ALFREDO ARMAS ALFONZO
ALFREDO ARMAS ALFONZO
Alfredo Armas Alfonzo naciò el 06 de agosto de 1921 en Clarines, una población venezolana ubicada al norte del Estado Anzoátegui, Estados Unidos de Venezuela, oriente del país, que es capital del municipio Manuel Ezequiel Bruzual, Anzoátegui.
Falleció el 09 de noviembre de 1990 en Caracas, ciudad capital venezolana. Fue un escritor, crítico, editor e historiador venezolano. Es tomado como un precursor del «realismo mágico».
Falleció el 09 de noviembre de 1990 en Caracas, ciudad capital venezolana. Fue un escritor, crítico, editor e historiador venezolano. Es tomado como un precursor del «realismo mágico».
Alfonzo pasó su infancia en Puerto Píritu, y más tarde concurrió a sus primeras clases de periodismo en la Universidad Central de Venezuela en Caracas. Trabajó para el Servicio de Correos en Barcelona y para compañías petroleras del oriente venezolano. También fue corresponsal en el oriente venezolano del diario caraqueño El Nacional. Publicó una columna en este diario hasta su muerte en 1990. Fue fundador de la revista literaria Jagüey, y organizó y presidió la primera conferencia de la Asociación Venezolana de Periodistas.
Alfonzo continuó escribiendo para varios periódicos y fundó y dirigió revistas como El Farol y Nosotros, además de trabajar para el gobierno y para la "Creole Petroleum Corporation" (compañía petrolera).
En 1949 publicó Los Cielos de la Muerte. En 1962 renunció a la Creole Petroleum Corporation y comenzó a trabajar en la Universidad de Oriente, donde creó la Dirección de Cultura. En 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura. Entre 1970 y 1971 se desempeñó como Vicepresidente del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes. En 1975 se unió como miembro de la Comisión Organizadora del Consejo Nacional de Cultura (CONAC).
En 1986 la Universidad de Oriente le confirió un Doctorado Honoris Causa en Humanidades, en reconocimiento por su labor literaria ejemplar, y su valorización de la cultura popular y el folklore. Tras su muerte, sus hijos crearon la Fundación Armas Alfonzo, y se encargan de publicar y difundir su obra.
Alfonzo continuó escribiendo para varios periódicos y fundó y dirigió revistas como El Farol y Nosotros, además de trabajar para el gobierno y para la "Creole Petroleum Corporation" (compañía petrolera).
En 1949 publicó Los Cielos de la Muerte. En 1962 renunció a la Creole Petroleum Corporation y comenzó a trabajar en la Universidad de Oriente, donde creó la Dirección de Cultura. En 1969 recibió el Premio Nacional de Literatura. Entre 1970 y 1971 se desempeñó como Vicepresidente del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes. En 1975 se unió como miembro de la Comisión Organizadora del Consejo Nacional de Cultura (CONAC).
En 1986 la Universidad de Oriente le confirió un Doctorado Honoris Causa en Humanidades, en reconocimiento por su labor literaria ejemplar, y su valorización de la cultura popular y el folklore. Tras su muerte, sus hijos crearon la Fundación Armas Alfonzo, y se encargan de publicar y difundir su obra.
Su obra desarrolla un estilo imaginativo y es conocida por su literatura impresionista, donde el lector está expuesto al mundo particular del autor. Sus personajes se destacan por ser personas modestas, típicamente rurales y que demuestran la esencia del ser nacional venezolano.
Su obra más conocida y que es como su obra cumbre : El osario de Dios. Son más de cien cuentos en los cuales el autor describe su mundo fantástico. Entre el grupo de creadores que trabajó para renovar el cuento en Venezuela en los años cuarenta, Armas Alfonzo ocupa un lugar singular.
Él, es inventor de un espacio narrativo en donde ocurren todas sus ficciones: Unare, territorio real que ha transformado en lugar mítico a través de sus colecciones de cuentos, iniciadas con Los cielos de la muerte (1949), y que tras un proceso lo llevó a su libro mayor, El osario de Dios (1969), obra cumbre de su autor y de la narrativa contemporánea en Venezuela.
El territorio mágico de sus ficciones ocupa el lugar que Armas Alfonzo fue concediéndole a través de cuarenta años de tratamiento a los mismos seres, los mismos personajes, las mismas cosas. Se trata de un conjunto de más de cien cuentos -a veces brevísimos- por medio de los cuales el autor hace el inventario de su mundo imaginario.
- 1949 Los cielos de la muerte.
- 1951 La cresta del cangrejo.
- 1953 Tramojo.
- 1954 Isla de pueblos.
- 1956 Los lamederos del diablo.
- 1967 Como el polvo.
- 1967 PTC, Puerto Sucre vía San Cristóbal.
- 1968 La parada de Maimós.
- 1969 El Osario de Dios.
- 1970 Los cielos de la muerte.
- 1971 Qué de recuerdos, Venezuela.
- 1971 Con los brazos abiertos.
- 1972 Agostos y otros difuntos.
- 1972 Cualquier ocaso.
- 1973 Siete güiripas para Don Hilario.
- 1975 Cien maúseres, ninguna muerte y una sola amapola.
- 1976 Cuentos.
- 1976 Las palabras de Guanape.
- 1977 La tierra de Venezuela y los cielos de sus santos.
- 1979 Angelaciones.
- 1980 Uno ninguno.
- 1980 Hierra.
- 1980 El Tigre: la raíz cercana de la rosa.
- 1981 Clarines bien lejos.
- 1981 Con el corazón en la boca.
- 1983 Hierba.
- 1985 Diseño Gráfico en Venezuela.
- 1987 Este resto de llanto que me queda.
- 1989 Cada espina.
- 1990 Los desiertos del ángel.
Su obra fue traducida a diversos idiomas, entre ellas ruso, checo, francés, italiano e inglés.fuente. WIKIPEDIA.ORG-buscabiografìas.com
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