte contra los abisinios, que habían pasado a la ofensiva en Sciré. La orden, ya en curso de ejecución, fue suspendida por motivos políticos en vista de una reunión de la Sociedad de las Naciones prevista en Ginebra para el 5 de enero. Sin embargo, Badoglio ignora la orden de suspensión y prosigue con los bombardeos químicos hasta el 7 y luego nuevamente el 12 y el 18 de enero.
El 19 de enero, Mussolini vuelve a autorizar la guerra total con estas palabras:
Autorizo a vuestra excelencia a emplear todos los medios de guerra, digo todos, tanto aéreos como terrestres. Máxima decisión.Telegrama secreto de Mussolini a Badoglio
Los crímenes prosiguieron incluso tras el final de la guerra y hasta 1940 en relación con los rebeldes, contra la población y los monjes abisinios en los santuarios cristiano-coptos, que fueron asesinados a centenares en Debrà Libanòs y en otros lugares.
El 21 de abril, el Duce se encuentra con Hitler en Klessheim y el 15 de julio se traslada a Alemania para pasar revista a las cuatro divisiones italianas que los oficiales de la Wehrmacht han estado entrenando. El 20 de julio se encuentra con Hitler por última vez, pocas horas después del atentado del 20 de julio de 1944.
Mussolini se trasladó nuevamente a Saló, donde vivía protegido permanentemente por guardias de la SS y con poco contacto con otros jerarcas. No obstante, logró acudir a Milán, donde el 16 de diciembre de 1944, en un acto celebrado en el Teatro Lírico, pronunció su último discurso público, a veces mencionado como «discurso de la rebelión».
La misma noche del 27 al 28 de abril la noticia de la detención de Mussolini llegó a Milán y la hizo pública por radio Sandro Pertini, futuro presidente de la República y entonces dirigente del Comité de Liberación Nacional (CLN), a la vez que anunciaba la decisión del Comité de que Mussolini debía ser fusilado «como un perro rabioso».
La mañana del día 28 se reunió a Mussolini y a Clara Petacci en una casa campesina de Dongo y hasta allí llegó desde Milán un grupo de partisanos comunistas dirigidos por Walter Audisio, con orden de ejecutarlos. Aunque Mussolini creyó en un primer momento que Audisio venía a liberarlos, este los llevó en un Fiat 1100 hasta la aldea de Giulino di Mezzegra donde, junto a la vía XXIV Maggio, y ante las puertas de Villa Belmonte fueron fusilados a las 16:10.
Los cadáveres fueron trasladados en la tarde del mismo 28 de abril en un camión a Milán. En el trayecto no se permitió que nadie se acercara a los cuerpos, hasta que llegaron el día 29 a la Plaza Loreto de esa ciudad. Allí fueron sometidos a toda clase de ultrajes por la muchedumbre; el servicio de policía, compuesto por partisanos y bomberos, colgó luego los cadáveres cabeza abajo en una gasolinera de la plaza, algo que algunos autores consideran como simbólico por la forma en que los fascistas trataban a sus enemigos.
Esto se hizo, para confirmar públicamente su muerte, y como gesto de humillación y venganza partisana, ya que en ese mismo lugar se habían colgado meses atrás los cadáveres de quince partisanos antifascistas. El cadáver de Mussolini fue desfigurado a golpes a tal extremo que su rostro resultó casi irreconocible; algo menos ocurrió con Petacci. Aun muertos fueron objeto de burlas e incluso fueron colocados uno al lado del otro para ser fotografiados en la morgue. Horas más tarde los líderes locales del CLN decidieron cesar la exhibición y retirar los cuerpos, que fueron colocados en cajones de madera con paja en su interior y retirados para sepultarse en tumbas anónimas.
Poco después del final de la guerra, el 22 de abril de 1946, los restos de Mussolini fueron robados del cementerio de Musocco por obra de un grupo de neofascistas autodenominados «SAM-Squadre d'Azione Mussolini» y capitaneados por Domenico Leccisi. El cuerpo de Mussolini estuvo desaparecido varios meses. Después de la restitución a la familia, su cadáver fue trasladado en 1957 a la capilla de Predappio.
El 29 de abril de 1945 se informó a Adolf Hitler de la muerte de Mussolini, aunque no está claro si se le transmitieron los detalles de lo sucedido con su cadáver y el de Clara Petacci. En cualquier caso ya había tomado la decisión de que los soviéticos no iban a capturarlo y tampoco iban a hacerse con su cadáver, por lo que ordenó que el suyo y el de Eva Braun fuesen quemados después de su suicidio. Diversas fuentes han alentado la leyenda de que la suerte de Mussolini influyó en Hitler; por ejemplo se atribuyó a Göring una conversación durante los Juicios de Núremberg en la que afirmaba que él y Hitler habían visto las fotografías de Mussolini colgado boca abajo, cuando Göring había estado por última vez con Hitler ocho días después del cumpleaños de este, el día que sucedió la muerte de Mussolini.www.wikipedia.org
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