PABLO DE ROKHA
PABLO DE ROKHA
Pablo de Rokha es un poeta que no puede separarse de su biografía ni de la historia socio-literaria de la época en que vivió. Autor de 38 libros de poesía, 3 ensayos de estética y varios trabajos histórico-sociales, también escribió artículos de periódico, ensayos coyunturales de política contingente, cartas y discursos.
Considerado por unos como un gran poeta latinoamericano y por otros como un desaforado retórico de escaso valor literario, ejerció una considerable influencia en las generaciones posteriores de poetas y narradores.
A pesar de ello, esta influencia no se refleja en las investigaciones críticas sobre su obra, que se pueden resumir en sólo tres libros con una aproximación mayormente biográfica y unos 20 artículos y reseñas que van desde el análisis periodístico sobre algunos de sus libros hasta los panegíricos de algunos amigos. En cuanto a la obra del propio de Rokha, publicada en libros de ediciones limitadas y pagada por el mismo autor, (se encuentra ausente de las antologías de poesía hispanoamericana y a veces de las propias chilenas)
Una revisión de la crítica rokhiana sirve para mostrar la insuficiencia de los análisis, así como la perspectiva en que los críticos tradicionales vieron el trabajo del poeta. Entre los autores que escribieron juicios negativos están:
- Hernán Díaz Arrieta (Alone),
- Raúl Silva Castro,
- Cruz, Hugo Montes y otros que se identifican en ese momento con una concepción de la literatura que proviene del modelo romántico y naturalista. Algunos críticos intentan hacer una interpretación que incluya la vida y la obra, pero que siendo demasiado general se mantiene en el terreno de lo superficial. Tales son los casos de la crítica de Fernando Lamberg y Mario Ferrero, cuyos libros aunque informativos, enfatizan la figura del poeta y dejan la poesía casi ignorada.
- Otros, analizan la poesía rokhiana en función de una visión cultural europea, como pasa con el teleologismo histórico de Antonio de Undurraga en su libro El arte poética de Pablo de Rokha (1945), que aunque novedoso, divaga en farragosas disquisiciones.
Entre los trabajos más originales, hay artículos de Carlos Droguett, Fernando Alegría, Hernán Lavín Cerda, Juan de Luigi, Mahfud Massís, Humberto Díaz Casanueva y Fidel Sepúlveda Llanos, que como se puede apreciar son en su mayoría escritores. En ellos se encuentra al menos la intención de rescatar los elementos de ruptura y continuidad que están presentes en la poesía de Pablo de Rokha. A ello habría que agregar, el libro Pablo de Rokha. Una escritura en movimiento (1988) de Naín Nómez, que responde al intento de hacer un análisis global de la obra del poeta.
Pablo de Rokha nace con el nombre de Carlos Díaz Loyola el 17 de octubre de 1894 en Licantén, provincia de Curicó, según consta en su acta de bautismo. Sus padres fueron José Ignacio Díaz y Laura Loyola, que tenían veintiún y catorce años respectivamente cuando nació el poeta. Por el año 1897, don José Ignacio se encuentra trabajando como jefe de resguardo en las aduanas cordilleranas y viaja con Carlos, su hijo mayor. El poeta pasa su infancia en el fundo Pocoa de Corinto, que administra su padre. En 1901 empieza a estudiar en la Escuela Pública Nº 3 de Talca, cuyo director es el padre del poeta Max Jara. En 1905, al trasladarse su padre a Lonquimay, el poeta interrumpe sus estudios por un año, para ingresar luego al Seminario Conciliar de San Pelayo de Talca. Allí permanece hasta 1911, cuando es expulsado por ateo.
Sus condiscípulos lo apodaban "el amigo Piedra". Ese mismo año viaja a Santiago y se instala en una pensión de la calle Gálvez, cursa el sexto año de humanidades y se matricula en la Universidad de Chile para seguir Derecho e Ingeniería. Conoce a varios escritores, entre ellos Jorge Hübner Bezanilla, Daniel de la Vega, Ángel Cruchaga Santa María, Juan Guzmán Cruchaga y Vicente Huidobro. Escribe para los periódicos La Razón y La Mañana y publica sus primeros poemas en la revista Juventud de la Federación de Estudiantes. Descubre la filosofía de Nietzsche y la poesía de Walt Whitman. Vuelve a Talca en 1914 y allí recibe de regalo un libro de poemas titulado Lo que me dijo el silencio, cuya autora es Luisa Anabalón Sanderson, más tarde conocida como su esposa Winétt de Rokha.
El primer libro de Pablo de Rokha se publica bajo el nombre de "Versos de infancia"en una antología de la revista Selva lírica y muestra todavía la huella del romanticismo y de la filosofía de Arthur Schopenhauer y Friedrich Nietzsche. También influyen en los temas de este texto las ideas anarquistas que predominan en Chile con la emigración al país de intelectuales y obreros europeos. Posteriormente el poeta publica "El folletín del diablo" en la revista Claridad y se gana la vida con la compra y venta de productos agrícolas.
En 1918 publica un pequeño libro en versos alejandrinos titulado Sátira. De 1922 es su primera obra de estructura mayor, Los gemidos, de la cual no se vendieron más de una docena de ejemplares. Paralelo a "Desolación" (1922) de Mistral y a Veinte poemas de amor y una canción desesperada (1924) de Neruda, el libro fue recibido con indiferencia por la crítica y el público.
Con Los gemidos se inicia una poesía de ruptura. Publicado en el momento de mayor vigencia de los movimientos vanguardistas europeos, especialmente del futurismo, encuentra afinidades en Chile solamente con la poesía de Huidobro. La mayoría de los críticos chilenos descalificó el libro, que constituye un extenso canto en prosa poética cuya temática y composición expresa la crisis nacional y la fragmentación del proceso social. Para ello, el hablante poético integra elementos de la economía, la política, la religión, la sexualidad, la vida cotidiana, la represión sexual y asume todas las contradicciones del vivir actual como parte de la condición degradada del ser humano. Los gemidos es un libro que rompe con la tradición naturalista y modernista por medio de la búsqueda de una escritura que se identifique lo más posible con las contradicciones sociales e históricas de Chile y América Latina. Es también el primer texto antipoético del país.
Entre 1922 y 1924, Pablo de Rokha reside en San Felipe y luego se traslada a Concepción, lugar en donde funda la revista Dínamo. En ella publica parte de su libro Cosmogonía en 1925. Entre ese año y 1927, el poeta publica cinco libros, cuatro de poesía y uno de estética. El estilo narrativo se convierte en versículo libre y se continúan las técnicas de composición surrealista. En todos ellos, permanece la visión del Yo angustiado, intensificada por la soledad y la pena, que fluctúa entre la aspiración tradicional de carácter romántico-metafísico y un deseo de insertarse en la vida concreta y los sufrimientos cotidianos. Heroísmo sin alegría (1927) es un ensayo sobre el arte y la estética, mientras que Suramérica y Satanás, también en 1927, son libros centrados en las vivencias del poeta y las nostalgias. Satanás toma uno de los temas fundamentales de Los gemidos, el que representa la lucha entre Dios y Satán, el Dios incomprensible y el anti-Dios que esta caído como el hombre, un tema que deriva de Nietzsche.
La libre asociación de imágenes adquiere su máximo logro en Sudamérica, un libro construido como una pura cinta verbal sin puntuación ni separación de párrafos. El texto, enteramente manuscrito por Winétt en planchas de linóleo, representa un experimento único en la literatura chilena, al aparecer como un núcleo de imágenes estructuradas por el Yo. El otro libro de ese momento, Heroísmo sin alegría, es un intento estético con diversas temáticas, que se basa en las ideas de Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche. Enfatiza el concepto del artista como un superhombre de raza dionisíaca que posee una fuerza cosmológica capaz de comprender y recrear el universo. De esta manera, el creador imita a Dios y a la Naturaleza en su tarea de ordenar la vida por intermedio del lenguaje.
Hacia 1929, Chile sufre la peor bancarrota de su historia con la crisis económica del mundo occidental y la súbita caída de los precios del salitre y del cobre. Pablo de Rokha, como los otros poetas nacionales de avanzada (Huidobro, Neruda, Díaz-Casanueva, Rosamel del Valle, entre otros), continúa fundamentalmente preocupado de la originalidad de la escritura y el descubrimiento de nuevas formas de decir. Los dos libros publicados en ese año, Escritura de Raimundo Contreras y Ecuación, forman una continuidad con los anteriores. En Escritura de Raimundo Contreras se tematiza la vida de un campesino de la zona central de Chile, que paralelamente llega a ser una especie de símbolo suprafísico de los valores nacionales. Este personaje que nos recuerda al propio de Rokha, es un arquetipo de lo exuberante y lo dionisíaco que el poeta ve en el campesino chileno.
Raimundo Contreras es una reinterpretación del mito y de la realidad del campesino chileno y con este carácter el poeta propone una visión de lo nacional, que es un punto de partida y de búsqueda para un nuevo compromiso. En este mismo sentido, el libro Ecuación intenta codificar en unas pocas frases la idea del poema como una expresión del orden universal. De Rokha necesita hacer del poema un receptáculo de las contradicciones existentes entre conciencia y realidad y esta búsqueda es la que intenta sintetizar en el personaje Raimundo, con un heroísmo que aspira a los valores de un mundo suprarrenal. Con este texto termina la primera etapa del trabajo poético de Pablo de Rokha, con un desarrollo propio de la escritura, una temática basada en el mundo chileno y latinoamericano y la formalización de personajes y acciones que se poetiza en imágenes y metáforas.
Desde 1930 se inicia un nuevo ciclo en la obra poética que se caracteriza por el contenido social y bíblico. Son los años en que el poeta ingresa al Partido Comunista, es candidato a diputado y luego expulsado del partido en 1940. Trabaja en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, es presidente de la Casa América y colabora entusiasmado con el Frente Popular. Nacen sus hijos: Carlos, Lukó, Tomás, Juana Inés, José, Pablo, Laura y Flor. Varios de ellos murieron: Carmen y Tomás muy pequeños, mientras que Carlos y Pablo ya mayores y trágicamente.
Entre 1922 y 1924, Pablo de Rokha reside en San Felipe y luego se traslada a Concepción, lugar en donde funda la revista Dínamo. En ella publica parte de su libro Cosmogonía en 1925. Entre ese año y 1927, el poeta publica cinco libros, cuatro de poesía y uno de estética. El estilo narrativo se convierte en versículo libre y se continúan las técnicas de composición surrealista. En todos ellos, permanece la visión del Yo angustiado, intensificada por la soledad y la pena, que fluctúa entre la aspiración tradicional de carácter romántico-metafísico y un deseo de insertarse en la vida concreta y los sufrimientos cotidianos. Heroísmo sin alegría (1927) es un ensayo sobre el arte y la estética, mientras que Suramérica y Satanás, también en 1927, son libros centrados en las vivencias del poeta y las nostalgias. Satanás toma uno de los temas fundamentales de Los gemidos, el que representa la lucha entre Dios y Satán, el Dios incomprensible y el anti-Dios que esta caído como el hombre, un tema que deriva de Nietzsche.
La libre asociación de imágenes adquiere su máximo logro en Sudamérica, un libro construido como una pura cinta verbal sin puntuación ni separación de párrafos. El texto, enteramente manuscrito por Winétt en planchas de linóleo, representa un experimento único en la literatura chilena, al aparecer como un núcleo de imágenes estructuradas por el Yo. El otro libro de ese momento, Heroísmo sin alegría, es un intento estético con diversas temáticas, que se basa en las ideas de Sigmund Freud y Friedrich Nietzsche. Enfatiza el concepto del artista como un superhombre de raza dionisíaca que posee una fuerza cosmológica capaz de comprender y recrear el universo. De esta manera, el creador imita a Dios y a la Naturaleza en su tarea de ordenar la vida por intermedio del lenguaje.
Hacia 1929, Chile sufre la peor bancarrota de su historia con la crisis económica del mundo occidental y la súbita caída de los precios del salitre y del cobre. Pablo de Rokha, como los otros poetas nacionales de avanzada (Huidobro, Neruda, Díaz-Casanueva, Rosamel del Valle, entre otros), continúa fundamentalmente preocupado de la originalidad de la escritura y el descubrimiento de nuevas formas de decir. Los dos libros publicados en ese año, Escritura de Raimundo Contreras y Ecuación, forman una continuidad con los anteriores. En Escritura de Raimundo Contreras se tematiza la vida de un campesino de la zona central de Chile, que paralelamente llega a ser una especie de símbolo suprafísico de los valores nacionales. Este personaje que nos recuerda al propio de Rokha, es un arquetipo de lo exuberante y lo dionisíaco que el poeta ve en el campesino chileno.
Raimundo Contreras es una reinterpretación del mito y de la realidad del campesino chileno y con este carácter el poeta propone una visión de lo nacional, que es un punto de partida y de búsqueda para un nuevo compromiso. En este mismo sentido, el libro Ecuación intenta codificar en unas pocas frases la idea del poema como una expresión del orden universal. De Rokha necesita hacer del poema un receptáculo de las contradicciones existentes entre conciencia y realidad y esta búsqueda es la que intenta sintetizar en el personaje Raimundo, con un heroísmo que aspira a los valores de un mundo suprarrenal. Con este texto termina la primera etapa del trabajo poético de Pablo de Rokha, con un desarrollo propio de la escritura, una temática basada en el mundo chileno y latinoamericano y la formalización de personajes y acciones que se poetiza en imágenes y metáforas.
Desde 1930 se inicia un nuevo ciclo en la obra poética que se caracteriza por el contenido social y bíblico. Son los años en que el poeta ingresa al Partido Comunista, es candidato a diputado y luego expulsado del partido en 1940. Trabaja en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Chile, es presidente de la Casa América y colabora entusiasmado con el Frente Popular. Nacen sus hijos: Carlos, Lukó, Tomás, Juana Inés, José, Pablo, Laura y Flor. Varios de ellos murieron: Carmen y Tomás muy pequeños, mientras que Carlos y Pablo ya mayores y trágicamente.
El poeta, a partir de 1932, también contribuye al periodismo a través de artículos en el diario La Opinión, que continuó escribiendo hasta 1938. En esta etapa hay un intento de reconciliar las raíces idealistas de su pensamiento estético con las nuevas ideas aportadas por el marxismo. Sin embargo, el impulso artístico de origen nietzscheano continúa siendo importante en su estética, por medio de la búsqueda de una unidad entre las percepciones oníricas e inconscientes y el uso de la inteligencia racional y lógica. Esta mezcla de conceptos materialistas e idealistas se expresa también en los artículos de periódico, que se proyectan a la esfera política y estética.
Durante aquellos años, la enemistad con Pablo Neruda se profundiza y encuentra cauce en artículos tales como "Epitafio a Neruda" (1933), "Esquema del plagiario" (1934) y otros. El centro del ataque rokhiano a Neruda se basa en la acusación de plagio y de falta de compromiso político. De Rokha también ataca a Vicente Huidobro, a Joaquín Edwards Bello, a Eduardo Anguita, a Pedro Prado y a otros escritores. Obsesionado por un concepto de compromiso social ilimitado, extiende sus críticas tanto a los políticos de derecha como a los de izquierda, entre estos últimos Marmaduke Grove y Pedro Aguirre Cerda. Esta actitud de poseedor de la verdad absoluta en el terreno moral, representa en el poeta un foco dominante de su trabajo creativo.
La poesía rokhiana se vuelca en la defensa de la democracia, el socialismo y el antifascismo. En 1937 publica Imprecación a la bestia fascista y en 1938, Cinco cantos rojos. Ligados ambos textos al realismo socialista, en ellos se alaban figuras literarias y políticas como Stalin, Trotsky, Lenin y Gorky.
Durante aquellos años, la enemistad con Pablo Neruda se profundiza y encuentra cauce en artículos tales como "Epitafio a Neruda" (1933), "Esquema del plagiario" (1934) y otros. El centro del ataque rokhiano a Neruda se basa en la acusación de plagio y de falta de compromiso político. De Rokha también ataca a Vicente Huidobro, a Joaquín Edwards Bello, a Eduardo Anguita, a Pedro Prado y a otros escritores. Obsesionado por un concepto de compromiso social ilimitado, extiende sus críticas tanto a los políticos de derecha como a los de izquierda, entre estos últimos Marmaduke Grove y Pedro Aguirre Cerda. Esta actitud de poseedor de la verdad absoluta en el terreno moral, representa en el poeta un foco dominante de su trabajo creativo.
La poesía rokhiana se vuelca en la defensa de la democracia, el socialismo y el antifascismo. En 1937 publica Imprecación a la bestia fascista y en 1938, Cinco cantos rojos. Ligados ambos textos al realismo socialista, en ellos se alaban figuras literarias y políticas como Stalin, Trotsky, Lenin y Gorky.
Los principios idealistas de Pablo de Rokha, ligados a la sicología freudiana y a los estudios junguianos sobre el inconsciente colectivo se mezclan ahora con una embriónica intención social. Un ejemplo de esta búsqueda de confluencias se expresa en su poemario Gran temperatura (1937), centrado en los temas de la soledad, el tiempo, la muerte y la liberación revolucionaria. Un leitmotiv fundamental es el tópico del ubi sunt, a través del cual el Yo poético expresa su deseo de eternizar el amor y la vida. A la luz de la finitud y la limitación de su historia personal, el poeta opone la voluntad humana como entidad social que tiene valores fundamentales: el sentir, el pensar y el luchar. En 1939, de Rokha inicia la publicación de la revista Multitud, aparecida en un clima de gran actividad política, corroborada por el triunfo de Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular en las elecciones. En Multitud existían textos sobre urbanismo, poemas, crítica literaria, ensayos políticos, avisos comerciales y sesiones del Senado.
Es el intento de buscar una salida histórica al horror y al pesimismo de la guerra, cantando el heroísmo de las masas y la lucha del individuo por salvarse de un mundo que agoniza.
En 1943, el presidente Juan Antonio Ríos, le extiende al poeta un nombramiento para realizar una extensa gira por el continente americano. Durante el viaje escribió varios libros. El primero de ellos, Canto al ejército rojo (1944), había sido escrito antes de su salida y se trata de un extenso poema en verso libre, dedicado al ejército soviético y la lucha contra las fuerzas de Hitler. El primer libro escrito durante el viaje, Los poemas continentales(1945), comprende textos dedicados a los Estados Unidos y a México. El primero es una exaltación de Norteamérica como expresión de lucha contra las fuerzas del Eje.
El segundo tematiza los valores de la historia mexicana desde sus orígenes indígenas. De otro libro de ensayos titulado Interpretación dialéctica de América: los cinco estilos del Pacífico (1948), sólo pudo publicar un volumen de un total de cuatro, porque el editor argentino suspendió el resto de la publicación. El libro más importante de este período es el citado Arenga sobre el arte. En él se incluye una serie de ensayos de estética, una colección de poemas publicados independientemente como Carta magna del continente y un nuevo libro de Winétt, su esposa: El valle pierde su atmósfera. La colección de ensayos insiste en la perspectiva de que el trabajo poético americano debe ser heroico y épico y debe sintetizar el pensamiento y el sentimiento para poder convertirse en tragedia social: La Épica Social Americana.
Carta magna del continente es la aplicación de estas teorías y muestra una continuidad con los trabajos anteriores. Se presenta como una serie de poemas en verso libre, destinados a cantar los hechos del continente y la reconstrucción de su historia. Un rasgo original consiste en mostrar una realidad que no aparece comúnmente poetizada en la tradición literaria: el comer, el beber, el juego y las diversiones del pueblo. De este modo, lo nacional-popular es reiterado como un arquetipo cultural y un símbolo de la existencia auténtica.
La poesía de Pablo de Rokha ha llegado en esta etapa a un momento de equilibrio entre sus aspiraciones individuales y sociales. A pesar de su angustia y soledad individual, su poesía alcanza a América y al mundo con su abarcador compromiso político. La extensa gira que realizaron Pablo de Rokha y su esposa abarcó 21 países y terminó en Argentina cuando el presidente de Chile, Gabriel González Videla, reprimió al Partido Comunista y el poeta renunció a su misión.
Winétt de Rokha muere en 1951, dejando al poeta muy solo y bajo la influencia de esta tragedia escribe: Fuego negro, un texto en prosa poética que exalta la memoria de la amada y que adopta a veces la estructura de la elegía y el lamento desesperado. Por otra parte, las polémicas y disputas entre los intelectuales, continuaban alimentando odios y aversiones. Con la publicación de Neruda y yo (1955), de Rokha culmina una serie de diatribas anti nerudianas sobre la persona y la obra de Neruda.
Ya sea cantando al poroto o al campeonato de rayuela, el poeta revive su contacto con las raíces vernáculas que había iniciado con las comidas y bebidas. Hombres, mujeres y objetos se transforman en actos y hechos simbólicos que muestran facetas de la vida humana generalmente incomprendidas por la lírica tradicional. Por otra parte, el Canto del macho anciano expresa toda la angustia del Yo degradado por el paso del tiempo y la decadencia social e individual. Se da una lucha mortal entre este presente que aniquila y el pasado mitificado por la memoria que lo transforma en un paraíso. El único encuentro posible se produce en un futuro que el poeta canta en imágenes visionarias.
Carta magna del continente es la aplicación de estas teorías y muestra una continuidad con los trabajos anteriores. Se presenta como una serie de poemas en verso libre, destinados a cantar los hechos del continente y la reconstrucción de su historia. Un rasgo original consiste en mostrar una realidad que no aparece comúnmente poetizada en la tradición literaria: el comer, el beber, el juego y las diversiones del pueblo. De este modo, lo nacional-popular es reiterado como un arquetipo cultural y un símbolo de la existencia auténtica.
La poesía de Pablo de Rokha ha llegado en esta etapa a un momento de equilibrio entre sus aspiraciones individuales y sociales. A pesar de su angustia y soledad individual, su poesía alcanza a América y al mundo con su abarcador compromiso político. La extensa gira que realizaron Pablo de Rokha y su esposa abarcó 21 países y terminó en Argentina cuando el presidente de Chile, Gabriel González Videla, reprimió al Partido Comunista y el poeta renunció a su misión.
Winétt de Rokha muere en 1951, dejando al poeta muy solo y bajo la influencia de esta tragedia escribe: Fuego negro, un texto en prosa poética que exalta la memoria de la amada y que adopta a veces la estructura de la elegía y el lamento desesperado. Por otra parte, las polémicas y disputas entre los intelectuales, continuaban alimentando odios y aversiones. Con la publicación de Neruda y yo (1955), de Rokha culmina una serie de diatribas anti nerudianas sobre la persona y la obra de Neruda.
Ya sea cantando al poroto o al campeonato de rayuela, el poeta revive su contacto con las raíces vernáculas que había iniciado con las comidas y bebidas. Hombres, mujeres y objetos se transforman en actos y hechos simbólicos que muestran facetas de la vida humana generalmente incomprendidas por la lírica tradicional. Por otra parte, el Canto del macho anciano expresa toda la angustia del Yo degradado por el paso del tiempo y la decadencia social e individual. Se da una lucha mortal entre este presente que aniquila y el pasado mitificado por la memoria que lo transforma en un paraíso. El único encuentro posible se produce en un futuro que el poeta canta en imágenes visionarias.
El poeta intentó con su obra la gran tarea de crear una "escritura" que fuera capaz de equipararse a la complejidad de lo real en todas sus dimensiones: políticas, éticas, psicológicas, sociales, económicas, religiosas, filosóficas, afectivas. La escritura poética como producción imaginaria se convierte en representación histórica y social de la realidad, sin perder de vista su proyección como utopía liberadora, ligada a la conciencia y a la praxis.
La escritura rokhiana es así, la aspiración a convertir el lenguaje poético en un paradigma que mueva los sentimientos, los pensamientos y las acciones del pueblo.
Con eso, la obra de Pablo de Rokha repite interminablemente desde el primero hasta el último poema, esa tensión dialéctica entre el yo desmesurado ahíto de pasión e infinito fáctico y ese mundo caótico y alienado que aspira a ordenar y convertir en el paraíso de la colectividad humana. La poesía rokhiana se define en último término, por la tensión de un movimiento hacia lo inalcanzable.
Escritura comprometida hasta las últimas consecuencias con la vida y el mundo, con los seres amados y odiados, con el decir auténtico expresado en todas las formas posibles de la "literatura", con el código ético y político de la honestidad personal, con la aspiración sobrehumana de fundir en la retórica poética el mundo en que se vive y las utopías con que se sueña.
NACE EN LICANTÉN, CHILE, EL 17 DE OCTUBRE DE 1894 Y MUERE EN SANTIAGO, CHILE, EL 10 DE SEPTIEMBRE DE 1968.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
BIBLIOTECA DE VOCES DEL SIGLO XX
DOCUMENTOS SONOROS
®
[Santiago, 1942]
Voz del autor
Compilación, Restauración y Digitalización
Archivo Sonoro
"José Guillermo Carrillo"
Caracas. Venezuela
28 de octubre de 2007
(Archivo temporalmente fuera de servicio)
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