JUAN FÉLIX SÁNCHEZ-MÉRIDA


      JUAN FÉLIX SÁNCHEZ
ESCRIBE: ADALBERTO FERNÁNDEZ


Nacido el 16 de mayo del año 1900, en San Rafael de Mucuchíes, municipio Rangel del estado Mérida. Hijo de Benigno Sánchez y Vicenta Sánchez. 

Cuando la muerte vino desde las alturas y desde los gélidos páramos para buscarlo, él debió sorprenderla con su mirada transparente y su risa campechana, aquel 18 de abril de 1997. 

El Artista, el Gigante de El Tisure, sin saberlo ya había asegurado su trascendencia y no partió a las sombras, sino a la eternidad en la levedad de una existencia bien vivida. A 17 años de su partida, Juan Félix Sánchez es recordado el viernes 18 de abril por su obra, reflejo de su determinación frente al dilema entre Dios y lo terrenal.

Juan Félix eligió una vocación de servicio, teniendo la creatividad como catalizador del sentido para la vida y como expresión del amor a Dios y a su fe cristiana.


Juan Félix destaca en la historia merideña por su prolífica obra en los oficios de la talla y la escultura, siendo también muy reconocida su producción como tejedor, como constructor de telares y monumentos religiosos, declarados patrimonio nacional en 1982 por decreto presidencial.

Sin embargo, su carácter nunca albergó una intencionalidad de fama. Lo que constituía la columna vertebral de su espíritu, en cambio, era su condición de hombre del campo, de labriego, titiritero, mago popular, autodidacta, artesano y comunero.

En 1907 inicia sus estudios de primaria, que posteriormente abandona en 1914 para unirse al trabajo de la agricultura con su padre. Para 1925 ya Juan Félix se había iniciado en el oficio del tejido. Entre 1929 y 1933 ejerció la presidencia de la Junta comunal en el poblado merideño de San Rafael, y para 1935 inicia su obra escultórica con una talla de Cristo, la Virgen y la Magdalena, obras cuyo destino y suerte son desconocidos hasta la presente fecha.

Participó en la reconstrucción de la Iglesia de San Rafael de Mucuchíes en 1941, año en que fallece su madre, marcando un hito en la existencia de Juan Félix, quien se sumerge en el análisis de sus razones y motivos, reflexiones que para 1943 lo llevan a trasladarse a la apartada zona del Tisure, donde se radica junto a su compañera Epifanía Gil.

Entre la vida sencilla y la austeridad rigurosa del páramo siempre estuvo el buen genio de Juan Félix, quien encontró formulas sencillas como solución a todo lo cotidiano.
Su mascota era un perro llamado Prometido. Siendo apenas un cachorro sin nombre,su compadre se lo ofreció con un grito en la lejanía: ¡en el rancho le tengo el perro prometido!". Y así fue que se llamó.

El 14 de Septiembre de 1952 decide homenajear a la Virgen de Coromoto y promete construir una capilla en el paso conocido como filo del Tisure, lugar donde con una imagen de la virgen, traída de Guanare, inicia en 1954 la construcción de una capilla a la que dedica más de 30 años de trabajo y que hoy es conocida como el complejo religioso de El Tisure.

En este mismo complejo también construyó una capilla en homenaje al doctor José Gregorio Hernández.Entre 1980 y 1984 construyó únicamente con sus manos y con herramientas rudimentarias la capilla de piedra en San Rafael de Mucuchíes, patrimonio nacional donde reposan sus restos y los de su compañera Epifania.

La casa natal del artista, ubicada detrás de la capilla, es ahora un museo abierto al público donde se exhiben muchas de sus obras y de sus objetos y muebles personales.
Por donde uno pasa, más que sea una huella ha de dejar. 

Uno debe procurar, por lo menos dejar un recuerdo, o ser útil a la patria, no con aspiraciones de nada", expresó Juan Félix Sánchez en una de las muchas entrevistas que concedió en vida a medios audiovisuales, sin saberse arquitecto de su vida, de su destino y del epitafio de sencilla prosa escrito en su última morada.

Capilla en honor a San Rafael de Mucuchies.


                      ¡Honor, a Quien Honor Merece!





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