FERMÍN TORO

                                                             FERMÍN TORO


Fermín del Toro y Blanco fue un polímata venezolano, nacido en Caracas en 1806 y fallecido el 23 de diciembre de 1865 en la misma ciudad. 

Alcanzó relevancia como humanista, político, diplomático, literato, orador y docente, desempeñándose varias veces como Ministro Plenipotenciario de Venezuela, como Ministro de Hacienda de Venezuela en dos ocasiones y como Ministro de Relaciones Exteriores. 


Igualmente fue dos veces Diputado en el Congreso de Venezuela y durante la crisis del «Gobierno de la Fusión», liderado por Julián Castro, presidió en 1858, la Convención Nacional de Valencia, que serviría para reorganizar las filas del Partido Conservador de Venezuela y materializar una «Reforma Constitucional», que daría pie al inicio de la Guerra Federal, durante la cual sirvió al gobierno como líder de diferentes misiones diplomáticas para obtener financiamiento, que era necesario en aquellos momentos en Venezuela, acudiendo a países como España, Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Brasil y los Países Bajos.
A la parte de su labor política y diplomática, sus aportes a las letras y la escritura fueron notorios, con títulos como: Europa y América, Cuestión de imprenta y Los estudios filosóficos en Venezuela. Igual de notoria fue su obra de carácter politológico, publicada en 1845, «Reflexiones sobre la Ley del 10 de abril de 1834». Significativa fue su labor en la docencia, además de colaborar con artículos literarios en los periódicos de la época. 

Se incorporó al grupo que dirigía «El Liceo Venezolano», importante institución científico-literaria. Luego, en 1842, publicó por entregas «Los Mártires», considerada como la primera novela producida en el país; además de la misma escribió varios cuentos («La viuda de Corinto» y «La Sibila de los Andes», sobresalen como los más destacados); artículos costumbristas («Costumbres de Barullópolis») y algunos poemas acartonados. La fama de Fermín Toro como hombre de letras se la debe a sus ensayos políticos, a sus artículos periodísticos y a sus intervenciones como orador en el Congreso.
El escritor español Pedro Grases lo incluyó a él dentro de un grupo de hombres notables a quienes llamó la generación de 1830. Otros personajes importantes de esa generación fueron Juan Vicente González, Juan Manuel Cagigal, Rafael María Baralt, Valentín Espinal, Luis D. Correa y José Antonio Maitín.
Durante toda su vida Fermín Toro militó en las filas del Partido Conservador. En 1841 Fermín Toro regresó a Venezuela y se hace cargo del puesto de Oficial Mayor del Ministerio de Hacienda en sustitución de José Luis Ramos. Además Toro volvió al puesto de profesor en el Colegio de Montenegro y Colón.​ En 1842 Fermín Toro presidió la comisión encargada de preparar en Caracas las honras fúnebres a Simón Bolívar con motivo del traslado de sus restos desde Colombia, convirtiéndose además en el cronista que narró el acontecimiento.
En 1844 fue a Nueva Granada como Ministro Plenipotenciario de Venezuela, con la finalidad de negociar un acuerdo sobre los problemas limítrofes con aquel país. La misión no tuvo éxito porque la Nueva Granada quería someter el diferendo al arbitraje extranjero y además pedía concesiones en tierras del actual estado Amazonas.​
El 1.º de abril de 1846 Toro fue ratificado como Ministro Plenipotenciario para efectuar en Madrid el canje de ratificaciones para la entrada en vigencia del tratado de paz del 30 de marzo de 1845 entre España y Venezuela, mediante el cual la antigua metrópoli reconocía la independencia venezolana. El 22 de junio de 1846 dicho acuerdo fue rubricado. El día 19 de ese mismo mes fue recibido por la reina Isabel II. Para celebrar este importante evento, la reina ofreció un baile en el Palacio Real en el que bailó con Fermín Toro.

En abril de 1847 regresó al país, siendo nombrado de inmediato Ministro de Hacienda por el presidente José Tadeo Monagas debido a la renuncia de José Félix Blanco. Al año siguiente se incorporó a las Cámaras Legislativas como diputado por Caracas. Cuando aconteció el llamado fusilamiento del Congreso el 24 de enero de 1848 Fermín Toro no se encontraba allí por razones personales.​ Toro decidió no asistir a la sesión del día siguiente y cuando los emisarios del presidente le solicitaron de parte de éste volver al Congreso, él les dirigió las siguientes palabras: «... Decidle al General Monagas que mi cadáver podrán llevarlo, pero que Fermín Toro no se prostituye...»​ A partir de este momento y hasta 1858 Toro se retiró de toda actividad política, retirándose a su hacienda en los Valles de Aragua, en donde se dedicó a labores agrícolas y ganaderas, así como a profundizar sus conocimientos de botánica.
Fermín Toro murió en Caracas el 23 de diciembre de 1865. Al enterarse de su muerte Juan Vicente González escribió una Meseniana donde lo califica como El último venezolano y se lamenta de su defunción. A continuación  extracto de esa Meseniana:
¿Qué nuevas desgracias amenazan a mi patria? ¿Qué reciente crimen se ha cometido en nombre de la santa libertad?
Es que acaba de abrirse una tumba, y ha caído en ella el último venezolano, el fruto que crearon la aplicación y el talento, y que sazonó la paz, en los envidiados días, que para siempre huyeron, de gloria nacional. ¡Llorarle es afligirse por los destinos de un pueblo, condenado a vivir de la ceniza de sus días pasados!
¡Yo te saludo, amigo; no en esa fosa estrecha, sino en los espacios luminosos, donde innumerables astros giran con desconocida armonía sobre este pequeño túmulo que llamamos nuestro universo!
(Juan Vicente González, Meseniana a Fermín Toro)
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                !HONOR, A QUIEN HONOR MERECE! 

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