FRANCISCO DE PAULA SANTANDER
FRANCISCO DE PAULA SANTANDER
Dirigente de la independencia de Colombia, nació en la población de la Villa del Rosario de Cúcuta,el 02 de abril de 1792 - virreinato de la Nueva Granada y murió el 06 de mayo en la ciudad de Bogotá, República de la Nueva Granada el año 1840.
Doctorado en Derecho a los 17 años, se unió enseguida al movimiento revolucionario contra la dominación colonial española (1810). Conocido como El Hombre de las leyes y el Organizador de la victoria.
Fue Vicepresidente de la Gran Colombia en el período de 1819 a 1827 (Encargado del poder ejecutivo) y Presidente de la República de la Nueva Granada entre 1832 y 1837.
Sus padres fueron Juan Agustín Santander y Colmenares (quien había sido gobernador de la Provincia de San Faustino de los Ríos y cultivador de cacao en sus posesiones rurales) y Manuela Antonia de Omaña y Rodríguez, ambos pertenecientes a familias criollas descendientes de funcionarios coloniales llegados al entonces Nuevo Reino de Granada. Su infancia transcurrió en la comodidad de las haciendas de café, caña de azúcar y cacao que poseía su padre, quien descendía de una antigua familia de militares y funcionarios.
En 1805 viajó a Bogotá a estudiar en el Colegio Mayor de San Bartolomé. Obtuvo la beca bartolina en 1805 y el grado de Bachiller en Filosofía en 1808, casi culminando sus estudios de Derecho en la Universidad de Santo Tomás, en el año 1810, cuando en las calles lo sorprende la Guerra de Independencia.
Ingresó como recluta voluntario en las filas patrióticas y ascendió a Subteniente Abanderado del Batallón de Infantería de Guardias Nacionales, el famoso Batallón 5º de la Unión. Fue parte de la Inspección Militar, de la Comisión de Guerra en la Junta Suprema y colaboró con Antonio Baraya en la campaña del Norte y en la Guerra de la Federación contra las fuerzas centralistas de Cundinamarca después de haber anexado Mariquita en sus filas, siendo ascendido sucesivamente a Teniente y Capitán, en menos de un mes en 1812.
Fue herido y hecho prisionero durante el asedio a Bogotá por las fuerzas centralistas al mando de Antonio Nariño, quien lo libera para enviarlo a servir en la campaña del general Simón Bolívar en el norte. En 1813, ya ascendido a Sargento Mayor, Bolívar le encomendó la defensa de los valles de Cúcuta, donde fue vencido por los realistas aunque les provocó un verdadero dolor de cabeza y tuvo victorias a pesar de la inferioridad cuantitativa o cualitativa, defendiendo o recuperando los valles de Cúcuta y parte de Venezuela, hasta la batalla de Cachirí, donde mandó la vanguardia y la descubierta, y donde el General Custodio García Rovira gritó "¡Firmes, carajo!", tras lo cual se vincula a la guerra en Venezuela haciendo toda la campaña del Centro hacia Caracas en 1818, además de hacer la campaña de Barinas, la Campaña de la Guayana o la campaña Apure, y contiendas como Fuerte Brión, hato del Yagual, Achaguas, Bancolargo, Guayabal, Calabozo, El Sombrero, La Puerta, Barbacoas, Acurén, Ortiz, el Rincón de los Toros y otras. fuente:biografías y vidas.
Francisco de Paula Santander
Combatió en diversas campañas hasta que Bolívar le ascendió a general y jefe del Estado Mayor de su ejército (1817); y siguió colaborando con él hasta la independencia de la Gran Colombia (actuales Colombia, Venezuela, Panamá y Ecuador) en 1819.
Santander fue nombrado Vicepresidente del país por el departamento de Cundinamarca (nombre que tomó Nueva Granada, actual Colombia, y se encargó del gobierno mientras Bolívar estaba ausente luchando contra los españoles. Su poder fue confirmado al establecerse un régimen político unitario en 1821, pasando Santander a ejercer la vicepresidencia de la Gran Colombia.
Fue comandante de la segunda brigada de caballería, venciendo en El Yagual donde fue crucial, cargó violentamente, y asimismo lucharía lanza en mano en la campaña de los Llanos. En 1818 es ascendido a general de brigada, y con experiencia como oficial de Estado Mayor y comandante, mandando entre otros los batallones "Piar", "Apure" y "Bajo Caroní", la segunda brigada de caballería o la primera división de línea del Bajo Caroní se le encomienda reorganizar las fuerzas en Casanare para la ofensiva final.
Después de acciones como Termópilas de Paya, Pantano de Vargas o Gámeza, donde fue herido al frente de las tropas, y el cruce del paramo de Pisba, con su ejército fue la pieza definitiva en el triunfo de Bolívar en la Batalla de Boyacá en 1819, donde rodeó al enemigo y lo persiguió evitando que pudiera reorganizarse. Se le ascendió a general de división en el campo de batalla, y es desde ese momento en que recibe el título de "Organizador de la Victoria" por la forma cómo logró estructurar y disciplinar las filas que tres años atrás le habían dado la espalda, y las había convertido en el ejército más efectivo de los que participaban en las batallas de la independencia.
Además de comandante de compañía, de batallón, de brigada y de división,se afirma también, que en una mañana de 1819, con "una frialdad que crispaba el alma", sin que le temblara la mano al firmar la orden y sin parpadear, Santander ordenó fusilar en la Plaza Mayor al general español José María Barreiro con 38 compañeros, no solo temiendo un golpe de mano, sino aplicando la Ley del Talión.
Barreiro era el mismo que derrotado en la Batalla de Boyacá, le envió al general Santander su diploma e insignias de masón de alto grado creyendo que era hermano, pero el general neogranadino solamente respondió: “¡La patria por encima de la masonería!”. Resultan extrañas estas afirmaciones, porque Santander era masón, sin embargo, renunció a las logias masónicas y en un artículo en "el Patriota" en 1823 Santander aseguró que "El hombre es primero ciudadano que masón, y como ciudadano tiene deberes muy estrictos y sagrados con la sociedad, y la autoridad temporal debe prohibir la sociedad de los francmasones si ésta, en lugar del compromiso a que se obliga de favorecerse y dar ayuda a sus hermanos, puede impedir la observancia de las leyes".
El fusilamiento de Barreiro y sus compañeros no se llevó a cabo inmediatamente, lo que supone un período de reflexión por parte de Santander. Se dice que las razones para proceder con estas ejecuciones (teniendo en cuenta la época y lo frágil que estaba la recién lograda victoria independentista) fueron:
- Los soldados que los custodiaban habían sido sus subalternos.
- La guarnición y las armas fueron enviados al frente, los guardianes eran muy pocos, y los prisioneros tenían la ventaja.
- Eran visitados por algunas familias principales de Bogotá, simpatizantes de los realistas, que les informaban de la situación militar del Ejército Libertador.
- Sabían que las armas por el lado del Magdalena sólo ocupaban hasta Nare, que Antioquia no había sido aún liberada, y que la Provincia de Popayán seguía en manos españolas.
- Recién liberadas sólo algunas poblaciones de Nueva Granada, no había sitio ni guardia que los pudiera tener en custodia.
- Si se fugaban se reincorporarían al ejército español con todo lo que sabían sobre el ejército libertador, en una situación parecida a la de Puerto Cabello, que cayó siendo Bolívar el responsable por esta plaza.
- Dado que este era "un gobierno más", porque así suponían muchos, era necesaria una demostración de autoridad para hacer entender que estaba para quedarse, y hacer desistir a posibles simpatizantes de la corona española. Barreiro incluso presumía cuál sería su suerte ya que no esperaba ser canjeado, porque no había prisioneros entre los suyos.
Mientras Bolívar intentaba ponerle final a la guerra a muerte antes de Santa Ana, el virrey español Sámano, ejecutó a los prisioneros de Portobelo en la expedición a Panamá.
Respecto al fusilamiento de Barreiro, Bolívar dijo a Santander:
"…Nuestros enemigos no creerán a la verdad, o por lo menos, supondrán artificiosamente que nuestra severidad no es un acto de forzosa justicia, sino una represalia o una venganza gratuita. Pero sea lo que fuere, yo doy las gracias a V. E. por el celo y actividad con que ha procurado salvar la República con esta dolorosa medida…"
Según Laureano García Ortiz: "Para la mayoría de los granadinos, Santander no era dueño sino del suelo que pisaba, y por esta extensión reducida y por la delgadez e improvisación de las Fuerzas Armadas, estaba a merced de las empresas del enemigo circundante y de los golpes de mano internos. Más de la mitad de la población granadina, como lo fue la venezolana, era francamente realista, y otra parte lo era ocultamente, en expectativa de la hora propicia para declararse. En la clase alta de Bogotá y entre el numeroso personal de los funcionarios de la Corona, y sus clientes, servidores y favorecidos, predominaban la fe y la decisión monárquica. Para tales gentes, lo sólido y permanente era el Rey; lo pasajero y efímero era la República: la autoridad era inconmovible, la libertad ilusoria.
En un informe para Bolívar, revisaba detalle por detalle su decisión y el efecto, y los "escritos políticos de Santander" recopilado por Jorge Orlando Melo menciona que "El general de división Francisco de Paula Santander, vicepresidente de Cundinamarca, presenta al gobierno de la República y a los pueblos del mundo civilizado los motivos y razones que lo obligaron a ordenar la ejecución de 38 oficiales españoles prisioneros en la campaña de 1819, verificada en la ciudad de Bogotá el 11 de octubre del mismo año. Bogotá, 31 de octubre de 1819".
Cuanto más considero el gobierno de usted, tanto más me confirmo en la idea de que usted es el héroe de la administración americana.Simón Bolívar
Cuando murió Bolívar y se rompió la Gran Colombia (1830), Santander regresó del exilio y participó en la revolución que dio origen a la República de Colombia separada de Venezuela y Ecuador. Fue elegido primer presidente constitucional de Colombia (1832-37) e inició una sangrienta persecución de los bolivarianos y otros disidentes. No obstante, siguió una línea política progresista, con especial atención al desarrollo de la educación. Perdidas las elecciones de 1837, abandonó el poder y siguió ejerciendo como diputado de la oposición hasta su muerte.
Rechazando la reelección en la Presidencia, cuando terminaba su mandato no logró unir a sus seguidores en torno de un solo candidato y el triunfo fue para José Ignacio de Márquez. En este período Santander se quejaba de fuertes cólicos y los doctores no encontraban razón de sus dolores. Se convirtió entonces en senador y presidente del Congreso de Nueva Granada; así mismo lideró la oposición a Márquez y cuando se preparaba para iniciar su campaña por la reelección, el mismo día de pronunciar un brillante discurso que era típico de su oratoria cayó gravemente enfermo y falleció en la ciudad de Bogotá después de una larga agonía y de delirios. Haciendo su testamento, expresó:
"Ojalá hubiera querido a Dios tanto como quise a mi patria".
Su autopsia reveló, además de dos heridas de bala y una de lanza, que murió a causa de cálculos biliares causados al manejar un gran estrés, razón por la cual sentía los fuertes cólicos. fuente:es.wikipedia.org.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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