ISABEL II DE INGLATERRA

                                                                              
                                    ISABEL II- REINA DE INGLATERRA


Nace en Londres, el año 1926. Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte  desde el año 1953. Primogénita de los duques de York y tercera nieta del rey Jorge V de Inglaterra, se convirtió en la heredera del trono cuando su padre fue coronado en 1936 con el nombre de Jorge VI, tras la abdicación del hermano de éste, Eduardo VIII.

En marzo de 1945, poco antes de que concluyera la Segunda Guerra Mundial, ingresó en el Servicio Auxiliar de Transporte.

En 1947, dos años más tarde contrajo matrimonio con el teniente Felipe de Mountbatten, príncipe de Grecia y Dinamarca y duque de Edimburgo. Fruto de esta unión nacieron Carlos, príncipe de Gales, en 1948, Ana, en 1950, Andrés, en 1960, y Eduardo, en 1964. Isabel fue consciente de su papel desde muy joven, y asumió con responsabilidad sus obligaciones de princesa heredera.


Isabel II de Inglaterra

En 1952 se hallaba en Kenia, entonces colonia británica convulsionada por las acciones terroristas de los mau mau, cuando recibió la noticia del fallecimiento de su padre. El 2 de junio de 1953 fue coronada en la antigua abadía de Westminster, en una fastuosa ceremonia a la que asistieron jefes de Estado y representantes de las casas reales europeas. 

A pesar del reducido papel político al que se vio reducida la monarquía británica tras la Segunda Guerra Mundial, esencialmente simbólico, y los cambios que se produjeron en la relación con las antiguas colonias, la reina procuró preservar el carácter unificador de la Corona en el espacio político del antiguo imperio, convertido tras la descolonización en la Commonwealth. En este sentido, viajó por todo el mundo como no lo había hecho ningún otro monarca británico, para estrechar vínculos con súbditos de las más diversas razas, creencias y culturas. Incluso en Australia instauró la costumbre de los paseos más o menos espontáneos, para mezclarse y saludar sin protocolo a la gente de la calle.


Asimismo, en 1960 dispuso que los miembros de la familia real que no fuesen príncipes o altezas reales llevasen el apellido Mountbatten-Windsor. No obstante la popularidad y el respeto que le dispensan sus súbditos, Isabel II no ha podido evitar que los escándalos familiares denoten la existencia de cierto anquilosamiento en las estructuras de la monarquía. Los frustrados matrimonios de sus hijos Andrés con Sarah Ferguson, y Carlos, el heredero de la corona, con Diana Spencer, y las repercusiones que las desavenencias conyugales de sus hijos tuvieron en la opinión pública la han inducido a buscar nuevos caminos de acercamiento al pueblo.

En este sentido cabe interpretar decisiones tan dispares como la de pagar impuestos sobre sus bienes e ingresos, dar un tono popular y familiar a la celebración de sus bodas de oro matrimoniales o visitar a las víctimas de actos terroristas. Sobre todo a raíz de la muerte en accidente automovilístico -agosto de 1997- de la ex esposa de su primogénito, la princesa Diana de Gales, en quien el pueblo veía una víctima tanto del comportamiento adúltero del príncipe de Gales como de la insensibilidad de la familia real, Isabel II ha debido trabajar con toda intensidad a fin de no perder la identificación con el pueblo.


Durante todo su reinado, ha aceptado la independencia de 43 territorios británicos como nuevos países soberanos, el Reino Unido ha tenido 13 primeros ministros, y 31 monarcas han reinado en Europa Occidental. Su reinado de 62 años es el segundo más largo de la historia británica; solamente ha sido superado por el de su tatarabuela Victoria, quien reinó durante 63 años y 7 meses.

Sus Jubileos de Plata, Oro y Diamante fueron celebrados en 1977, 2002 y 2012, respectivamente. Fue nombrada «Isabel» en honor a su madre, «Alexandra» por la madre de Jorge V (su bisabuela paterna), que había fallecido seis meses antes, y «Mary» por su abuela paterna. En la intimidad, era llamada «Lilibet»

La única hermana de Isabel fue la princesa Margarita, nacida en 1930. Ambas fueron educadas en casa, bajo la supervisión de su madre, y Marion Crawford, su institutriz, quien era llamada informalmente «Crawfie». Las clases se concentraban principalmente en historia, lenguaje, literatura y música.

Heredera legal


Al ser nieta del monarca, el título completo de Isabel al nacer era Su Alteza Real la princesa Isabel de York. Era tercera en la línea de sucesión al trono detrás de su tío, Eduardo, príncipe de Gales y de su padre. A pesar de que su nacimiento produjo interés público, no se esperaba que fuera reina, teniendo en cuenta que el príncipe de Gales era joven y, por lo tanto, muchos creyeron que se casaría y tendría hijos. En 1936, cuando su abuelo murió y Eduardo lo sucedió como rey, Isabel pasó a ocupar el segundo puesto en la línea de sucesión al trono después de su padre.

Ese mismo año, Eduardo abdicó después de la crisis constitucional causada por su propuesta de matrimonio a Wallis Simpson. A pesar de que legalmente podía casarse, los ministros le recomendaron que no lo hiciera ya que el pueblo jamás la aceptaría como reina; como monarca constitucional Eduardo estaba obligado a aceptar el consejo de los ministros

Jorge V había expresado sus opiniones acerca de su hijo mayor: «Ruego a Dios que mi hijo mayor nunca se case ni tenga hijos, para que nada se interponga entre Bertie y Lilibet y el trono»Con la abdicación de Eduardo VIII el padre de Isabel se convirtió en rey y ella en la heredera legal, con el título de Su Alteza Real la princesa Isabel.  

En 1939, los padres de Isabel realizaron una gira por Canadá y Estados Unidos. Al igual que en 1927, cuando recorrieron Australia y Nueva Zelanda, Isabel permaneció en Gran Bretaña ya que el rey pensó que era demasiado joven para efectuar visitas públicas. Isabel «miraba llorosa» cuando sus padres se iban. Se comunicaban por cartas regularmente y el 18 de mayo, Isabel y sus padres hicieron la primera llamada telefónica trasatlántica real.

Isabel quería ser actriz. En 1941 cuando era niña, durante la Segunda Guerra Mundial, Isabel actuaba en un grupo de teatro. Isabel recibió clases particulares de historia constitucional por parte de Henry Marten, el rector (Provost) del Colegio Eton, y aprendió el idioma francés con la ayuda de varias institutrices. El movimiento de escultismo Girl Guides, la primera compañía del Palacio de Buckingham, se formó específicamente para que Isabel pudiera relacionarse con niñas de su edad. Más tarde, se inscribió en la organización juvenil Sea Ranger.

Segunda Guerra Mundial

Desde septiembre de 1939, con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Isabel y su hermana menor, Margarita, permanecieron en el Castillo de Balmoral, Escocia, hasta la Navidad de 1939, cuando se mudaron a Sandringham House, Norfolk. De febrero a mayo de 1940, residieron en Royal Lodge, hasta que fueron trasladadas al Castillo de Windsor, donde permanecieron la mayor parte de los próximos cinco años. La sugerencia del destacado político Lord Hailsham de que las princesas fueran llevadas a Canadá fue rechazada por la madre de Isabel, quien declaró: «Las niñas no se irán sin mí. Yo no voy a dejar al rey. Y el rey nunca se irá.» En 1940, Isabel, de 14 años, realizó su primera emisión de radio para el programa de la BBC Children's Hour, donde declaró:


Estamos tratando de hacer todo lo posible para ayudar a nuestros valientes marineros, soldados y pilotos, y también estamos tratando de llevar nuestra propia parte del peligro y la tristeza de la guerra. Sabemos, cada uno de nosotros, que al final todo estará bien.


Durante la guerra, se desarrollaron planes para sofocar al nacionalismo galés afiliándose Isabel más estrechamente con Gales. Los políticos galeses promovieron la propuesta de que se convirtiera en princesa de Gales en su 18º cumpleaños. La idea fue apoyada por el ministro del Interior, Herbert Morrison, pero fue rechazada por el Rey porque consideraba que era un título que pertenecía únicamente a la esposa del príncipe de Gales. Además, este último siempre había sido el heredero (por lo general, el hijo mayor del soberano) e Isabel era sólo la heredera legal y podría ser reemplazada en la línea de sucesión si el rey tuviera un hijo. En 1946, fue incluida en la comunidad galesa Gorsedd de Bardos en el Eisteddfod Nacional de Gales.

En el final de la guerra, en el Día de la Victoria en Europa, Isabel y su hermana se dispersaron entre la multitud anónima para celebrar en las calles de Londres. Más tarde dijo en una entrevista, «les preguntamos a nuestros padres si podíamos salir y ver [la celebración] por nuestra cuenta. Recuerdo que estábamos aterrorizadas de que fuéramos reconocidas... recuerdo las filas de personas desconocidas uniendo sus brazos y caminando por Whitehall, todos fuimos simplemente invadidos por una marea de felicidad y alivio». Dos años más tarde, la princesa hizo su primera gira por el extranjero, cuando acompañó a sus padres al sur de África. Durante el recorrido, en una emisión especial a la Mancomunidad de Naciones el día de su vigésimo primer cumpleaños, prometió: «Declaro ante ustedes que mi vida entera, ya sea larga o corta, será dedicada a nuestro servicio y al servicio de nuestra gran familia imperial a la que todos pertenecemos.»


Matrimonio

Justo antes de la boda,Felipe, fue designado duque de Edimburgo y recibió el tratamiento de Su Alteza Real. El matrimonio no estuvo exento de polémicas: Felipe no poseía capacidad financiera, provenía del extranjero (a través de un súbdito británico) y tenía hermanas que se habían casado con nobles alemanes relacionados con los nazis. Marion Crawford escribió: «Algunos de los consejeros del rey no lo creían suficientemente bueno para ella. Era un príncipe sin hogar ni reino...». Si bien la madre de Isabel se opuso inicialmente a la relación, más tarde le dijo al biógrafo Tim Heald que Felipe era un «caballero inglés».


En la Gran Bretaña de posguerra, no era aceptable que las relaciones alemanas de la familia del duque de Edimburgo fueran invitadas a la boda, incluyéndose a sus tres hermanas. Una de las notables ausencias fue Eduardo, el antiguo rey, que no fue invitado, mientras que su hermana, la princesa María, se ausentó por problemas de salud. Ronald Storrs afirmó que no concurrió en protesta por la exclusión de su hermano.

La ceremonia estuvo oficiada por el arzobispo de Canterbury y el de York. Se contó con la presencia de ocho damas de honor, entre ellas la prima de Isabel, Margaret Rhodes. La boda tuvo más de 2000 invitados y la radio BBC transmitió en vivo la celebración. El primer ministro Winston Churchill definió el festejo como «un toque de color en el duro camino que debemos recorrer». Michael Parker, amigo y secretario privado de Felipe, declaró que: Felipe se aburría terriblemente con todas las obligaciones de la realeza, todos esos compromisos formales y apretones de manos... No era lo suyo.

Isabel dio a luz a su primer hijo, el príncipe Carlos, el 14 de noviembre de 1948, menos de un mes después de que Jorge VI emitiera una patente real, la cual permitía a sus hijos utilizar el tratamiento y título de príncipe o princesa. La pareja tuvo una hija en 1950, la princesa Ana.

Sucesión y coronación



Ceremonia de coronación de Isabel II.

La salud de Jorge VI empeoró considerablemente durante 1951, cáncer de pulmón, en septiembre, padeció una obstrucción arterial y se le practicó una reseción pulmonar e Isabel pronto lo reemplazó en prácticamente todos los actos públicos. En octubre de ese año, realizó una gira por Canadá y visitó al presidente de los Estados Unidos Harry S. Truman en Washington; en el viaje, su secretario privado, Martin Charteris, llevaba consigo la declaración de adhesión, en caso de que el rey muriera durante la gira. A principios de 1952, Isabel y Felipe partieron para una gira por Australia, Nueva Zelanda y Kenia. El 6 de febrero de 1952, cuando apenas habían llegado a Sagana Lodge —su residencia en este último país— y tras pasar una noche en el Hotel Treetops, recibieron la noticia de la muerte del padre de Isabel. Felipe fue el encargado de transmitirle el hecho a la nueva reina. Martin Charteris le pidió que escogiera un nombre para desempeñar el cargo; optó por Isabel, «por supuesto», según declaró. Fue proclamada reina y la comitiva real se apresuró para regresar al Reino Unido, donde el matrimonio fue trasladado al Palacio de Buckingham.

Con la adhesión de Isabel, parecía probable que la casa real llevase el nombre de su marido. Lord Mountbatten pensó que se convertiría, a partir de entonces, en la Casa Mountbatten, ya que Isabel habría tomado el apellido de Felipe tras el matrimonio. Sin embargo, la reina María y el primer ministro británico Winston Churchill se manifestaron a favor de mantener el nombre de la Casa de Windsor.

El duque, por su parte, se quejó: «soy el único hombre en el país al cual no se le permite dar su apellido a sus propios hijos». En 1960, después de la muerte de la reina María el 24 de marzo de 1953 y la renuncia de Churchill en 1955, se adoptó el apellido Mountbatten-Windsor para Felipe y los descendientes masculinos de Isabel que no posean títulos reales.

En medio de los preparativos para la coronación, la princesa Margarita le informó a su hermana que quería casarse con Peter Townsend, un plebeyo divorciado 16 años mayor que ella y con dos hijos de su anterior matrimonio. La Reina les pidió que esperaran un año; en palabras de Martin Charteris, «la Reina fue naturalmente simpática con la princesa, pero creo que ella pensó —más bien, esperó— que en un momento dado, el noviazgo terminara». Los políticos de alto rango estaban en contra de la unión y la Iglesia de Inglaterra no permitía el matrimonio después del divorcio. Si Margarita contraía matrimonio civil, tenía que renunciar a su derecho de sucesión..Finalmente, decidió abandonar sus planes con Townsend. En 1960, se casó con Antony Armstrong-Jones, I conde de Snowdon. La pareja se divorció en 1978 y Margarita no volvió a casarse.


Isabel II apenas iniciado su reinado.

A pesar del deceso de la reina María diez semanas antes de la coronación, la coronación se celebró en la Abadía de Westminster el 2 de junio de 1953. Antes de morir, la reina María había aclarado que en caso de su fallecimiento la coronación no debía posponerse. Toda la ceremonia, con excepción de la unción y la comunión, fue televisada por primera vez en la historia británica y la cobertura fue fundamental para impulsarle popularidad al medio; el número de licencias de televisión en el Reino Unido se duplicó a 3 millones, y más de 20 millones de espectadores vieron el evento en la casas de sus amigos o vecinos.

A lo largo de su vida, Isabel fue testigo de la transformación progresiva del Imperio británico a la Mancomunidad de Naciones. En el momento de su ascensión al trono en 1952, su papel como jefe nominal de varios Estados independientes ya se encontraba establecido. Entre 1953 y 1954, la Reina y su marido se embarcaron en una gira de seis meses alrededor del mundo, convirtiéndose en la primera reina de Australia y Nueva Zelanda en visitar estos países. 

Durante el recorrido, las multitudes que se acercaban eran inmensas; se calculó que tres cuartas partes de la población australiana observaron pasar a Isabel. A lo largo de su reinado, ha realizado numerosas visitas de Estado a otros países, en especial a aquellos pertenecientes a la Mancomunidad de Naciones, lo que la llevó a ser la monarca que más ha viajado en la historia de Reino Unido.


En 1956, el primer ministro francés Guy Mollet y el primer ministro británico Sir Anthony Edén, debatieron sobre la posibilidad de incluir a Francia en la Mancomunidad de Naciones. La propuesta nunca fue aceptada, y al año siguiente Francia firmó los Tratados de Roma, que establecían la creación de la Comunidad Económica Europea, precursora de la Unión Europea. En noviembre de 1956, Reino Unido y Francia invadieron Egipto en un intento fallido por recuperar el Canal de Suez. La polémica se desató cuando Lord Mountbatten declaró que la Reina se opuso a la invasión, al tiempo que Edén, negó tal afirmación y finalmente dimitió dos meses después.


En 1957, la crisis de Suez y la elección del sucesor de Edén llevaron a la primera gran crítica contra la Reina. En una publicación editada y producida por Lord Altrincham, él la acusó de «haber perdido el contacto». Altrincham fue denunciado por varias figuras públicas y agredido físicamente por un miembro del público enfadado por sus comentarios. Seis años después en 1963, Macmillan dimitió y recomendó a la Reina de designar como primer ministro al Conde Home, consejo que siguió. También sería otra vez el blanco de las críticas por el nombramiento del primer ministro con el asesoramiento de un pequeño grupo de ministros, o sólo uno de ellos. En 1965, los conservadores optaron por un mecanismo formal para la elección de un líder, lo que la eximió de participar.

En 1957, Isabel realizó una visita de Estado en representación de la Mancomunidad de Naciones a los Estados Unidos, donde se dirigió a la Asamblea General de las Naciones Unidas. En la misma gira, inauguró la vigésimo tercera sesión parlamentaria de Canadá, convirtiéndose en el primer monarca de ese país en realizar. Dos años más tarde, volvió a visitar Estados Unidos como representante de Canadá. En 1961, realizó una gira por Chipre, India, Pakistán, Nepal e Irán. Durante una visita a Ghana el mismo año, desestimó los temores acerca de su seguridad, a pesar de que el presidente Kwame Nkrumah, quien la había reemplazado como jefe de Estado, era un blanco para los asesinos. 

Harold Macmillan escribió: «La Reina siempre ha sido absolutamente decidida... Es impaciente con la actitud que toman hacia ella como si fuera... una estrella de cine... de verdad tiene "el corazón y el estómago de un hombre"... ama el deber y lo que significa el ser una Reina». En 1959, junto al presidente Dwight D. Eisenhower, inauguró oficialmente la vía marítima del San Lorenzo, sistema de esclusas, conductos y canales que permite a los buques oceánicos viajar desde el océano Atlántico hasta el lago Superior.

Las décadas de 1960 y 1970 estuvieron marcados por una aceleración de la descolonización de África y el Caribe. Más de 20 países se independizaron del Reino Unido como parte de una transición planificada hacia un gobierno autónomo. En 1965, sin embargo, el primer ministro de Rodesia, Ian Smith, auto-proclamó la independencia pese a la oposición de los movimientos de los negros, retirándola de la Mancomunidad de Naciones. Aunque la Reina despidió a Smith en una declaración formal y la comunidad internacional aplicó sanciones contra Rodesia, el régimen de Smith perduró por más de una década.

En febrero de 1974, el primer ministro británico Edward Heath llamó a elecciones generales en medio de la gira de la Reina por la Cuenca del Pacífico, por lo que debió interrumpir su visita para volar de regreso a Gran Bretaña. El resultado inconcluso de la elección significó que Heath, cuyo Partido Conservador tenía la mayor cantidad de votos pero no la mayoría absoluta, podría permanecer en el cargo si se formaba una coalición con los liberales. Heath renunció cuando las discusiones sobre la formación de un gobierno cooperativo fracasaron, después de que la Reina hablara con el líder de la oposición, el laborista Harold Wilson, para formar un gobierno.

Un año más tarde, con la crisis constitucional australiana de 1975, el primer ministro australiano Gough Whitlam fue destituido de su cargo por el gobernador general sir John Kerr, después de que el Senado rechazara las propuestas de presupuesto de Whitlam. Como Whitlam tenía la mayoría de votos en la Cámara de Representantes, el presidente Gordon Scholes se comunicó con Isabel para revertir la decisión de Kerr. La Reina se negó, afirmando que no intervendría en las decisiones reservadas para el gobernador general según lo establecido en la Constitución de Australia. Esta crisis alimentó al republicanismo australiano.

Desde la perspectiva actual, se hace difícil no valorar la importancia del Imperio británico, que ha sido el más grande de la Historia. La reina Isabel II, heredera del Imperio, ha contribuido en gran medida en la defensa y la autonomía, tanto estatal como cultural de sus territorios, aceptando a la vez la independencia de varios de estos.

El crecimiento del Imperio británico se debió en gran medida a la continua competencia por los recursos y mercados que existió durante siglos en el Reino Unido. Actualmente, la gran mayoría de los Estados hijos del extinto Imperio son potencias en el sector petrolífero, turístico o fluvial, y otro sector, constituye a países tercermundistas, marginados de una política democrática y una economía exitosa. fuente wikipedia,vida y biografías.com.
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  ¡HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!












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