LOS DELGADO GARCÍA
LOS DELGADO GARCÍA
Memoria de Grado: LUIS ALFONSO BUENO
Con lujo
de acertado, responsable y bien escrito tratamiento, de un interesante acervo
documental, casi confinado al Archivo Histórico del Municipio Falcón- Fondo
Registro Subalterno de Pueblo Nuevo, Península de Paraguaná, ha sido concluida
una Memoria de Grado para optar al título de Licenciados en Historia", Jessika Aponte y José Alejandro Dávila ante la muy Ilustre Universidad de los
Andes.
Dicha
monografía tiene por tema: la conformación, peripecias y definiciones de una
familia que en el escenario histórico de Paraguaná, desenvuelve un movimiento
trascendente, importante, en una sociedad de élites abiertamente beligerantes,
si competitivas entre fricciones no escondidas ni evitadas del todo, en función
del predominio social que apareja lo del tipo económico y político.
A partir del grupo familiar originado
y compuesto por Manuel
Delgado y Amelia García, en una Paraguaná, sub- región de la antigua y
ancestral región coriana, que post guerra de Independencia Nacional,
permanecerá de cara a situaciones de gran precariedad, los serios
investigadores, universitarios y jóvenes, logran una visión apasionante para el
estudio, cuyo resultado está ahora plasmado en un trabajo sencillamente hermoso
y tentador para quienes valoran los temas de la sociedad y de la historia.
En la lúcida y abundante
apoyatura de información histórico-documental que se encuentra en este ensayo,
no falta, ni riñe sin ser un ramalazo de ficción, un evento que hasta podría
serlo: Manuel Delgado, celoso Y ESTRICTO en sus apetencias de ascenso social, a
través de un buen negocio y la mejor defensa de sus bienes y de sus tierras,
tanto como de la colocación personal en el seno elitesco por vía del
matrimonio. Se hace una figura influyente y llega a ser Alcalde en cuyo cargo,
es víctima de un alevoso atentado a consecuencia del cual muere el 14 de agosto
de 1848, año de la confrontación política que
desde el 24 de enero con el asalto Monaguista al Congreso de la
República, desata jornadas bélicas, y la presencia de Páez en la región
Coriana.
Delgado coronará
sangrientamente su vida, pero ya está acrisolado con un prestigio, y el grupo
familiar no sucumbirá, sino que seguirá y obtendrá mayor notoriedad y fortuna,
gracias a la casi épica presencia de la viuda Amelia García en cuya prosapia perviven los rasgos de los
valores y valor de los García de
Quevedo. En un juego de intereses de
élites y predominios, impune quedará el asesinato de Manuel Delgado, pero no se
extinguirá el grupo familiar, ni el poder social por él fundado.
2.-
Aquí, puede apreciarse
destellos que a nivel ideológico y social, recordarán hoy algo de la
“circulación de las Élites, que mutatis mutandi, nos dijera PARETO. También
roza este caso, algo de García Márquez, en lo real maravilloso, autor muy
bien citado, en sus frases finales por los autores Jessika y José Alejandro.
Mi primera y gratificante
lectura del referido trabajo- tan revelador de los precedentes mediatizantes de
una justicia interferida por interesadas acciones y omisiones de grupos de
poder- me ha causado una satisfacción reconfortante (Luis Alfonso
Bueno) como intelectual al modesto rango de buen lector de temas históricos
y como Coriano indócil en la búsqueda de abordajes, serios, fehacientes e
interesantes de nuestro proceso social al paso de los tiempos.
Ninguna necesidad tenían los
autores de este trabajo, de advertirnos que no han procurado un enfoque
apologístico de la familia Delgado-García pues, el móvil conceptual y la
finalidad de su investigación – laboriosa y certera- decimos nosotros- ha sido
ubicar un ejemplo casi simbólico de los hombres…“de los hombres de una época en la que pugnaban
decididamente por defender los intereses en medio de una situación de caos,
irrespeto a la propiedad y quiebre institucional”…
No puede ni lo ha hecho este
trabajo, silenciar el papel de abnegación que en la vida del núcleo familiar
Delgado-García imponen el destino y la fortaleza ética y humana al personaje
noblemente en la decidida presencia de Amelia García de Delgado. El trabajo, la
trata sin tontos remilgos- que no serían serios- con el lenguaje claro de los
hechos que postulan su entereza.
La exposición del tema empieza – a nuestro
juicio- (Luis Alfonso Bueno) por donde y como tenía que empezar: por la
descripción del marco geográfico político y social de la subregión Paraguanera
del siglo XIX, mirada naturalmente extendida a la región Coriana. En concretas
y veraces percepciones con soporte documental diestramente manejado, sin
aturdidoras citas como de erudición vanidosa, los autores nos dan la
configuración de ese paisaje histórico para ubicar apropiadamente dentro de sus
contenidos de época y de sociedad, la familia de cuya reconstrucción temática
se trata.
El buen criterio ha tenido a
su favor el detenerse cuidadosamente, para una aplicación exitosa, en los
aspectos teóricos y metodológicos de los estudios históricos sobre familia en
sus dificultades, como en una parte que encuadrando metodológicamente el tema
en términos garantizadores de su mejor desarrollo, lo desprejuician y lo hacen
accesible en un vínculo elocutivo al lector, éste último e indispensable buen
propósito aparece logrado felizmente por Aponte Moreno y Dávila Dávila, nos coloca ante el
hallazgo vivo de un auténtico bien cultural: la investigación “Los Delgado
García” historia de una familia de la
Península de Paraguaná del siglo XIX”.
Sin desmesura, las páginas
ante nuestros ojos nos provocan decir, sin alarde de humorada que lucen una
prestancia como la de “La muñeca de los Piñeres”, si bien, no son de porcelana
inerte ni deben remudarse, pues tienen la verídica expresión y la credibilidad
histórica de una certidumbre bien labrada.
Luis Alfonso Bueno
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