ANTONIO JOSÉ DE IRISARRI

                                    Antonio José de Irisarri


Antonio José de Irisarri Alonzo fue un militar, político, diplomático y escritor guatemalteco-chileno que destacó en la independencia de Chile. Nacido en la Capitanía General de Guatemala, Imperio español, el 07 de febrero de 1786- y murió en Nueva York, Estados Unidos, el 10 de junio de 1868. 

Su padre, Juan Bautista de Irisarri Larazaín Vicuña y Aranibar —originario de Navarra— se radicó en la Capitanía General de Guatemala y tuvo mucho éxito en los negocios que tenía con la Nueva Granada, Nueva España, Madrid, Cádiz y varias ciudades en las colonias británicas en Norteamérica. 

El comerciante español radicado en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala —capital de la Capitanía General— pero tuvo que trasladarse a la villa provisional de la Nueva Guatemala de la Asunción en 1776 luego de que los terremotos de Santa Marta destruyeran a la capital en 1773.​ 

En la nueva capital nació Antonio José de Irisarri en 1786, cuando la misma todavía se encontraba en las primeras etapas de su construcción.​ Recibió las primeras letras en la escuela pública de los hermanos Betlemitas, la cual se limitaba al aprendizaje del catolicismo, la gramática y a las cuatro operaciones básicas de la aritmética, mientras que su madre se encargó de inculcarle las prácticas religiosas católicas que imperaban en esa época.​ También aprendió geometría, astronomía y latín en la escuela, y un profesor de origen español le enseñó los fundamentos de inglés, italiano y francés.​
Tras la muerte de su padre en 1805, tuvo que encargarse de la cuantiosa herencia del fallecido;​ era tal la fortuna que heredó que cuando partió hacia México en 1806 para resolver asuntos pendientes de su padre, lo hizo en una embarcación de su propiedad, la «Esclaro de María».​ Fue interceptado por un buque pirata inglés que le robó el cargamento y lo hizo prisionero, pero pudo regresar a Guatemala cuando varios de los piratas fueron capturados e hicieron un intercambio de prisioneros con las autoridades españolas.​ 
Nuevamente emprendió el viaje a México, esta vez por tierra, deteniéndose en Oaxaca por una temporada, para luego continuar hacia Puebla y la Ciudad de México, en donde se relacionó con las principales autoridades españoles de la localidad, quienes lo ayudaron a resolver los trámites judiciales que tenía contra varios establecimientos mercantiles.​ De esa cuenta, y gracias a su despejada inteligencia, obtuvo una ganancia de trescientos mil pesos al finalizar sus trámites, y regresó montado en mula a la Nueva Guatemala de la Asunción.​
En 1808 se embarcó para Lima, en donde permaneció ocho meses en trámites de la herencia de su fallecido padre, y nuevamente tuvo la oportunidad de relacionarse con las principales autoridades españolas; luego pasó a Chile, en donde vivían numerosos familiares de apellido Lazaraín y Vicuña.​ Allí conoció a su prima María Mercedes de Trucíos y Larraín —perteneciente a la familia de Los Ochocientos— con quien se casó en 1809, estableciéndose en el Reino de Chile.​
En 1811 fue regidor del cabildo de Santiago y participó activamente en el movimiento independentista, escribiendo artículos bajo varios pseudónimos en los periódicos El Semanario Republicano y El Monitor Americano.​ Fue uno de los gestores del tratado de Lircay de 1814 entre realistas y patriotas a fines de la Patria Vieja.
Deportado a Mendoza (Argentina) tras el triunfo de los realistas,​ y tras pasar por Buenos Aires, partió a Londres en 1815, en donde se dedicó a estudiar.​ Regresó a Chile en 1818, haciéndose cargo de la cartera de Relaciones Exteriores del gobierno de Bernardo O'Higgins cuando éste ya había logrado asegurar la independencia chilena.​ 
El 20 de octubre de 1828, cuando la guerra civil estaba en su apogeo, el gobierno de Aycinena lo nombre Ministro de la Guerra, con el grado de coronel, para restablecer la disciplina en las filas del ejército guatemalteco.​ Derrotado el ejército guatemalteco por las fuerzas invasoras del general hondureño Francisco Morazán, Irisarri fue hecho prisionero y solo se salvó de morir cuando un soldado abogó por su persona; fue enviado a pie hasta San Salvador atado de brazos, en donde permaneció preso por nueve meses.​ El 4 de junio de 1829 el gobierno de Morazán expidió una ley por la que se le imponía la pena de muerte a todos los miembros del Clan Aycinena que habían participado en el gobierno conservador de Guatemala —incluyendo a Irisarri— previo que devolvieron al erario los sueldos de sus tres años de trabajo y la confiscación de todos sus bienes.
Irisarri logró escapar de la cárcel salvadoreña el 7 de enero de 1830 y se embarcó en Acajutla hacia Guayaquil, en Ecuador, en donde se refugia.​
Fue junto a Manuel Blanco Encalada uno de los gestores chilenos del tratado de Paucarpata, firmado por Chile —para proteger a los soldados de su ejército que se encontraban una situación precaria— y el protectorado​, pero en Chile los exiliados peruanos encendieron los ánimos y consiguieron que Chile rechazara el tratado.​ Irisarri tuvo que quedarse en Lima y se enfocó en atender a los heridos chilenos que también quedaron en esa ciudad peruana.​
El 20 de agosto de 1838, la Corte de Justicia de Santiago de Chile falló «contra el gobierno chileno, declarando que el pacto había salvado al ejército de ser infructuosamente destruido», basado en el alegato de Defensa de los tratados de paz de Paucarpata que escribió Irisarri.​ El prestigio de Irisarri quedó restablecido, pero las victorias alcanzadas por el general Manuel Bulnes y el desencanto sufrido por el procesamiento que lo había condenado a muerte, hicieron que se trasladara nuevamente a Guayaquil, en donde entabló amistad con el gobernante, escribió varias obras y redactó algunos periódicos.​ A esa ciudad ecuatoriana llegó junto con el depuesto presidente del Protectorado Perú-Boliviano, el mariscal Andrés de Santa Cruz.​
En 1845 viajó a Colombia —entonces conocida como Nueva Granada—, llegando a Bogotá a finales de enero de 1846.​ Desde 1845 era presidente de Nueva Granada Tomás Cipriano de Mosquera —viejo amigo de Irisarri— quien al verse atacado en el periódico opositor Libertad y orden del antiguo subsecretario de Guerra, Alfonso Acevedo Tejada, solicitó al recién llegado que publicara un periódico en su defensa.​ Así fue como el 09 de mayo de 1846 Irisarri empezó a publicar Nosotros, orden y libertad del que se dijo: «Nosotros, orden y libertad; buen papel, bien escrito; su redactor es un filólogo consumado, hombre instruido y versado en la difícil ciencia del escritor público, puristas hasta las cachas, gran conocedor de la lengua, lleno de sal ática, amigo de retruécanos y juegos de palabras, que maneja a las mil maravillas.»​
Cuando dijeron que el autor tendría que ser el judío errante que acababa de llegar a Colombia, Irisarri cambió el nombre por el de cristiano errante, y así Nosotros, orden y libertad dejó de publicarse el 1 de agosto de 1846 siendo sustituido por El cristiano errante a partir del 8 de mayo de ese año.​ Su nuevo periódico que alcanzó mucho renombre y en él escribió parte de su autobiografía en formato de folletín de novela, y con el sobrenombre de «Romualdo».​ En 1846 publicó en Bogotá la Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho​ la que es considerada como una de sus mejores obras.​
En 1847 fue nombrado embajador de Guatemala ante Nueva Granada, pero ya no pudo ejercer el cargo porque salió de viaje hacia Jamaica, Puerto Rico y Cuba —entonces todavía parte del Imperio Español—; finalmente en 1849 se estableció en Nueva York.​ Allí editó el periódico El Revisor, que fue utilizado como texto en varias escuelas para aprender español debido a la calidad de su redacción.​
En 1863 dejó de representar a El Salvador ante el gobierno estadounidense, pues se declaró la guerra entre el gobierno liberal de ese país, al mando de Gerardo Barrios, y el conservador de Guatemala, al mando del general Rafael Carrera; los liberales salvadoreños, ansiosos de establecer una federación liberal en toda Centroamérica querían acabar con el régimen pro-catolicismo que imperaba en Guatemala y la acusaron de haber invadido con hordas de forajidos el territorio de Santa Ana en El Salvador.​ La guerra se decidió en favor de las fuerzas guatemaltecas lideradas por Carrera, mientras que el conflicto diplomático entre Irisarri, y el doctor Lorenzo Montúfar —guatemalteco liberal que estaba representando los intereses del gobierno de Gerardo Barrios en perjuicio de los del gobierno conservador de Guatemala— dejó para la posteridad sendas cartas públicas que manifiestan la postura histórica y política de sus respectivos partidos y países. en ese momento:
  • Irisarri, Antonio José de (31 de octubre de 1863). Carta de don José de Irisarri a don Lorenzo Montúfar. Brooklyn, Nueva York.
  • Montúfar, Lorenzo (1891). «Contestación de don Lorenzo Montúfar á don Antonio José de Irisarri: publicada en Londres el año de 1863». Club Liberal (2.ª edición) (Guatemala: La Unión).
Falleció en Nueva York mientras ocupaba el cargo de embajador de Guatemala ante el gobierno de los Estados Unidos. Sus restos fueron repatriados al país en 1968, al cumplirse un centenario de su fallecimiento, y fueron sepultados en el montículo N.° 5, en el panteón de los literatos guatemaltecos del Cementerio de la Ciudad de Guatemala.​
Su hijo Hermógenes Irisarri, nacido en Santiago en 1819, llegó a ser un destacado poeta y político chileno, desempeñándose también como diplomático y periodista. También es abuelo del destacado pintor paisajista Antonio Smith Irrisari. Su tataranieta es Ana Lya Uriarte, hija de Lya Rodríguez Irisarri.

Homenajes

Fue nombrado oficial de la Legión del Mérito de Chile.(En vida)

Póstumos

En 1960 se construyó el panteón dedicado a los intelectuales ilustres fallecidos en el extranjero en el montículo N.°5.​ Desafortunadamente, debido al golpe de estado de 1963 que derrocó al general Miguel Ydígoras Fuentes, presidente de Guatemala y promotor de la idea, el proyecto quedó abandonado; solamente Antonio José de Irisarri —cuyos restos fueron repatriados en 1968— y el poeta Domingo Estrada —cuyo deceso ocurrió en París en 1901— están sepultados en él. Otros literatos, como Enrique Gómez Carrillo fueron recordados con una placa conmemorativa ante la imposibilidad de repatriar sus restos. ​
En 1973 el gobierno guatemalteco estableció la Orden "Antonio José de Irisarri"; es otorgada a personas o entidades, guatemaltecas y extranjeras, que se hayan distinguido en relaciones internacionales o contribuido a la lucha por la independencia y la soberanía de los pueblos.​
El 02 de diciembre de 2009, el Gobierno de Guatemala inauguró la Sexta Brigada de Infantería, «Coronel Antonio José de Irisarri», con sede en Playa Grande, Ixcán, Quiché.​

Obras de Irisarri

Irisarri, Antonio José de (1833). Empréstito de Chile. Santiago de Chile

  • — (1838). Defensa de los tratados de paz de Paucarpata, hecha el 20 de enero de 1838. Lima, Perú: Imprenta de Eusebio Aranda.
  • — (1846). Historia crítica del asesinato cometido en la persona del Gran Mariscal de Ayacucho. Bogotá: Imprenta de José Cualla. WWW.WIKIPEDIA.ORG

                    !Honor, a quien Honor Merece!

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