GUSTAVE FLAUBERT


                                                           GUSTAVE FLAUBERT
Gustave Flaubert nació el 12 de diciembre de 1821 en Rouen, (Ruan) es una ciudad del noroeste de Francia, capital de la región de Normandía y del departamento de Sena Marítimo. 

Su padre fue el cirujano Achille-Cléophas Flaubert, y su madre, la persona más afín a Gustave durante toda su vida, se llamaba Anne-Justine-Caroline. 

Flaubert comenzó a estudiar Derecho, carrera que abandonó en el año 1844 debido a desequilibrios nerviosos y epilepsia. Esta inestabilidad psicológica, que le llevaba a ser tan tímido como neurótico, ocasionó que la mayor parte de su existencia se redujese a la permanencia en reposo en el hogar familiar, sitio en la localidad de Croisset, en donde los Flaubert poseían una tranquila casa de campo y en donde Gustave escribió sus obras más conocidas.

Cronológicamente el tercero de los grandes novelistas del realismo francés (tras Stendhal y Balzac), Gustave Flaubert fue el más exigente y perfeccionista de ellos en materia de objetividad y estilo. La precoz pasión de Flaubert por la literatura queda patente en la pequeña revista literaria Colibrí, que redactaba íntegramente, y en la que de una manera un tanto difusa, pero sorprendente, se reconocen los temas que desarrollaría el escritor adulto.
No obstante, y a pesar de esta vida hogareña obligada, Flaubert viajó con Maxime du Camp por varios países entre los años 1849 y 1851, entre ellos Egipto, Siria, Turquía o Italia.También, a pesar de su misantropía, cultivó múltiples amistades literarias, manteniendo relaciones con George Sand, Emile Zola o Alphonse DaudetSe enamoró de varias mujeres, en su adolescencia de Elisa Schlesinger y, más tarde, de la escritora Louise Colet, con la que inició en 1846 una ligazón amorosa, bastante ocasional, que se prolongaría hasta 1855.
Los viajes desempeñaron un papel importante en su aprendizaje como novelista, dado el valor que concedía a la observación de la realidad. Flaubert no dejaba nada en sus obras a merced de la pura inspiración, antes bien, trabajaba con empeño y precisión el estilo de su prosa, desterrando cualquier lirismo, y movilizaba una energía extraordinaria en la concepción de sus obras, en las que no deseaba nada que no fuera real; ahora bien, esa realidad debía tener la belleza de la irrealidad, de modo que tampoco le interesaba dejar traslucir en su escritura la experiencia personal que la alimentaba, ni se permitía verter opiniones propias.
Su voluntad púdica y firme de permanecer oculto en el texto, estar («como Dios») Omnisciente:
"el narrador omnisciente de una novela conoce todos los detalles de la historia y de los personajes y justifica el porqué de sus acciones y su manera de pensar o sentir; (fig) en la película, la cámara une la perspectiva cercana y desde abajo al plano general, alto y omnisciente"

Que conoce todas las cosas reales y posibles, en todas partes y en ninguna, explica el esfuerzo enorme de preparación que le supuso cada una de sus obras (no consideró publicable La tentación de san Antonio hasta haberla reescrito tres veces), en las que nada se enunciaba sin estar previamente controlado. Flaubert se engloba dentro de la literatura realista y naturalista. Su obra más popular es “Madame Bovary” (1857), libro donde narra las vicisitudes de una mujer burguesa adúltera, por el que fue perseguido y juzgado por atentar contra la moral pública, quedando absuelto de los cargos imputados.

Otros títulos importantes de Gustave Flaubert son la novela histórica “Salambó” (1863), Las profundas investigaciones eruditas que llevó a cabo para escribir su novela Salambó, por ejemplo, tuvieron que ser completadas con otro viaje al norte de África. Su primera gran novela publicada, y para muchos su obra maestra, es Madame Bovary (1856), cuya protagonista, una mujer mal casada que es víctima de sus propios sueños románticos, representa, a pesar de su propia mediocridad, toda la frustración que, según Flaubert, había producido el siglo XIX, siglo que él odiaba por identificarlo con la mezquindad y la estupidez que a su juicio caracterizaba a la burguesía.

De esa misma sátira de su tiempo participa toda su producción, incluido un brillante, aunque inacabado, Diccionario de los lugares comunes. La publicación de Madame Bovary, que supuso su rápida consagración literaria, le creó también serios problemas. Atacado por los moralistas, que condenaban el trato que daba al tema del adulterio, fue incluso sometido a juicio, lo cual lo decidió emprender un proyecto fantasioso y barroco, lo más alejado posible de su realidad: Salambó, donde relata el amor imposible entre una princesa y un mercenario bárbaro en la antigua Cartago. La Educación Sentimental” (1869), libro inspirado en su amor por Elisa Schlesinger, “La Tentación De San Antonio” (1874), o “Correspondencia” (1887-1993), colección de epístolas del escritor francés.

Su siguiente gran obra, La educación sentimental (1869), fue, en cambio, la más cercana a su propia experiencia, pues se proponía describir las esperanzas y decepciones de la generación de la revolución de 1848. Su última gran obra, Bouvard y Pécuchet, que quedaría inconclusa a su muerte, es una sátira a la vez terrible y tierna del ideal de conocimiento de la Ilustración. La abundancia de los trabajos que posteriormente se han dedicado a Gustave Flaubert, y en particular a su estilo, confirma el papel central que desempeñó en la evolución del género novelístico hasta la mitad del siglo XX.
Falleció a causa de una hemorragia cerebral el 08 de mayo de 1880. Tenía 59 años. Está enterrado en el cementerio de Rouen, Francia. fuentes:www.biografiasyvidas/www.alohcriticon.com
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