MARÍA LUISA LANDÍN **
MARÍA LUISA LANDÍN
“La Reina del Bolero”, es un icono del sentimiento popular latinoamericano, expresado en su voz única e incomparable, no superada por intérprete alguno. Fueron sus padres, los esposos Ireneo Landín y Magdalena Rodríguez de Landín, veracruzano el padre y guanajuatense, la madre; nació en el popular, creativo y céntrico barrio de “Tepito” de Ciudad de México, el 09 de octubre de 1921.
Junto a su hermana Avelina Landín Rodríguez, (Ciudad de México, D.F., Mx., 10 de noviembre de 1917 – Ciudad de México, D.F., Mx., 21 de febrero de 1991) se inició tempranamente en el arte musical conformando en 1935 el dúo “Pirita y Jade” de grata recordación entre los dúos de la época, por la exquisita elegancia en el cantar y por el acoplamiento admirable entre las agraciadas voces de las hermanas Landín Rodríguez.
En 1938, la recién inaugurada estación radio.difusora “XEQ” conocida en el ámbito radial como “Radio Panamericana”, contrató a las Hermanas Landín como elementos esenciales de su programación musical, promoviendo una convencional rivalidad artística con las Hermanas Águila, famoso dúo integrado por las hermanas María Esperanza y María de la Paz Águila Villalobos.
Este antagonismo, fue provechoso para la naciente radio-emisora y, asimismo, para las artistas que acrecentaron su fama y popularidad. En este ínterin, las hermanas Landín adoptaron la denominación de “Dúo Mari-Lina” y, finalmente, eligieron el nombre que les acreditaría como el más destacado y armonioso dúo de la época: “El Dúo de las Hermanas Landín”.
- Con este nombre registraron para la posteridad los más sentidos temas de renombrados autores y compositores. Entre estos destacan:
- “ A ti qué” de Alberto Domínguez,
- “A dónde irán” de Rodolfo Mendiola,
- “Yo quiero la vida”,
- “Aquella noche”,
- “Si tú me pides” y
- “Háblame de amor” de Gabriel Ruiz, “Cariñito” de Manuel Rentería,
- “La Guía”, de Méndez Castillo,
- “La noche, tú y yo” de Rafael Hernández,
- “Mi amor de ayer” de Tamayo Ortega,
- “Mi destino fue quererte” y “Mi único amor” de Felipe Valdéz Leal,
- “Mujercita castigada” de Fernando Z. Maldonado,
- “Pasional” de Consuelo Velásquez,
- “Pobre de mí” de Agustín Lara,
- “Tengo que sufrir” de Claudio Estrada,
- “Tengo un nuevo amor” de Ernesto Lecuona y
- “Yo no sé lo que me pasa” de Fernando Mulens.La agrupación de las “Hermanas Landín” se mantuvo incólume hasta 1942, cuando Avelina contrajo matrimonio con Ángel Zempoalteca Ortega (1925-1970).
Disuelto el Dúo de las Hermanas Landín, María Luisa fue contratada por Carlos Riverol para actuar en el Teatro de Bellas Artes con el patrocinio de la compañía Coca Cola de México junto al tenor Néstor Mesta Chayres (Ciudad Lerdo, Durango, Mx., 26 de febrero de 1908 – Ciudad de México, D.F., Mx., 29 de junio de 1971), con quien produjo series inolvidables que, posteriormente, conformarían un conjunto de programas radiales de amplia y comprobada sintonía en todo el territorio de la República Mexicana y retransmitidos al continente latinoamericano a través de la estación radio-difusora XEW temas populares en dúo de cartel: Chayres-Landín.
María Luisa Landín en 1940, había hecho una fugaz gira a Cuba, actuando en clubes, teatros y estaciones radiales. Después, incursionó hacia Sudamérica donde recibió la aceptación de estos públicos. María Luisa Landín en 1942 registró su primer éxito de proyección nacional e internacional: “Canción del alma” de Rafael Hernández Marín, (Aguadilla, Puerto Rico, 24 de octubre de 1891 - San Juan, Puerto Rico, 11 de diciembre de 1965)
En esa época trabó amistad y trabajó en programas radiales que producía y animaba con su orquesta de baile, el músico, director y compositor borriqueño Rafael Hernández Marín, quien se había avecindado en Ciudad de México desde 1932. María Luisa Landín, es popular en su país y en América. El tema “Hay que saber perder” del compositor Abel Domínguez Borrás, (San Cristóbal de las Casas, Chiapas, Mx., 29 de mayo de 1902 – Ciudad de México, D.F., Mx., 5 de julio de 1987), corre a lo largo y ancho del continente. Su pegajosa melodía y su cautivante letra constituyen una combinación acertada para los productores fonográficos que revuelve los cimientos de esta industria.
Ese año registra del compositor boricua Pedro Flores (Naguabo, Puerto Rico, 8 de marzo de 1894 - San Juan, Puerto Rico, 13 de julio de 1979), el tema “Amor perdido” con arreglos del maestro Rafael de Paz y con el marco musical de la orquesta de José Sabré Marroquín se transformaría en la canción de mayor popularidad durante la segunda mitad del Siglo XX, constituyéndose en el tema musical más pedido y escuchado en la radiodifusión iberoamericana.
La cadena de éxitos de “La Cancionera de América” María Luisa Landín fue interminable. Para ella escribieron los autores y compositores de éxito y relevancia. Fue acompañada por las orquestas y conjuntos de mayor transcendencia. Sus giras se hicieron interminables. Estuvo en La Habana, Los Ángeles, San Francisco, Santo Domingo, Caracas, Maracaibo, Lima, Bogotá, Medellín, Calí, Madrid, Santiago de Chile, Buenos Aires, Puerto Rico, Panamá y viajó por la extensa geografía mexicana. Vivió en La Habana donde contrajo segundas nupcias con el notable director, pianista y compositor Fernando Mulens (San José de los Ramos, Matanzas, Cuba, 29 de septiembre de 1920 – San Juan, Puerto Rico 10 de noviembre de 1986).
Éste, musicalizó en 1953, en honor a la desposada, el tema “Que te pedí” escrito por Gabriel Luna de la Fuente (Tacubaya, D. F., Mx., 19 de marzo de 1909 – Ciudad de México, D.F., Mx., 1 de noviembre de 1954), que fue éxito en Venezuela, Colombia, Cuba, República Dominicana, Puerto Rico Panamá, Medellín etc.
María Luisa Landín posee una insuperable voz. Intensa en su expresión vocal y corporal. Su canto vigoroso ha recorrido todos los rincones del Continente. Voz y temperamento apasionado, inauguró un estilo único, imitado; pero, jamás igualado. De baja estatura, de talle delgado, se crecía frente al público, haciéndole vibrar y vivir el apasionamiento de las canciones que interpretaba con calidez, ternura y pasión.
Sin afectación de naturaleza alguna, vestía impecable-mente en cada una de sus presentaciones. Lucía para cada ocasión un juego de costosisimas joyas que le imprimía un toque especial a su expresiva personalidad. Cuando se presentaba al público lo hacía segura de sí misma. Elegante en su presentación personal e intachable mente vestida. Su baja estatura la compensaba con unos elegantes altos tacones.
Su rostro aparecía sereno. Frente amplia, cejas bien delineadas, pelo exuberante y siempre corto. Ante el público, en cualquier latitud de América, demostraba absoluta seguridad. Atizada por el ardiente fuego del amor, al que exaltaba en las letras de las canciones que para ella escribían autores y compositores, se casó en tres oportunidades. La primera con Lorenzo Ibáñez, padre de su única hija, la doctora Graciela Ibáñez Landín; la segunda, con el compositor Fernando Mulens y, finalmente, se unió en Medellín, Colombia, en 1954, con Eugenio Cañaveral en un desafortunado matrimonio.
María Luisa Landín desarrolló su actividad artística en solitario. Por iniciativa propia viajó a muchos países de América y España. En este último país estuvo en 1951. Enamorada de las bellezas naturales y del ambiente caribeño, se avecindo en Santo Domingo, República Dominicana. Debutó el 21 de febrero de 1947, en las radio-difusoras “H12T” y “H13T” inaugurando la V Semana Aniversario de “La Voz del Yuna”.
Después, actuaría en 1955 junto a María Antonieta Pons, María Elena Marqués, Amalia Mendoza, Nicolás Urcelay, Luis Arcaraz, Flor Silvestre y Fernando Fernández en la celebración del XIII Aniversario del circuito radio-televisivo de “La Voz Dominicana Televisión”. El éxito de esta temporada lo repetiría en 1957 y 1958. María Luisa Landín está próxima a festejar el Octogésimo octavo aniversario de su natalicio y el Septuagésimo cuarto aniversario de su inicio como profesional del canto.
En este tiempo, recibe clases de vocalización con el ilustrado y paciente maestro don Emilio Pérez Casas, quien a través de la selecta academia que regenta ha contribuido a la formación pedagógica de un nutrido y selecto grupo de artistas mexicanos.
El profesor Emilio Pérez Casas es, además, un notabilísimo concertista, que ha dirigido extensas temporadas de Zarzuela y Opereta en las que ha compartido experiencias con Ernestina Garfias, Pepita Embil, Cristina Ortega, María Conesa, Rosa María Montes, Elizabeth Larios, Don Víctor Torres, Don Plácido Domingo y Enrique Alonso “Cachirulo”, los más destacados cultores de estos géneros.
Doña María Luisa Landín, “La reina del Bolero” reside actualmente en Ciudad de México, donde transcurre su existencia apacible, al lado de sus descendientes Graciela Ibañez Landín y Graciela Elizabeth Kasep Ibañez, su hija y nieta respectivamente.
Ella ha sido, el repositorio de un tiempo inolvidable que jamás volverá. fuente:Profesor José Guillermo Carrillo, foto y entrevista en Aguascalientes 2008.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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