ANTONIO MORO, PINTOR
ANTONIO MORO
Donde se formó fue, en el taller de Jan van Scorel, introducido por el cardenal Antoine Perrenot de Gran vela en la corte de María de Hungría, allí conoció al futuro Felipe II, quien se llevó a Moro a Inglaterra. En el año de 1544, viajó a Londres para casarse con María Tudor. Al pintor se le encargó un retrato de la reina, obra que muestra su estilo. En el año de 1559 Antonio Moro regresó definitivamente a España en compañía de Felipe II. Fue nombrado pintor del rey. Pero el artista permaneció poco tiempo en España. Sin embargo, siguió firmando sus obras con el título de pintor de Felipe II.
Sus obras tienen gran uniformidad estilística, son de tamaño natural, de tres cuartos, medio cuerpo o cuerpo entero y destacado sobre un fondo neutro, por lo general oscuro. Podemos decir que, sus obras tienen una gran precisión fisionómica pero carente de expresividad: le interesa más la personalidad del modelo. Pintó a sus personajes de manera sobria, sin ningún detalle alegórico o excesivo, pero tanta austeridad se equilibra por el exquisito tratamiento de la vestimenta y las joyas, representadas con extraordinario detalle. En su momento, fue un gran influenciador en la obra del desarrollo del retrato aristocrático, especialmente en España, allí tuvo un gran discípulo llamado Sánchez Coello destacado artista que continuó con su estilo.
Moro claramente superó a Tiziano en el campo del retrato. La escuela retratista de España estudió los retratos cortesanos. Varios artistas que recibieron este aprendizaje fueron Juan Pantoja de la Cruz, Bartolomé González y Velázquez. En esa época se conoce que contrajo matrimonio con una mujer viuda llamada Metgen. La pareja tuvo tres hijos. Durante sus años de vida, Moro logró recaudar una importante cantidad de dinero, adquirió propiedades. Lo anterior le permitió pasar una vejez holgada económicamente. Una de sus obras más destacadas fue realizada en el año de 1554, se trata de un retrato del príncipe Guillermo de Orange (Guillermo el taciturno).
Un poco más tarde ejecutó varias obras: su autorretrato, de su esposa, un retrato de un caballero de Santiago, de Alejandro Farnesio, Duque de Parma y Piacenza, el retrato de un desconocido, y una pintura religiosa muy extraordinaria de la Resurrección. Las obras de su etapa más tardía son los retratos de la reina Isabel de España, Jácome da Trezzo y otros tres delicados retratos en la galería Stuers (París), y, por último, pero no menos importante el reconocido retrato de su propio maestro, Jan van Scorel. Fue un pintor muy popular en el círculo de personajes importantes y prestigiosas, muchas de sus obras eran encargos de estos personajes, por ejemplo: retrató a Thomas Gresham y su esposa.
- En España, realizó los siguientes retratos:
- El Joyero (galería de La Haya),
- Henry Lee (colección de Lord Dillon),
- Antonio del Río, sus hijos y su esposa (Louvre),
- El Duque de Alba (Bruselas),
- Fernando de Toledo (Viena), y varias otras obras.
- Su último retrato de El grabador Hendricks Goltzius, que se encuentra en la galería de Bruselas.
Obras
Retrato de Felipe II como príncipe
Retrato del Emperador Maximiliano II
Retrato del cardenal Granvela
Retrato de Fernando Álvarez de Toledo, duque de Alba
Retrato de la infanta María de Portugal
Retrato de la reina Catalina de Portugal
Retrato del rey Juan III de Portugal
Retrato de María Tudor
Retrato del príncipe Guillermo de Orange
Retratos de Sir Thomas y Lady Gresham
Retrato de la esposa del pintor
El bufón Perejón
Autorretrato
Retrato de Doña Juana de Austria
Retrato de Dama
Retrato de la reina Isabel de España
Retrato de Jan van Scorel
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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