MARÍA ESTELA M DE PERÓN


                                                     María Estela  de Perón

  Nació, en febrero del año 1931, en la Rioja, la ciudad capital de la provincia de La Rioja en Argentina. Se encuentra ubicada al centro-este de la provincia, en el departamento Capital, cabecera de La Rioja.

   Conocida popularmente como Isabelita o Isabel Perón, ejerció la presidencia constitucional de Argentina entre 1974 y 1976, cuando fue depuesta por un golpe militar. Fue la primera mujer en el mundo en ser presidenta.
   Conoció a Juan Domingo Perón en 1955 cuando éste se hallaba exiliado en Panamá. Comenzó siendo su secretaria y partió con él a España, en donde se radicaron y se casaron en 1961.
    De regreso a su país, fue compañera de fórmula de su esposo en las elecciones presidenciales de septiembre de 1973, convirtiéndose en la primera vicepresidente mujer de su país con 42 años.
    A la muerte de Perón al año siguiente, Isabel asumió la presidencia el 1 de julio de 1974. Aunque hábil para representar a su marido en gestiones diplomáticas y políticas, como presidente fue incapaz de afrontar el complejo escenario de conflictividad política armada y crisis económica que atravesaba el país. Fue derrocada el 24 de marzo de 1976 por un levantamiento militar que, mediante un golpe de Estado, dio origen a la dictadura autodenominada Proceso de Reorganización Nacional y que la mantuvo detenida varios años.
    Al ser liberada en 1981 se radicó en España, donde vivió desde entonces. A comienzos de 2007, a raíz de la apertura de causas judiciales por asesinatos políticos realizados durante su gobierno, se solicitó su extradición a Argentina. Las cortes españolas rechazaron la extradición.
   María Estela Martínez es la hija menor de Carmelo Martínez (1893-1938) y de María Josefa Cartas (1897-1966). Su padre, un empleado bancario porteño, se hallaba destinado en la ciudad de La Rioja. Vivió su infancia en Buenos Aires, donde cursó sus estudios primarios y luego danza. Huérfana de padre en 1938, María Estela se distanció de su familia y adoptó el nombre artístico de Isabel, sumándose a una compañía de danzas con la que recorrió Latinoamérica. 

   A fines de 1955, mientras trabajaba como bailarina en el cabaret “Passapoga” en la Avda. Urdaneta de la ciudad de Caracas, Venezuela, -donde era conocida por su nombre artístico; «Isabel Gómez»-, conoció al ex presidente argentino Juan Domingo Perón, quien se hallaba exiliado Y HABÍA SIDO DERROCADO  por la Revolución Libertadora. Vivieron juntos desde entonces, en distintos países: Panamá, Venezuela, República Dominicana y finalmente España, donde se casaron el 15 de noviembre de 1961. Isabel se convirtió en la tercera y última esposa de Perón.

   En 1965 Isabel viajó a la Argentina como delegada personal de Perón, acompañada por José López Rega, para hacer frente al fenómeno del neoperonismo. La misión de Isabel era desbancar al líder metalúrgico Augusto T. Vandor, apodado “El Lobo”, quien desde el gremialismo había adquirido un peso sustancial en la escena política y propiciaba “un peronismo sin Perón”.
   En diciembre de 1971 viajó nuevamente a la Argentina, acompañada por López Rega, para apoyar la designación de Héctor Cámpora como nuevo delegado de Perón en el país. A fines de 1972 acompañó a Perón en su primer retorno al país y participó en algunas actividades políticas.
    Héctor José Cámpora —candidato nominado por la coalición Frente Justicialista de Liberación (FREJULI), cuyo principal componente era el Partido Justicialista dirigido por Juan Domingo Perón- triunfó en las elecciones presidenciales del 11 de marzo de 1973, con el apoyo de un sector importante del sindicalismo y de la juventud peronista. La aceptación general de que el poder real lo tenía Perón se condensó en una de las consignas de propaganda política que decía “Cámpora al Gobierno, Perón al poder”
   Al asumir Cámpora recrudecieron las pujas y enfrentamientos de los sectores que convivían dentro del justicialismo y que tenían enfoques ideológicos divergentes. Juan Manuel Abal Medina, una figura con buena relación con los dirigentes sindicales Lorenzo Miguel y José Ignacio Rucci y con los militares, que fuera nombrado delegado de Perón en septiembre de 1972 afirmó en un reportaje en 1999:
   Entre el 8 y el 18 de mayo (a pocos días de la asunción del presidente electo Héctor Cámpora), Isabel Perón encabezó una misión en China y en Corea del Norte como enviada oficial del justicialismo, acompañada por López Rega (un artículo al respecto puede verse en revista “El Descamisado’, № 1, pág. 10). El 25 de mayo de 1973 Cámpora asumió la presidencia y nombra a López Rega como Ministro de Bienestar Social.
   El 20 de junio de 1973, Perón regresó definitivamente a la Argentina, oportunidad en que se produjo la Masacre de Ezeiza, un enfrentamiento violento entre bandos del frente de partidarios de derecha e izquierda, que se disputaban el poder en el seno del propio peronismo, que ocasionó el disgusto del mismo respecto de la gestión que estaba llevando a cabo Cámpora.
   Poco después Cámpora y el vicepresidente, Solano Lima, renunciaron a pedido de Perón para permitir nuevas elecciones. Asumió entonces el presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Lastiri -casado con la hija de López Rega-, quien convocó a elecciones de presidente y vicepresidente de la Nación.
   Perón fue elegido como candidato a presidente y dispuso que su esposa Isabel fuera la candidata a la vicepresidencia, descartando a otros posibles candidatos provenientes del justicialismo o de otros partidos políticos. El cargo de vicepresidente tenía en el caso una especial trascendencia pues se sabía que Perón, ya a poco de cumplir 78 años, había tenido problemas de salud.
   El 23 de septiembre de 1973, venció la fórmula Perón-Perón con el 62% de los votos. Perón, enfermo desde hacía tiempo, falleció el 1 de julio de 1974, e Isabel asumió la presidencia ese mismo día. Según afirmó ella misma en una entrevista, el mismo día de la muerte de Perón ofreció su renuncia al cargo de Presidente, pero no le fue aceptada.

Gobierno de María Estela Martínez de Perón

   La presidencia de Martínez de Perón se desarrolló en el marco de la llamada Guerra fría entre Estados Unidos y el bloque comunista. En esos años se produce la derrota norteamericana en la Guerra de Vietnam y el accionar de fuertes organizaciones terroristas -ETA, IRA, Brigadas Rojas- con el ascenso de los partidos comunistas en Europa. Internamente el país se vio también afectado por esa extrema violencia, con la actuación de varios grupos armados de distinto signo.
   En América Latina la democracia estaba amenazada por golpes de Estado y dictaduras militares gobernaban todos los países limítrofes. La situación política y económica que debía enfrentar la presidente era extremadamente delicada, tal vez como pocas veces había sufrido el país.
   El gobierno procuró mantener el control político con intervenciones a las provincias, a las universidades, a los sindicatos y a los canales de televisión privados; reforzando la censura contra librosdiarios y revistas. El gobierno exhibió una marcada inoperancia administrativa en distintas áreas. Su viraje político a una posición de derecha extrema comenzó a provocar el rechazo dentro de sectores del peronismo y del país. La izquierda peronista abandonó el apoyo al gobierno cuando la agrupación Montoneros -que pretendía disputarle la autoridad a la presidente- anunció su pase a la clandestinidad el 6 de setiembre de 1974, afectando la gobernabilidad de la endeble democracia.
   A principios de 1975 la presidente intentó generar un nuevo clima y se propuso normalizar las autoridades en las provincias y dar fin a las intervenciones. En abril se celebraron elecciones libres para gobernador en la Provincia de Misiones, en las que ganó el candidato del gobierno. En esas elecciones los Montoneros participaron como Partido peronista "Auténtico".
   A pesar de una devaluación de la moneda, la economía argentina sufrió los daños graves de una inflación creciente, con la paralización de las inversiones de capital. A esas dificultades se sumó la suspensión, por parte de Europa, de las exportaciones de carne argentina (un análisis detallado sobre el derrotero político y económico del gobierno de Isabel puede verse en el libro de Guido Di Tella, "Perón-Perón", Ed. Sudamericana, Bs. As., 1983).
La solución de corte monetarista intentada por el ministro Alfredo Gómez Morales, no tuvo éxito, y provocó una fuerte retracción de la liquidez, iniciando un complicado proceso. Se había alcanzado una de las tasas de desocupación más bajas de la historia, pero a costa de una inflación muy alta.

Operativo Independencia

   El dictado de este decreto de aniquilamiento de la subversión inició el Terrorismo de Estado.
    El 1º de mayo en la Plaza de Mayo -en conmemoración del Día de los Trabajadores-; en un momento de especial tensión en el país, Estela Martínez de Perón amenazó en su discurso pronunciado desde el balcón de la Casa Rosada con convertirse en la mujer del látigo.

El "Rodrigazo"

    En junio de 1975, el nuevo ministro de Economía, Celestino Rodrigo, auspiciado por López Rega, aplicó una nueva y más fuerte devaluación de la moneda, acompañado de un aumento de las tarifas de los servicios (electricidad, etc.) y de los precios de los combustibles; fue popularizado como el Rodrigazo. 
Crisis política
    Ante la creciente actividad de los grupos armados de izquierda —tanto los Montoneros como el Ejército Revolucionario del Pueblo— y los grupos parapoliciales de extrema derecha -la Triple A-, Martínez de Perón decidió fortalecer la acción de gobierno e incorporar a un militar en su gabinete.
    Desató una crisis en el ejército, que no aceptaba co-gobernar con la presidente y se oponía al nombramiento del coronel Vicente Damasco como ministro. El detonante final fue la aparición del cadáver del mayor Argentino del Valle Larrabure. Entonces fue designado Jorge Rafael Videla como Comandante general en reemplazo de Alberto Numa Laplane, que fue pasado a retiro. También asumieron cargos de importancia en el ejército los generales Luciano Benjamín Menéndez y Roberto Viola, entre otros.
    La crisis política y económica se agravaba y en septiembre de 1975 Martínez de Perón pidió licencia del cargo por razones de salud; sus funciones fueron ejercidas por el presidente provisional del Senado, Ítalo Lúder, entre el 13 de septiembre y el 16 de octubre de 1975. En ejercicio de la presidencia -y a raíz de un ataque de Montoneros a un regimiento de Formosa-, Ítalo Lúder extendió a todo el país la política de "aniquilar" el accionar de los elementos "subversivos" a través del dictado de tres nuevos Decretos de aniquilamiento de 1975 (Argentina): el Decreto 2770/75, el Decreto 2771/75 y el Decreto 2772/75. Aunque algunos sectores políticos propiciaban el desplazamiento definitivo de Isabel y la permanencia de Luder como presidente; Isabel retornó al ejercicio de la presidencia.

                                 El golpe de estado
    El clima político no mejoró con la ida de López Rega ni con la promesa del anticipo de las elecciones para el 17 de octubre de 1976.
   Después de la sublevación de la Fuerza aérea, Isabel intentó una alianza aún más estrecha con los militares, con el fin de ganar tiempo. El ejército efectuó una feroz represión contra un grupo del ERP que intentó copar un depósito de arsenales en Monte Chingolo y la policía capturó a uno de los principales jefes montoneros -que aún continúa desaparecido-: Roberto Quieto. 
   El gobierno cambió el gabinete -dejando de lado su alineamiento con los sectores sindicales-, llegando incluso a sugerir un retraso de las elecciones, una reforma constitucional, la reelección de la propia Isabel o una solución como en Uruguay: conservar un presidente civil entregando todo el poder a los militares. Sin embargo, a esa altura de los acontecimientos la figura de la presidente no lograba consenso entre las propias filas justicialistas, que desde meses antes estaban muy divididas sobre la conveniencia de su permanencia en el poder.
    En marzo de 1976 el gobierno solicitó a dos dirigentes opositores, Ricardo Balbín y Oscar Alende, que se dirijan al electorado solicitando el respeto a los plazos institucionales, ya que un golpe militar era percibido como inevitable. El 10 de marzo, en un fuerte discurso, la presidenta, acusó fuertemente a la ultra derecha y a la ultra-izquierda de tener como único objetivo el volver a un país preindustrial y "voltear las chimeneas que levantó el General Perón" .
    El 24 de marzo de 1976 un golpe de estado encabezado por los comandantes en jefe del ejército, marina y aeronáutica destituyó al gobierno constitucional y lo sustituyó por una junta militar al mismo tiempo que se disolvía el Congreso. La ex presidente fue enjuiciada por malversación de fondos públicos por haber utilizado para pagar una deuda personal fondos pertenecientes a una fundación, que luego reintegró.

    La dictadura mantuvo detenida a María Estela Martínez de Perón durante más de cinco años, primero en la residencia El Messidor, Neuquén y luego en una quinta en la localidad de San Vicente, ubicada en el conurbano de Buenos Aires.
    Una vez liberada, en julio de 1981, se radicó en Madrid y abandonó en forma casi total la actividad política, aunque regresó ocasionalmente a la Argentina. El plebiscito sobre el Canal de Beagle fue ocasión de su última aparición como figura histórica del peronismo, cuyos sectores más ortodoxos mantenían su respeto por ella en su carácter de viuda de Perón.

Proceso judicial en 2007

    El 11 de enero de 2007 el juez federal de San Rafael (Mendoza) Héctor Acosta pidió a Interpol su captura internacional en el marco de la investigación de la desaparición de un estudiante en febrero de 1976, antes del golpe de estado. Escasas horas después, el 12 de enero del mismo año fue arrestada en su domicilio de Villanueva de la Cañada, Comunidad de Madrid, España. Este estudiante fue desaparecido bajo los decretos —previos al golpe de estado— que habilitaban a las fuerzas armadas a "aniquilar el accionar de elementos subversivos", firmados por la presidente Perón. Esto llevó al inicio del terrorismo de Estado en la Argentina que luego [cita requerida]se extendió y agravó tras el golpe de estado de 1976. Según el informe de la CONADEP en el libro Nunca Más hubo más de 600 denuncias de personas desaparecidas anteriores al golpe de estado.[cita requerida]
El 12 de enero de 2007, fue detenida por la Policía Nacional española a las afueras de Madrid y fue trasladada, esposada, a la Audiencia Nacional.
Tras negarse a ser extraditada voluntariamente a Argentina, fue puesta en libertad provisional por el Juez de Guardia, Juan del Olmo, mientras se resuelve el expediente ordinario de extradición, con la obligación de comparecer en el juzgado cada 15 días.
El 28 de abril de 2008, la Audiencia Nacional española consideró que los supuestos crímenes atribuidos a la ex jefa de Estado estaban prescritos pues no eran de lesa humanidad y en consecuencia la justicia de España rechazó el pedido de extradición.
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