RODOLFO IZAGUIRRE
RODOLFO IZAGUIRRE
Rodolfo Izaguirre nace en la ciudad de Caracas, Estados Unidos de Venezuela, el 09 de enero de 1931.
Es un ensayista y crítico cinematográfico venezolano, padre del escritor y presentador de televisión Boris Izaguirre.
Es un ensayista y crítico cinematográfico venezolano, padre del escritor y presentador de televisión Boris Izaguirre.
Residió en su infancia en Caracas, esquinas de Pescador a Cochera, junto a sus padres Pablo y Tula Tosta.
Inició los estudios de derecho en La Sorbona de París, al estar cerrada la Universidad Central de Venezuela por el presidente Marcos Pérez Jiménez. E inició su carrera en el cine gracias a la proximidad de su residencia en París a la Cinemateca Francesa, lo que le llevó a abandonar la carrera de derecho.
Después de participar activamente en la creación de agrupaciones literarias de izquierda, como Sardio y El Techo de la Ballena (1961), entre 1968 y 1988 se centró en la dirección de la Cinemateca Nacional de Venezuela, fundada por Margot Benacerraf en 1966.
Gracias a su labor, convirtió a la institución en el epicentro de un proceso de formación de futuros cineastas y espectadores. Colaboró durante treinta años en la Radio Nacional de Venezuela con el microprograma de difusión cinematográfica El cine, mitología de lo cotidiano. Actualmente es columnista dominical del diario El Nacional.
Obra No ficción
- El cine venezolano (1966)
- Historia sentimental del cine americano (1968)
- Acechos de la imaginación(1993)
- El cine: La belleza de lo imposible (1995)
Ficción
- Alacranes (1966; obra clave dentro del desarrollo de la ficción urbana)www.es.wikipedia.org.
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Periodista>Milagros Socorro./segmentos de una entrevista/ 28/05/2014
¿Qué estrella de cine persiste en su admiración desde su infancia?
–Errol Flynn. Las primeras imágenes del cine vistas en la infancia tienden a ser perdurables porque van asociadas al paraíso que muy pronto comenzaremos a perder al hacernos adultos. En el caso de Errol Flynn, esas imágenes tienen que ver con la aventura: con Robin Hood, con El Capitán Blood, es decir, con justicieros de los bosques y piratas en el mar Caribe. Él era lo que uno nunca llegaría a ser: bello, atlético, arrojado, risueño, audaz y asediado por las más bellas mujeres, dentro y fuera del cine.
–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?
–Casablanca. Algunos (mi hijo Boris, entre ellos) encuentran magnífica a Casablanca. Sin embargo, muchos la encontramos desastrosa. Jamás se ve ni siquiera una calle de Casablanca. Los productores gastaron todo el presupuesto en reproducir el bar de Ricky (Humphrey Bogart) y en ello consumieron casi todo el dinero, lo que obligó a construir con cartón el avión que se ve al final. Tuvieron que poner varios enanos vestidos de mecánicos para dar la perspectiva de gran tamaño del avión. El guión se fue elaborando día a día, Ingrid Bergman terminó preguntando a Michael Curtiz, el realizador, con quién terminaría ella: si con Bogart o con Paul Henried, porque nadie sabía la respuesta. Pese a todo,Casablanca es una película de culto.
–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?
–Vivir, de Akira Kurosawa y Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen y con Gene Kelly. En Vivir, Japón emergía derrotado de una guerra terrible y necesitaba cierta heroicidad para salir a flote. Vivir es la historia de Watanabe, un concejal enfermo de cáncer con apenas unos meses de vida. Al comienzo quiere aturdirse frecuentando bares y mujeres fáciles. Pero se percata de la inutilidad del esfuerzo y concentra las energías que le quedan en convencer a los ediles del municipio de que aprueben y ejecuten las obras del pequeño parque infantil de la comunidad. Lo logra y, al final, meciéndose en uno de los columpios bajo la nieve, canturreando una canción, muere. Se convierte en un héroe civil, anónimo como podríamos serlo nosotros mismos.
–¿Cuál es el mal actor (o mala actriz) cuyas interpretaciones usted, sin embargo, disfruta?
–Arturo de Córdova, el actor más engolado en la historia del cine universal. Su engolamiento causaba inevitable fascinación.
–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?
–Por ética nunca abandoné una proyección, pero estuve a punto de hacerlo en el Festival de Mérida con el film de Carlos Rebolledo: Profesión vivir, 1985. Mi mujer me alertó: “No puedes pararte e irte, porque Carlos está sentado atrás”.
–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?
–La obviedad.
–¿Ha copiado alguna vez un modelo de vestido, un peinado, un gesto o una actitud de algún actor o actriz?
–Hubo un tiempo en que caminaba como John Wayne.
–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?
–Por lo general, lloro mucho en los melodramas cuando padre e hijo se reencuentran, se abrazan y dejan de ser enemigos. Shirley Temple y Margaret O’ Brian, niñas, me hicieron verter océanos de lágrimas.
–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?
–La quimera del oro, Charles Chaplin.
–¿Cuál es la peor película que ha visto en su vida?
–Trotacalles, 1951, de Matilde Landaeta, con Miroslava.Siempre hago una vaga referencia al cine mexicano de los años 40 y 50 porque se trata de películas vergonzosas e inaceptables en su mayoría.
¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?
–Adolescente, tuve un amor pre matrimonial con Ingrid Bergman.
–¿Qué parlamento de película suele citar en sus conversaciones?
–Cuando discuto con mi mujer, cito al fiscal en las películas de tribunales: “No más preguntas, su señoría”. Y acudo también a Lo que el viento se llevó, un prodigioso melodrama cinematográfico aun no superado. Su heroína ScarlettO’Harahace un juramento, que también yo hice en su momento: cuando jura no comer tierra nunca más, yo también lo juré siendo niño. Es la única ocasión en la que alguien desde el cine me hace jurar como si yo mismo fuese el personaje y me hubiera escapado de la pantalla.
–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?
–Me pasa lo que a un amigo mío en París: Charles Laughtonme produce alergia.Y no me agrada JudeLaw, no sé por qué.
–¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?
–Un par de veces. Jacobo Penzo, venezolano, me pidió que hiciera de cura en La casa de agua, 1984. Acepté con la condición de que me permitiera interpretarlo con un ligero toque maricón. En la película de Penzo, el cura provinciano debe manejar una manivela con la que, fuera de cámara, practica la asunción de una niñita vestida de ángel. Voltea hacia la cámara y dice: “La asunción va a quedar divina”. Me pareció que el cura debía decirlo con una pizca de mariconería para dar mayor realismo a la escena y Penzo lo aprobó.
–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?
–Nicolás Curiel, cada vez que me ve, exclama: ¡Mi Gary Cooper particular!
–Cuando se lleve al cine su vida, ¿qué genero preferiría? ¿quién le gustaría que la dirigiera? ¿qué actor le gustaría que hiciera su papel? ¿qué actores y actrices quisiera que estuvieran en los otros roles? ¿cómo empezaría la película y cuál sería la escena cumbre?
–Me inclino por la comedia. Comenzaría cayéndome por la escalerilla del avión. Billy Wilder la dirigiría. Jack Lemon sería el protagonista, secundado por Marilyn Monroe, Clint Eastwood, Tony Curtis. La escena cumbre sería yo, disfrazado de corista en Las Vegas, atentando contra la vida del dictador venezolano que esté de turno.
–¿Qué película está ligada a su vida?
–Estaba viendo con mi mamá la película Madreselva, de Libertad Lamarque, cuando la intensidad del melodrama le causó a mi madre un ataque cardíaco; y yo, niño, me asusté mucho. Madreselva es uno de las más densos melodramas de aquella actriz argentina y justo cuando comenzó a cantar: “Vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera…”, a mi mamá el corazón casi le estalla y la sala de cine, también. Desde entonces me divierto con la frase: “Prefiero una vida de esclavitud antes que una libertad como Libertad Lamarque”.
–¿Cuál es la historia que el cine nacional debe filmar cuanto antes?
–¡La historia de mi vida! Tengo 83 años y no me queda mucho tiempo para seguir haciéndome el gracioso.
–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?
–Odio verme en las pantallas. Le pregunté a Adriano González León si veía su programa televisivo“Contratema”; y respondió que nunca, porque se parecía mucho a Trino Mora.
@MilagrosSocorro
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
–Errol Flynn. Las primeras imágenes del cine vistas en la infancia tienden a ser perdurables porque van asociadas al paraíso que muy pronto comenzaremos a perder al hacernos adultos. En el caso de Errol Flynn, esas imágenes tienen que ver con la aventura: con Robin Hood, con El Capitán Blood, es decir, con justicieros de los bosques y piratas en el mar Caribe. Él era lo que uno nunca llegaría a ser: bello, atlético, arrojado, risueño, audaz y asediado por las más bellas mujeres, dentro y fuera del cine.
–¿Qué clásico del cine tiene ganada una reputación injusta?
–Casablanca. Algunos (mi hijo Boris, entre ellos) encuentran magnífica a Casablanca. Sin embargo, muchos la encontramos desastrosa. Jamás se ve ni siquiera una calle de Casablanca. Los productores gastaron todo el presupuesto en reproducir el bar de Ricky (Humphrey Bogart) y en ello consumieron casi todo el dinero, lo que obligó a construir con cartón el avión que se ve al final. Tuvieron que poner varios enanos vestidos de mecánicos para dar la perspectiva de gran tamaño del avión. El guión se fue elaborando día a día, Ingrid Bergman terminó preguntando a Michael Curtiz, el realizador, con quién terminaría ella: si con Bogart o con Paul Henried, porque nadie sabía la respuesta. Pese a todo,Casablanca es una película de culto.
–¿Cuál es la película que ha visto el mayor número de veces?
–Vivir, de Akira Kurosawa y Cantando bajo la lluvia, de Stanley Donen y con Gene Kelly. En Vivir, Japón emergía derrotado de una guerra terrible y necesitaba cierta heroicidad para salir a flote. Vivir es la historia de Watanabe, un concejal enfermo de cáncer con apenas unos meses de vida. Al comienzo quiere aturdirse frecuentando bares y mujeres fáciles. Pero se percata de la inutilidad del esfuerzo y concentra las energías que le quedan en convencer a los ediles del municipio de que aprueben y ejecuten las obras del pequeño parque infantil de la comunidad. Lo logra y, al final, meciéndose en uno de los columpios bajo la nieve, canturreando una canción, muere. Se convierte en un héroe civil, anónimo como podríamos serlo nosotros mismos.
–¿Cuál es el mal actor (o mala actriz) cuyas interpretaciones usted, sin embargo, disfruta?
–Arturo de Córdova, el actor más engolado en la historia del cine universal. Su engolamiento causaba inevitable fascinación.
–¿Cuál fue la última película cuya proyección abandonó antes de finalizar?
–Por ética nunca abandoné una proyección, pero estuve a punto de hacerlo en el Festival de Mérida con el film de Carlos Rebolledo: Profesión vivir, 1985. Mi mujer me alertó: “No puedes pararte e irte, porque Carlos está sentado atrás”.
–¿Qué es lo que en verdad no soporta en una película?
–La obviedad.
–¿Ha copiado alguna vez un modelo de vestido, un peinado, un gesto o una actitud de algún actor o actriz?
–Hubo un tiempo en que caminaba como John Wayne.
–¿Cuál es la película con la que más ha llorado?
–Por lo general, lloro mucho en los melodramas cuando padre e hijo se reencuentran, se abrazan y dejan de ser enemigos. Shirley Temple y Margaret O’ Brian, niñas, me hicieron verter océanos de lágrimas.
–¿Cuál es la película que más lo ha hecho reír?
–La quimera del oro, Charles Chaplin.
–¿Cuál es la peor película que ha visto en su vida?
–Trotacalles, 1951, de Matilde Landaeta, con Miroslava.Siempre hago una vaga referencia al cine mexicano de los años 40 y 50 porque se trata de películas vergonzosas e inaceptables en su mayoría.
¿Se ha enamorado alguna vez de un actor o actriz?
–Adolescente, tuve un amor pre matrimonial con Ingrid Bergman.
–¿Qué parlamento de película suele citar en sus conversaciones?
–Cuando discuto con mi mujer, cito al fiscal en las películas de tribunales: “No más preguntas, su señoría”. Y acudo también a Lo que el viento se llevó, un prodigioso melodrama cinematográfico aun no superado. Su heroína ScarlettO’Harahace un juramento, que también yo hice en su momento: cuando jura no comer tierra nunca más, yo también lo juré siendo niño. Es la única ocasión en la que alguien desde el cine me hace jurar como si yo mismo fuese el personaje y me hubiera escapado de la pantalla.
–¿A cuál actor o actriz no le encuentra ningún atractivo… a pesar de que su pareja y/o amigos insisten en que es lo máximo?
–Me pasa lo que a un amigo mío en París: Charles Laughtonme produce alergia.Y no me agrada JudeLaw, no sé por qué.
–¿Le han propuesto alguna vez que aparezca en una película?
–Un par de veces. Jacobo Penzo, venezolano, me pidió que hiciera de cura en La casa de agua, 1984. Acepté con la condición de que me permitiera interpretarlo con un ligero toque maricón. En la película de Penzo, el cura provinciano debe manejar una manivela con la que, fuera de cámara, practica la asunción de una niñita vestida de ángel. Voltea hacia la cámara y dice: “La asunción va a quedar divina”. Me pareció que el cura debía decirlo con una pizca de mariconería para dar mayor realismo a la escena y Penzo lo aprobó.
–¿A qué estrella de cine suelen decirle que se parece?
–Nicolás Curiel, cada vez que me ve, exclama: ¡Mi Gary Cooper particular!
–Cuando se lleve al cine su vida, ¿qué genero preferiría? ¿quién le gustaría que la dirigiera? ¿qué actor le gustaría que hiciera su papel? ¿qué actores y actrices quisiera que estuvieran en los otros roles? ¿cómo empezaría la película y cuál sería la escena cumbre?
–Me inclino por la comedia. Comenzaría cayéndome por la escalerilla del avión. Billy Wilder la dirigiría. Jack Lemon sería el protagonista, secundado por Marilyn Monroe, Clint Eastwood, Tony Curtis. La escena cumbre sería yo, disfrazado de corista en Las Vegas, atentando contra la vida del dictador venezolano que esté de turno.
–¿Qué película está ligada a su vida?
–Estaba viendo con mi mamá la película Madreselva, de Libertad Lamarque, cuando la intensidad del melodrama le causó a mi madre un ataque cardíaco; y yo, niño, me asusté mucho. Madreselva es uno de las más densos melodramas de aquella actriz argentina y justo cuando comenzó a cantar: “Vieja pared del arrabal, tu sombra fue mi compañera…”, a mi mamá el corazón casi le estalla y la sala de cine, también. Desde entonces me divierto con la frase: “Prefiero una vida de esclavitud antes que una libertad como Libertad Lamarque”.
–¿Cuál es la historia que el cine nacional debe filmar cuanto antes?
–¡La historia de mi vida! Tengo 83 años y no me queda mucho tiempo para seguir haciéndome el gracioso.
–¿Cuál es la única razón por la que usted no es una estrella de cine?
–Odio verme en las pantallas. Le pregunté a Adriano González León si veía su programa televisivo“Contratema”; y respondió que nunca, porque se parecía mucho a Trino Mora.
@MilagrosSocorro
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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