AGUSTÍN AVELEDO

                                                      AGUSTÍN AVELEDO

Educador venezolano, ensayista, erudito, ingeniero, político, nacido en Caracas, capital de los Estados Unidos de Venezuela, el 01 de enero de 1837 y fallecido en su ciudad natal el 5 de julio de 1926. 

Humanista fecundo y polifacético, dotado para el estudio de las Letras, y para la investigación tecnológica. Sobresalió en su faceta de pedagogo hasta convertirse en una de las figuras cimeras de la intelectualidad venezolana de finales del siglo XIX y comienzos de la centuria siguiente.

Fueron sus padres, don Ramón Aveledo Díaz y doña Adelaida Tovar Gallegos, quienes se esforzaron en proporcionarle una esmerada educación, primero bajo la tutela del maestro Pablo Fontes -que dirigió sus estudios primarios- y, ya en su adolescencia, en el colegio El Salvador del Mundo -regido, a la sazón, por Juan Vicente González-. De éste último centro pasó el joven Agustín al Colegio Roscio, donde, bajo el magisterio de Juan José Aguerrevere, concluyó sus estudios de Bachillerato sobresaliente.

Apenas tenía dieciocho años cuando, en 1855, obtuvo el grado de Ingeniero en la Academia de Matemáticas de Caracas; a continuación, se concentró en los estudios humanísticos hasta que, en 1880, fue investido como doctor en Filosofía y Letras por la Universidad Central de Venezuela. Ya para esa fecha Agustín Aveledo había trazado una fecunda trayectoria docente que, entre otros muchos hitos destacables, le llevó a fundar, en 1859, el Colegio Santa María, institución que pronto estuvo reputada como uno de los centros de enseñanza más prestigiosos de Venezuela.

Junto con Ángel E. Ribas Baldwin -socio del Aveledo en esta fructífera aventura pedagógica-, en dicho centro imparte clases algunos profesores de  influencia en tantas generaciones de venezolanos como Elías Rodríguez, Juan Vicente González -el célebre político y genial escritor caraqueño, considerado el "padre" del ensayo en la Literatura venezolana-, Luis Sanojo, Rafael Seijas, Adolfo Ernst, Marco Antonio Saluzzo, José Martí -el gran poeta y líder independentista cubano, que fue contratado como maestro de literatura por Aveledo durante una breve estancia en Caracas-, Luis Ezpelosin -otra figura señera de la pedagogía venezolana-, por supuesto, el propio ingeniero y humanista caraqueño.

Al margen de su actividad, como profesor y directivo, en el Colegio Santa María, Aveledo desarrolló otras muchas labores de docencia e investigación, como la llevada a  cabo en la Escuela de Ingeniería, donde impartió clases durante diez años (1861 y 1871), para acabar regresando y asumir la dirección en 1903. También fue profesor e investigador en el seno de la Sociedad de Sociedad de Ciencias Físicas y Naturales de Caracas, fundada por el propio Aveledo -junto con otros colegas como Adolfo Ernst, Arístides Rojas, Rafael Villavicencio, Gerónimo Eusebio Blanco, Teófilo Rodríguez y Jesús Muñoz Tébar- en 1868. 

Como miembro de este activo grupo de profesores, científicos y eruditos, Agustín Aveledo tomó parte en algunas de las expediciones naturalistas más relevantes de su época y lugar, como la que condujo hasta el paraje conocido como "la Silla de Caracas", o la que le permitió acceder, en 1878, al Pico de Naiguatá (cumbre que, por aquel entonces, permanecía prácticamente virgen para científicos y exploradores). En su condición de ingeniero, en esta última expedición Aveledo se hizo cargo de todo lo concerniente a la hipsometría, la meteorología y la física; y de sus anotaciones se pudo llegar a determinar la altura exacta del Pico de Naiguatá (que fue precisada por Aveledo en 2.782 m).

Tan vastos y variados conocimientos le permitieron prestar valiosos servicios a la Administración pública de su nación. Así, en 1868, ante los méritos que había acreditado ya como educador, el ministro de Educación Nicanor Rivero le encomendó que preparase -junto con otros relevantes juristas y pedagogos- un proyecto de ley sobre instrucción pública. Y, sólo un año después, fue elevado al rango de ministro de Fomento, bajo la Presidencia del General José Ruperto Monagas.

Pero, la delicada situación bélica por la que atravesaba el país -dividido entre los partidarios del susodicho Monagas y los de su primo Domingo- aconsejó a Agustín Aveledo una discreta retirada de la vida pública a comienzos de 1870, cuando apenas llevaba unas semanas al frente de su Ministerio. 

No abandonó, por ello, su infatigable labor de fundación, promoción y consolidación de nuevos centros y organismos capaces de desarrollar el sistema educativo y, en general, la riqueza cultural de su país; y así, intervino de forma decisiva en la creación del Colegio de Ingenieros de Venezuela (cuya presidencia ocupó en tres mandatos diferentes: 1869-1881; 1888-1895; y 1899-1922); y, entre otras muchas obras de impagable valor, puso en marcha en Venezuela -y dirigió personalmente durante varios años- el primer registro oficial de temperatura, humedad e índices de pluviosidad, dentro del laboratorio meteorológico del citado Colegio de Ingenieros.

Articulista asiduo en diferentes periódicos y revistas de información cultural y general, Aveledo fue miembro de la comisión redactora de la Revista Científica, y colaboró en otras publicaciones como los rotativos La Opinión NacionalEl Tiempo y La Religión, y la revista Vargasia. Fue, además, uno de los fundadores del Asilo de Huérfanos de Caracas, y presidió la Junta de Instrucción Pública del Distrito Federal.

Entre sus ensayos, tratados y obras consagradas a los asuntos más diversos, cabe recordar las tituladas Itinerario biográfico y emocional de José Martí (Caracas: Impresores Unidos, 1938) y Línea de alta política defensiva en América (Caracas: Impresores Unidos, 1938).

                   !HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!

  • FUENTES GILLY, Manuel J. Apuntes sobre el doctor Agustín Aveledo. Caracas, 1932.

J. R. Fernández de Cano- www.mcnbiografias.com

Comentarios

  1. Buen día, gracias por su publicación, pero gran error: puso la foto del Dr Rafael Vegas y no la de Agustín Aveledo!

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  2. Esa es la foto de Agustín Aveledo. Crecí viéndola en la casa de mi abuela materna, es la foto de Papa Aveledo, como se le dice en la familia. Esa foto es correcta; es Agustín Aveledo.

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