LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ. PARTE FINAL.
MARGARET MITCHELL
LO QUE EL VIENTO SE LLEVÓ (5ta parte)
...En su luna de miel Rhett derrocha dinero para que Scarlett pueda disfrutar de los lujos más exagerados que ella nunca había podido soñar, ni siquiera en la etapa anterior a la guerra, cuando era la hija consentida de un rico terrateniente. Mientras disfrutan de la vida de excesos y ostentación de unos multimillonarios, Rhett la introduce en el mundo de sus "amigos" ricos de Nueva Orleans, hombres que como él hicieron fortuna con negocios sucios y hubieran sido considerados en Atlanta unos "sinvergüenzas". Scarlett descubre nuevas facetas de la personalidad de Rhett, disfrutando mientras él la mima y consiente como a una niña.
Scarlett siente lo más
parecido a la felicidad plena que ha conocido en su vida; pero hay sombras que
enturbian esa dicha. Scarlett no ha podido olvidar a Ashley, y desearía que
fuera él y no Rhett el que le proporcione toda esa felicidad. Rhett se da
cuenta de ello y a pesar de su paciencia los celos provocan al menos una pelea
entre ellos durante la luna de miel.
Luego están las recurrentes
pesadillas de Scarlett que la atormentan recordando los sufrimientos de su
etapa de pobreza al final de la guerra y donde termina buscando
"algo" misterioso en la niebla que no puede hallar o alcanzar. Al regresar del viaje de novios, Rhett y Scarlett
se instalan en un hotel de Atlanta mientras Rhett ordena construir la que será
la mansión más grande y lujosa de la ciudad, tal y como
le prometió a Scarlett. La antigua alta sociedad de Atlanta, arruinada por la
guerra, aumenta su desprecio y su odio hacia Rhett y Scarlett por su
ostentación y por sus relaciones cada vez más fuertes con los nuevos ricos de
la ciudad, los políticos corruptos y los hombres de negocios que están
asociados con ellos, que son los invitados de todas las suntuosas fiestas que
da Scarlett en su mansión.
Especialmente odiosa es la
amistad de Rhett y Scarlett con el Gobernador Bullock. Sólo Melanie consigue a
duras penas que las viejas amistades no rechacen por completo a Scarlett.
Mientras tanto surgen algunas peleas amargas entre Rhett y Scarlett, todavía
pocas pero que son mal presagio de lo que vendrá. Un día Scarlett descubre que está embarazada,
lo que le produce un fuerte disgusto, ya que no
quería tener más hijos, e incluso piensa en interrumpir el embarazo, pero Rhett
reacciona furioso y aterrorizado por la idea de que Scarlett pueda morir al
intentar abortar con los peligrosos métodos de la época. Scarlett, asustada al conocer el peligro que encierra lo que pretendía e
impresionada por la reacción de Rhett, se olvida de la idea.
Scarlett da a
luz una preciosa niña, que ella y Rhett hacen bautizar con los nombres de Eugenia Victoria. Pero muy
pronto Eugenia Victoria Butler recibirá un sobrenombre o apodo que se
convertirá en la forma en que la llamará toda la gente. Debido a una feliz
observación de Melanie, que comparaba los ojos de la niña con la "bonita
bandera azul", Rhett le puso el apodo de Bonnie Blue (que significa en
idioma inglés "Bonita Azul", el principio de la expresión
"bonnie blue flag", o "bonita bandera azul"). Así que Rhett
decide llamar cariñosamente a su hija Bonnie Blue Butler.
Toda la gente de la ciudad se
queda asombrada cuando ven a Rhett convertido en el más tierno, cariñoso y
orgulloso de los padres con su hija Bonnie. La niña se convierte en una
verdadera obsesión para Rhett, que no se cansa de cuidarla y mimarla,
preocupándose de cada detalle de su crianza. Rhett también es un excelente
padre para los dos hijos que Scarlett tiene de sus matrimonios anteriores (Wade
y Ella), pero Bonnie es su debilidad y gracias a ella derrocha amor paternal.
Sin embargo, aquello molesta a Scarlett que ve la conducta de Rhett ridícula y
poco varonil; además, las peleas entre los dos son cada vez más frecuentes y
fuertes.
Al poco de nacer Bonnie,
Scarlett se encuentra con Ashley en el aserradero después de algún tiempo sin
verlo, y en ese encuentro Ashley pierde el control y da a entender que está
celoso de Rhett. Esto vuelve a dar vanas esperanzas a Scarlett y por ello, y
por su deseo de no tener más hijos, habla con Rhett y le pide que no vuelvan a
mantener relaciones sexuales y duerman en habitaciones separadas,
llevando un matrimonio sólo de apariencias. Rhett reacciona con ironía y
aparente indiferencia, haciéndole creer que no le importa porque ya se ha
cansado de ella y diciéndole que piensa buscar el sexo en otras mujeres, para
indignación de Scarlett. Casi de inmediato Scarlett se arrepiente de su
decisión.
Un año después Rhett se da
cuenta de las negativas consecuencias que tendría para el futuro de Bonnie y de
sus hermanos (los hijos de Scarlett) el aislamiento social al que están
sometidos por culpa de la mala reputación de Scarlett y de él mismo. Por eso
decide cambiar de vida y hacer todo lo necesario, incluso
humillarse, para que la vieja sociedad de Atlanta lo acepten a él y a su hija.
Rhett deja de ocultar que había servido en la artillería del Ejército
Confederado durante ocho meses al final de la guerra, y
por el contrario se asegura de que la gente lo sepa (como el que no quiere la
cosa).
Comienza a hacer generosos donativos a las
asociaciones de ex confederados, se aleja del Gobernador Bullock y de los
yanquis y se afilia al Partido Demócrata (al que pertenecían en ese entonces todos los blancos sureños ex
confederados). Todo ello y su sincero y evidente cariño de padre orgulloso de
su hija, hace que los antiguos aristócratas de Atlanta cambien de opinión y terminan por aceptarlo, aunque sigan despreciando a su esposa, ya que Scarlett
sigue siendo amiga de los yanquis y de los políticos republicanos.
Melanie organiza una fiesta
sorpresa para el cumpleaños de Ashley, y el día señalado le pide a Scarlett que
lo distraiga en el almacén de madera mientras ella termina los preparativos de
la celebración. Entonces Scarlett y Ashley tienen una emotiva conversación
sobre los viejos tiempos, una charla entre amigos más que una conversación
entre personas que se sienten atraídas sexualmente (para sorpresa de Scarlett
que descubre que Ashley ya no le producía la emoción excitante del pasado).
Lamentablemente para ellos la charla termina con una escena que se presta a ser
malinterpretada, justo cuando India (la hermana de Ashley), Archie (el matón
que fue guardaespaldas de Scarlett y que la odiaba) y otra señora amiga de
Melanie entran en el despacho de Ashley. Pronto la
"comprometedora" escena será conocida por todo el mundo, mientras
Scarlett espera asustada la reacción de Rhett.
Rhett llega a casa y la obliga por la fuerza a ir con él a la fiesta de
cumpleaños de Ashley, a pesar de los ruegos de Scarlett para que no la someta a
esa humillación y a esa vergüenza. Pero para su sorpresa, Melanie se muestra
más cariñosa y protectora con ella que nunca, lo que la salva del deseo de
humillarla que sentían los invitados a la fiesta (la vieja aristocracia de la
ciudad). Salvada de las murmuraciones por Melanie, al terminar la fiesta Rhett
la envía de vuelta a casa mientras él desaparece, pero en la madrugada Scarlett
lo descubre borracho en la planta baja de la mansión, sin saber cuándo había
vuelto a casa.
Entonces sucede una de las escenas más importantes de la novela. Rhett y Scarlett tienen una tensa discusión, en la que ella lucha por
ocultar el terror que siente, el miedo más grande que ha sentido en su vida al
descubrir a un Rhett desconocido, grosero y dominando a duras penas su
violencia. En la discusión muchas verdades salen de los labios de Rhett, que
hieren y sorprenden a Scarlett. Finalmente Scarlett intenta huir de él, pero
Rhett la atrapa y la lleva con violencia al dormitorio de ella donde la "viola". Aunque al principio Scarlett se resiste, termina cediendo y se entrega
con placer al deseo sexual que le
produce la agresiva conducta de Rhett en aquella noche salvaje.
Al despertar al día siguiente,
Scarlett encuentra que Rhett se ha marchado pero eso no le impide sentirse muy
feliz. Está alegre porque Rhett ha confesado que la ama y por haber vivido el
sexo más placentero de su vida. Y por ello desea verlo pronto, con la ansiedad
de una mujer enamorada. Pero Rhett no vuelve a casa en varios días y cuando lo
hace se muestra hiriente y cínico con ella, diciendo que había estado con Belle
en su burdel, por lo que Scarlett reacciona furiosa y vuelven a pelearse. Rhett
le comunica que se va de viaje a Charleston y Nueva Orleans, y que se lleva a
Bonnie. Scarlett se opone a que se lleve a la niña pero no
puede evitarlo ante la rabiosa reacción de Rhett.
El día de la partida de Rhett, Scarlett va a ver a Melanie dispuesta a revelar
todo; pero el amor incondicional y la fe ciega en su inocencia que le manifestó
Melanie la hacen callar todo. En las
semanas siguientes las viejas familias aristócratas de Atlanta se dividen en
dos bandos, con uno de ellos encabezado por Melanie que defiende la inocencia
de Scarlett y Ashley; y el otro encabezado por India, la hermana de Ashley, que
ataca a Scarlett y quiere aislarla socialmente. Melanie se pelea con India y le
prohíbe que pise la casa, sellando la guerra entre las dos a causa de Scarlett.
Cuando se supo que Scarlett
estaba embarazada, la gente que apoyaba a India empieza a rumorear que el hijo
debía ser de Ashley y no de Rhett, ya que toda la ciudad sabía desde hace
tiempo que Scarlett y Rhett no comparten el dormitorio ni hacen vida marital (e
ignoran que Rhett la había tomado a la fuerza antes de marcharse de la ciudad).
Por su parte Scarlett siente por primera vez en su vida alegría al saber que
está embarazada, ya que se siente muy sola sin Rhett y Bonnie, y ante la falta
de comunicación y afecto que hay entre ella y sus otros hijos, en el fondo
porque es fruto de su noche salvaje con Rhett.
Mientras tanto Rhett no le
envía ni una sola carta o telegrama, y la única noticia que tiene Scarlett de
él es por terceras personas. Al cabo de tres meses Rhett vuelve a casa y
Scarlett está contenta por ello, aunque lo disimula. Pronto su alegría se
desvanece cuando al hablarle por primera vez después de tantos meses, Rhett se
muestra frío y odioso con ella. Scarlett reacciona indignada y sin poder
contenerse le suelta la noticia del embarazo de una forma que ella no hubiera
querido; Rhett se sorprende, pero ante la furia agresiva de su mujer termina
por ofenderla preguntándole con maldad si el hijo es de Ashley. Scarlett está
fuera de sí por la rabia y grita que no desea tener el bebé, por ser hijo de un
canalla como él. Al final de la violenta discusión Scarlett intenta agredir a
Rhett y cuando éste esquiva los golpes de su mujer, ella pierde el equilibrio
accidentalmente y rueda por las escaleras de la mansión y se da un fuerte
golpe.
Como resultado Scarlett sufre
un aborto y pierde al hijo; es más, se encuentra al borde de la muerte durante
varios días. Mientras tanto Rhett está destrozado y permanece en la habitación
que está al lado del dormitorio donde su mujer lucha entre la vida y la muerte.
Todo el tiempo fumando y bebiendo y sin comer ni dormir casi, Rhett desesperado
aguarda las novedades que le lleva Melanie (la cual ayuda al médico a cuidar a
Scarlett).
El día que Scarlett parece haber superado el peligro, Rhett se derrumba
y llora abrazado a Melanie, con la cabeza hundida en su regazo. Borracho y loco
de dolor, se culpa de la desgracia de Scarlett y de "haberla matado".
Melanie lo consuela dulcemente y calma su desesperación. Un mes más tarde Scarlett se va en tren a
"Tara" para terminar de recuperarse en el campo y Rhett aprovecha su
ausencia para tramar un plan para que ella le venda su participación en los
aserraderos a Ashley, y así no tengan que verse a menudo. Rhett obtiene la
ayuda reticente de Melanie (a la que convence alegando el futuro del hijo de
ella y Ashley); así que Rhett envía el dinero de forma anónima a Ashley y
Melanie debe convencerlo para que lo destine a comprar los negocios de madera.
Al regresar de
"Tara" Scarlett descubre a Rhett cambiado; se comporta amablemente
con ella y la relación entre los dos es cortés. Pero al mismo tiempo Scarlett
nota que a pesar de su amable cortesía, Rhett es indiferente con ella. Y la
forma como Rhett la manipuló para que le vendiera los aserraderos a Ashley la
disgusta; además de que la deprime mucho por significar su alejamiento
definitivo de Ashley. Scarlett sufre por haber dejado de importarle a Rhett y
siente celos de su propia hija, ya que Rhett sólo tiene ojos para la pequeña
Bonnie. Por amor a su hija, Rhett sigue cortejando a la antigua aristocracia de
Atlanta, contribuyendo con mucho dinero y trabajo duro al triunfo del Partido
Demócrata de los ex confederados en las elecciones para Gobernador de Georgia.
En octubre de 1871 el Gobernador Bullock renuncia acosado por las denuncias de
corrupción y la crisis política, aunque el Gobernador temporal también era
republicano. Pero, en las elecciones celebradas en diciembre de 1871 finalmente gana el candidato del Partido
Demócrata, un ex coronel confederado. Toda Georgia celebra la victoria como la
"liberación" y el final de la Reconstrucción (ocupación
yanqui) en Georgia. Y Rhett se convierte en uno de los personajes
más populares de Atlanta por su contribución a la liberación del Estado, en
tanto que Scarlett sigue siendo rechazada y todos sus amigos corruptos huyen de
Georgia. Pero el futuro de Bonnie parece asegurado por la respetabilidad y
prestigio de su padre.
La niña es la única alegría que
queda en la vida de Rhett y Scarlett porque, aunque Scarlett siente celos de
que sea el único amor de Rhett, eso no impide que sea su hija favorita si bien
le preocupa que sea tan malcriada, rebelde y caprichosa. De todas maneras, con
sus cuatro años de edad la niña es la razón de vivir de sus padres. Pero el
destino quiere que Bonnie fallezca de un trágico accidente mientras trata de
saltar una valla con su caballo; exactamente igual como murió el padre de
Scarlett.
Rhett y Scarlett quedan
destrozados por el dolor; ella culpa de la muerte de Bonnie al propio Rhett,
mientras que él parece haber perdido la razón. Luego de una violenta discusión
en la que Scarlett lo llama "asesino", Rhett toma el cuerpo de la
niña y lo conserva en su propio dormitorio, negándose a que sea colocado en
un ataúd, y tiene muchas lámparas encendidas para que la niña (que en vida
temía a la oscuridad) no se asuste. Rhett se encierra con su hija y sólo sale
para ir a emborracharse al burdel de Belle, para volver luego al dormitorio con
su pequeña. Cuando Scarlett, al cabo de tres días, logra hablar con Rhett y le
dice que el entierro de la niña va a ser al día siguiente, él amenaza con
matarla sí intenta enterrar a su hija.
Pero Scarlett no se asusta y se
enzarzan en una amarga discusión de la que ambos salen dispuestos a cumplir sus
amenazas. Mamita trata de hablar con Rhett, pero es inútil, por lo que la vieja
ama de llaves y niñera va a hablar con Melanie para pedirle ayuda. Melanie se
encierra con Rhett y con sus dulces palabras logra convencerlo para que permita
el entierro de Bonnie.
El tiempo pasa luego del
entierro, y Scarlett se arrepiente de haber acusado a Rhett de provocar la
muerte de Bonnie; ella quisiera buscar el consuelo en los brazos de él y llorar
junto a Rhett por la muerte de su hija.e Rhett y estaría dispuesta a humillarse y
pedirle perdón p Ella se siente sola y además siente un profundo miedo, el temor inexplicable de perder "algo", de que otra desgracia se venga sobre ella. Por eso necesita del amor dor sus palabras. Pero Rhett se ha hundido en el alcohol para
olvidar el dolor por la pérdida de su hija y además la mantiene a distancia con
una mirada inexpresiva; a su pesar, Rhett se comporta como un extraño con ella.
Para mayor pena de Scarlett, su fiel Mamita se marcha a "Tara" y sólo
le queda el consuelo de Melanie…………………………..
Ante la conducta irracional y
autodestructiva de Rhett, Scarlett consulta un día con el viejo doctor Meade
para saber si su marido ha perdido la razón; el médico le dice que no, pero que
bebiendo tanto alcohol se va a terminar matando. Y como la causa del problema
de Rhett es el dolor por su hija, el médico le aconseja a Scarlett que le dé
pronto a Rhett otro hijo o hija. Pero desgraciadamente no puede ser; Scarlett
con alegría le daría no uno, sino varios hijos a Rhett, si con ello pudiera
hacer desaparecer el dolor de él y el suyo propio, y además llenar sus vidas
con la dicha de otros niños. Pero Rhett no parece interesado en hacerla suya.
Ella ya no tiene la puerta de su dormitorio cerrada con llave como en el
pasado, sino por el contrario, la mantiene tentadoramente abierta.
La soledad de Scarlett es aún
mayor porque echa de menos a sus viejas amistades de la antigua aristocracia,
con las que comparte recuerdos y lazos emocionales, pero la ignoran y desprecian, y guardan
toda su compasión para Rhett (aunque éste, alcoholizado y sin el incentivo de
su hija, se muestra rudo y grosero con la gente).
Estando un día de viaje a la
ciudad de Marietta (a treinta kilómetros de Atlanta) con sus hijos Wade y Ella,
Scarlett recibe un telegrama urgente de Rhett. Deja a los niños en el hotel con
su sirvienta Prissy y regresa de inmediato en tren a Atlanta, pues en el
telegrama Rhett le avisaba de que Melanie estaba enferma y le pedía que
volviera inmediatamente. Al llegar a la estación del ferrocarril en Atlanta,
Rhett la está esperando y entonces sus temores se confirman. Mientras se
dirigen a casa de Melanie en un coche tirado por caballos con muy mal tiempo
(oscuro y lluvioso), Rhett le dice que Melanie se está muriendo y que ello
se debe a que ha tenido un aborto espontáneo, ante la sorpresa y el horror de
Scarlett que no sabía que estaba embarazada. Rhett la deja en casa de
Melanie y se marcha, puesto que no quiere estar presente cuando muera la mujer
a la que aprecia y respeta tanto.
En el dormitorio de Melanie,
Scarlett tiene una última y dramática conversación con ella. Agonizando Melanie
le hace prometer a Scarlett que cuidará de Beau (el hijo de Melanie y Ashley) y
del propio Ashley. También le pide que sea buena con Rhett. Scarlett es
atormentada por el dolor y los remordimientos, ya que no se perdona por haber
tratado de quitarle a Melanie su marido, y además descubre lo mucho que quiere
a Melanie, su única y verdadera amiga.
Mientras Melanie se queda con
la tía Pitty, su cuñada India y el doctor Meade, Scarlett va a ver a Ashley y
sostiene con él una decisiva conversación a solas. En esa conversación Scarlett
descubre al fin la verdad: que Ashley ama a Melanie más que nada en su vida y
que siempre ha sido así, y que por eso nunca la ha amado a ella. A pesar de su
dolor por Melanie, Scarlett reacciona indignada porque Ashley nunca fue sincero
y no le dijo que sólo sentía deseo sexual por ella, dejándola tener esperanzas
vanas. Ante el dolor que está matando a Ashley, ella lo consuela con fría
bondad. Luego Melanie muere y Ashley corre a su lado, dejando sola a Scarlett.
Entonces comprende Scarlett que
jamás ha amado a Ashley, sino a lo que él representaba: el recuerdo por una
niñez en el seno de una familia rica, colmada de bienes materiales y
despreocupaciones. Que él sólo era un capricho para ella, y que si lo hubiera
tenido habría perdido el interés por él como había pasado con todos sus
caprichos. Y con amargura entiende que tendrá que soportarlo el resto de su
vida por la promesa que hizo a Melanie de velar por él, aunque si no fuera por
la promesa no volvería a verlo jamás.
Abrumada, Scarlett se va de la casa de Melanie a la suya caminando. Al
salir a la calle se ve envuelta por la oscura y espesa niebla que cubre toda la
ciudad aquella noche. Scarlett tiene la extraña y angustiosa sensación de que
ya ha vivido esa situación, y entonces se da cuenta de que está viviendo la
terrible escena que ha sufrido en sus recurrentes pesadillas. Presa del pánico,
Scarlett echa a correr por las calles buscando desesperada en la niebla un
"refugio", sin saber qué es ese refugio. Al detener su loca carrera,
Scarlett ve a lo lejos su casa, y su mente febril se sosiega al darse cuenta de
que aquel era el refugio que buscaba, su hogar... ¡con Rhett! Como una gran
revelación, Scarlett descubre por fin la verdad de su vida: que Rhett la ama y
es su refugio contra la adversidad, y que ella le ama, que él es el único
hombre que ella ha amado realmente en su vida.
Scarlett se arrepiente de la
forma en que se ha comportado con Rhett y piensa que si le dice la verdad y le
confiesa su amor, Rhett la comprenderá como siempre la ha comprendido.
Sintiéndose fuerte y feliz, llena de alegría, Scarlett echa
a correr para decirle a Rhett su nueva revelación, para decirle que por fin se
ha dado cuenta de que a quien ama es a él, y no a Ashley. Pero ya es tarde.
Al llegar a la mansión
Scarlett encuentra a Rhett solo en el comedor y tiene que frenar sus ganas de
correr hacia él y decirle todo a la vista de su forma de mirarla y de la
estampa de un "César de cobre, cansado y decadente, y gastado por el prolongado
uso" (en palabras de la novela). La imagen que proyectaba Rhett era la de
la ruina de una gran figura, un hombre vencido y sin ilusión. Las primeras
palabras de Rhett son para preguntar por Melanie y confirmar si ha muerto como
supone, para desesperación de Scarlett, que no quiere revivir el tormento por
la muerte de su amiga. Entonces los dos comienzan a hablar de Melanie, y
Scarlett comprueba que la pena de Rhett por ella es tan grande como el suyo, ya
que él la apreciaba como amiga y también por lo que representaba (el
"viejo Sur" encarnado en sus grandes damas que desaparecía con
ellas).
Pero el hablar sobre Melanie le
da pie a Rhett para decirle a Scarlett, con palabras hirientes, que ahora ella puede tener a Ashley con la bendición de la difunta
Melanie (torciendo algo el significado de las últimas palabras de ésta a
Scarlett en las que le pedía velar por Ashley); y le dice
que ahora puede divorciarse de él para casarse con Ashley. Scarlett grita que
no y le dice que está equivocado. Es el inicio de la conversación decisiva
entre ellos, el clímax de la novela.
Scarlett lucha por convencer a
Rhett de que lo ama y de que en el fondo siempre lo ha hecho, y de que ya no
siente nada por Ashley, si alguna vez lo sintió, pero Rhett se muestra indiferente.
Incluso cuando Scarlett desprecia a Ashley con palabras despectivas, Rhett lo
defiende condescendiente. Le dice que su confesión de amor llega muy tarde, que
hasta el amor más infinito puede disiparse y que el suyo se ha disipado contra
la obstinación de ella por Ashley. Ante la insistencia de ella, Rhett se
desahoga y por fin le confiesa a Scarlett todo el amor que ha sentido por ella
durante años, pero al mismo tiempo le recuerda, cómo ella, una y otra vez le
demostró con sus hechos que no lo quería.
Le cuenta cómo depositó su amor y esperanzas en Bonnie, y cómo pensaba
que la niña era como Scarlett antes de que la guerra la hubiera marcado. Pero al morir Bonnie, se llevó todo con ella. Ante el recuerdo de su hija, Scarlett siente compasión por él y le
dice que pueden tener más hijos, pero Rhett se niega. Le recuerda que con decir
"lo siento" no puede borrar todos los errores y heridas de años
pasados. Rhett habla de su relación como un pasado lejano, con mucho cansancio
(en un momento de la discusión Rhett le pregunta la edad a Scarlett y ella dice
que tiene 28 años, lo que revela que han pasado doce años desde el comienzo de
la acción de la novela, ya que entonces ella tenía 16 años, además de que eso
sitúa los hechos del clímax de la novela en 1873). El, le dice que sólo siente por ella compasión y
un extraño sentimiento de benevolencia.
Rhett le comunica a Scarlett
que piensa marcharse y dejarla para desesperación de ella, que si ella no
quiere divorcio o separación por miedo a las murmuraciones, él volverá
frecuentemente para evitarlas, pero a Scarlett no le importan los rumores sino
él. Ella le pide que la lleve con él, pero Rhett se niega decidido. Rhett habla
como un hombre en los últimos años de su vida, que sólo busca un poco de paz.
Dice que quizás vaya a Inglaterra y a París, y tal vez a Charleston a
reconciliarse con su familia.
Está cansado de la vida que ha
llevado y ahora busca el sereno encanto de una existencia respetable. Llena de
dolor Scarlett ve que él está decidido y que en realidad se va a marchar. Es
entonces cuando se produce el momento más estelar de la novela. En un último y
desesperado gesto, Scarlett le implora preguntándole: "Si tú
te marchas, ¿qué va a ser de mí?", a lo que Rhett le responde (luego de un
pequeño discurso) con un suspiro y suave indiferencia: "Querida mía, me
importa un bledo" (en la versión cinematográfica se amplió la expresión
dejándola como sigue: "Francamente, querida, me importa un bledo"; y
se convirtió en una de las frases más célebres de la literatura, el cine y la
cultura popular universales).
Luego Rhett se marcha del
comedor y sube las escaleras (presumiblemente a su dormitorio) mientras
Scarlett oye sus pasos perderse en el vestíbulo, y sintiendo que la iba a
asfixiar el dolor que sentía en la garganta. Scarlett sabe que nada hará
cambiar de decisión a Rhett y siente que con su partida morirá la última cosa
por la que vale la pena vivir. Luego la mente de Scarlett sufre un embotamiento
piadoso, pero ella sabe que al desvanecerse ese embotamiento dará paso a un
dolor agudo e insoportable.
Scarlett trata de no pensar y busca algo en su mente a lo que aferrarse,
ya que piensa que si no lo hace se volverá loca de dolor. Y entonces el
pensamiento de volver a "Tara" se apodera de ella, ya que sólo allí
encontrará algo de paz y la fuerza para seguir adelante, la fuerza para luchar
por recuperar a Rhett.
Porque no está dispuesta a
perderlo, "...Con el espíritu de su raza, que se niega a reconocer la
derrota, aun cuando la mire fijamente a la cara..." en palabras de la novela. Con esa fuerza indomable
con la que siempre venció a la adversidad, Scarlett está segura de que logrará
subyugar y atraer de nuevo a Rhett. Por eso irá a "Tara" para pensar
en cómo recuperarlo. Porque, como dice la legendaria frase final de la novela
(pensada por Scarlett), "...Después de todo, mañana será otro día".
De esta manera, la novela tiene un final abierto, dejando a la
imaginación y al gusto de los lectores lo que sucederá después entre Rhett y
Scarlett. WWW.WIKIPEDIA.ORG
¡HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
Diferencias
entre la novela y la película
A pesar de la labor titánica que significaba adaptar al cine una novela
de más de mil páginas, el guionista Sidney Howard consiguió que el
guion de la película de "Lo Que El Viento Se Llevó" fuera
extremadamente fiel a la novela original, por lo que las diferencias entre la
novela y la película son relativamente pequeñas y no alteran la esencia de la
obra de Margaret Mitchell. Aun así, como es lógico, estas diferencias cambian
algunos elementos de la historia original.
En la película se eliminaron algunos personajes secundarios que no
tenían una participación decisiva en la novela, aunque podían figurar de manera
más o menos destacada en algunos pasajes de la misma; un ejemplo sería Will
Benteen, el hombre que se convirtió en capataz de "Tara" y mano
derecha de Scarlett, y que terminaría casándose con Suellen, una de las
hermanas de Scarlett, así como los primeros dos hijos de Scarlett, el de su
primer matrimonio con Charles Halminton, Wade Halminton, y la pequeña Ella Kennedy
de su segundo matrimonio con Frank Kennedy.
Otros cambios tuvieron que ver con la eliminación de algunas escenas
relativamente secundarias de la novela, o con acortar otras, o fusionar unas
escenas con otras, causando así un cambio en el orden cronológico de ciertos
acontecimientos de la historia. Un caso significativo es el de la muerte del
padre de Scarlett, que fue narrada de manera algo distinta en la película como
producto de la eliminación de algunas escenas de la novela y la mezcla de otras
(abreviadas de paso), lo que significó la supresión de la participación
indirecta y accidental de la hermana de Scarlett, Suellen, en la muerte del
padre de ambas.
Otras escenas de la novela sufrieron modificaciones leves en la
película, como la del final de la historia, en la que, entre otras cosas, fue
eliminado el pequeño discurso de Rhett antes de pronunciar su célebre frase
final (que como ya fue dicho también fue ligeramente cambiada) y en la que
además se puso a Rhett saliendo por la puerta de la calle de la mansión luego
de fulminar a Scarlett con su frase, mientras que en la novela se marcha
escaleras arriba a su dormitorio, un cambio hecho obviamente para añadir mayor
dramatismo a la escena.
También se suprimieron en la película las numerosas referencias que hay
en la novela a la situación política de Georgia luego de la guerra y en
particular a la amistad de los protagonistas con el gobernador republicano
Rufus Bullock.
Pero sin duda la diferencia más importante entre la película y la novela
tiene que ver con el hecho de que en la película se eliminaron los personajes
de los dos hijos mayores de Scarlett, Wade Hampton Hamilton y Ella Lorena
Kennedy, por lo que en el film Scarlett sólo tiene una hija, Bonnie Blue, la
hija de Rhett. La razón para que en la película Scarlett no tenga descendencia
de sus dos primeros maridos es materia de especulación; lo más probable es que
fuera para simplificar la trama y además para que la hija en común de Rhett y
Scarlett, la linda y malograda Bonnie, concentrara toda la atención.
Aspectos
polémicos de la obra: el tema racial y la violación marital.
La novela no está exenta de polémicas que han suscitado las críticas de
algunos y la defensa de otros; la controversia gira alrededor del tratamiento
del tema racial y la esclavitud en la novela, así como de la violación dentro
del matrimonio.
El tema racial en la novela
Sobre el primer aspecto se señala el hecho de que la novela habla de la
sociedad esclavista sureña anterior a la Guerra de Secesión en un tono
nostálgico y como si fuera una sociedad casi idílica; una sociedad de nobles
damas y gallardos caballeros apegados al honor y a la lealtad a principios
superiores. La relación entre amos y esclavos es presentada de una forma
idealizada, al menos en lo que se refiere a la familia de Scarlett con sus
esclavos. En la novela no aparecen referencias a los excesos brutales que se
cometían con los esclavos en los tiempos que retrata, ni tampoco se pinta una
imagen crítica o negativa de la esclavitud como institución. La relación entre
la familia de Scarlett y sus esclavos es presentada de una forma tan humana y
positiva que se asemeja más a una buena relación laboral entre patronos y
empleados libres.
Además la novela presenta al bando vencedor de la Guerra de Secesión,
los "yanquis", casi como los villanos de la obra, siendo los que
lucharon para abolir la esclavitud y preservar la Unión. La novela refleja el
punto de vista de los blancos sureños que perdieron la guerra y tuvieron que
soportar en contra de su voluntad la abolición de la esclavitud y la libertad
de los negros.
Sin embargo, hay que tener en cuenta el contexto histórico y social en
que fue escrita la novela para poder juzgarla con objetividad. Margaret
Mitchell era una mujer blanca del Sur de Estados Unidos, de uno de los estados
que formaron parte de los Estados Confederados de América, y para la época en
que escribió su novela, el racismo estaba en pleno apogeo en la sociedad
sureña. Eran los tiempos del auge del segundo Ku Klux Klan y cuando la
discriminación a los negros escalaba a su punto más alto.
En ese contexto tan radical, Mitchell escribió una obra en la que no
expresa en ningún momento odio a los afroamericanos. En la novela no hay cabida
a los ataques racistas contra los negros ni a expresiones denigrantes contra
ellos especialmente odiosas (aunque sí algunas relativamente suaves que por lo
demás serían normales en boca de personajes blancos de la época de la Guerra
Civil). Por el contrario, en la novela la inmensa mayoría de los negros son
pintados como personas nobles, leales y generosas, en contraposición a muchos
blancos que son retratados como ruines y perversos. Y de todos los villanos que
aparecen en la obra apenas uno (uno de los delincuentes que atacaron a
Scarlett) es negro. Incluso en pasajes de la novela los personajes blancos le
deben la vida a actos heroicos o nobles de los personajes negros. No es
casualidad que Mamita (la esclava niñera de Scarlett) sea uno de los personajes
más populares de la obra.
Incluso en un pasaje de la novela Scarlett se enfurece al escuchar
indignada cómo unas mujeres yanquis casadas con oficiales del Ejército de la
Unión se burlan en su cara del anciano ex esclavo de la tía política de
Scarlett, a quien ella aprecia mucho. Para Scarlett es una prueba de la hipocresía
de los yanquis que lucharon para terminar con la esclavitud de los negros,
pero, no obstante, los tratan con más desprecio y crueldad que los sureños,
demostrando que en el fondo son más racistas que los blancos del Sur. Ante las
lágrimas derramadas por el dolido anciano negro, Scarlett lo defiende diciendo
"que es como de la familia".
Es cierto, sin embargo, que en pasajes de la obra parece darse como
cierto la creencia de los sureños de tiempos de la Guerra Civil de que los
negros eran incapaces de ser libres, ya que eran torpes e ineptos por
naturaleza. Por eso la relación entre blancos y negros es concebida como una
relación idealmente paternalista, donde los primeros deben cuidar y dirigir a
los segundos, que a su vez deben servir a los blancos como retribución. Por
ello se retrata la emancipación de los esclavos como un desastre que perjudicó
a todo el mundo, pero sobre todo a los propios negros que se vieron perdidos y
abandonados a su suerte sin estar preparados para ser libres. Aunque es justo reconocer
que más allá de las opiniones de los sureños, ciertamente la liberación de los
esclavos hizo que en un primer momento muchos de ellos sufrieran bastante por
la improvisación con la que se tomó la medida.
Además no hay que olvidar que en un pasaje de la novela se retrata a los
miembros del primer Ku Klux Klan casi como unos justicieros enfrentados a la
opresión de la ocupación militar yanqui y el bandolerismo de los negros y
blancos marginales alentado por la misma ocupación.
Pero es conveniente volver a recordar el contexto que rodeaba a Margaret
Mitchell. La autora creció escuchando los relatos de sus mayores, todos ellos
blancos sureños que habían vivido los horrores de la guerra y la
Reconstrucción. Por lo tanto la visión de la escritora estaba poderosamente
influenciada y determinada por la versión de los vencidos en la Guerra Civil,
la versión de quienes habían luchado contra el Norte para preservar la
esclavitud y que habían vivido la amarga derrota como una catástrofe que
destruyó todo su mundo y arruinó sus vidas para siempre. De acuerdo a esa
versión, el Sur anterior a la Guerra Civil era una sociedad feliz que había
sido destruida por la agresión del Norte; una sociedad donde los crímenes
contra los esclavos eran exageraciones de los enemigos del Sur, de los yanquis.
El hecho de que, a pesar de esas influencias de su niñez y adolescencia
y del clima de racismo radical que se respiraba en la opinión pública sureña de
su época, Mitchell escribiera una obra en la que los negros no salen malparados
e incluso se les retrata como seres nobles, generosos y leales, es el mejor
argumento de quienes defienden la obra frente a quienes critican el tratamiento
que se hace en la misma del delicado tema de la esclavitud y de la situación de
los afroamericanos en el Sur estadounidense.
Es por ello que en los años 90 la escritora afroamericana Alice Randall
decidió reescribir la novela desde el punto de vista de los esclavos. En su
novela, "The Wind Done Gone", la protagonista es Cynara, la medio
hermana de Escarlata, hija de Gerald O'Hara y de Mammy. La obra estuvo marcada
por la polémica, y los herederos de Mitchell trataron de bloquear su
publicación, aunque sin éxito.
Para sus defensores, los aspectos puntuales que evocan ciertos
prejuicios raciales son comprensibles para los tiempos en que fue escrita la
obra y el lugar donde fue escrita. Para ellos las críticas de los detractores
tendrían sentido si el libro hubiera sido escrito en esta época, pero para sus
tiempos la novela es increíblemente moderada y generosa con los afroamericanos
proviniendo de una autora blanca sureña.
Aunque hasta los protagonistas de la novela, los cínicos Rhett y
Scarlett, lamentan la pérdida de los aspectos más brillantes y positivos de la
sociedad sureña previa a la guerra, también es verdad que Rhett y Scarlett no
ahorran críticas al insensato dogmatismo de sus paisanos, su apego a unos
ideales obsoletos, su falta de pragmatismo y de capacidad para adaptarse a los
nuevos tiempos, y su terca obcecación que llevó a destruir su mundo en una
guerra absurda sin esperanzas de victoria. Sin embargo, ni Scarlett ni Rhett
formulan críticas a la esclavitud.
La violación marital en la novela
Si bien la cuestión racial genera controversia, hay un tema que promueve
incluso más polémica; y tiene que ver con el célebre pasaje de la novela en que
un Rhett borracho y despechado se lleva por la fuerza a Scarlett al dormitorio
y la viola.
El pasaje, que sería considerado políticamente incorrecto en
la actualidad, afortunadamente, es una violación que debemos dejar de
romantizar.
Conviene recordar el contexto del pasaje y sus circunstancias: Rhett y
Scarlett ya están casados y tienen una hija, pero hace tiempo que no sostienen
relaciones sexuales por decisión de Scarlett, que no ha olvidado a Ashley.
Scarlett ha quedado expuesta a los chismes de la sociedad de Atlanta por culpa
de una comprometedora escena con Ashley, que ha dado pie a que se piense que
ella ha sido infiel a Rhett. Por su parte Rhett sabe que no es cierto, pero sí
sabe que ella sigue enamorada de Ashley, por lo que, estando ebrio, toda su
rabia acumulada explota en una violenta discusión con Scarlett. Es entonces
cuando pierde la cabeza y en un arrebato la hace suya a la fuerza; aunque la
verdad es que Scarlett, que al principio se resiste, se deja llevar por la
excitación sexual que le produce la pasión animal de Rhett y termina
entregándose sumisa.
La entrega gozosa de Scarlett y su radiante felicidad al día siguiente
por el placer disfrutado en la noche salvaje son los argumentos para justificar
la escena. Eso y la sutil, elegante y romántica forma en que está escrita.
Además de que es la única ocasión en la novela en que Rhett cae en la tentación
de desquitarse por la fuerza de los desprecios de Scarlett.
No obstante, es comprensible la inquietud de algunos críticos con el
pasaje, pero de nuevo es necesario recordar que el contexto de la época era
distinto al actual. Asimismo hay que tener en cuenta que la autora era una
mujer liberada y moderna para su tiempo y que ella misma había sido víctima
de violencia
doméstica en uno de sus matrimonios que terminó en
divorcio, por lo que no hay intención de hacer apología a la violencia machista
en su obra. Como queda demostrado además con el hecho de que el personaje de
Scarlett es el de una mujer adelantada a su tiempo, que se rebela ante los
convencionalismos sociales para asumir roles reservados a los hombres para
escándalo de la sociedad georgiana.
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