JOSÉ ZORRILLA Y MORAL
JOSÉ ZORRILLA Y MORAL
José Zorrilla nació en una familia de tendencias conservadoras. Su padre era relator de la Real Chancillería y su madre, una mujer muy piadosa.
Cuando tenía 9 años, su familia se trasladó a Madrid. Allí ingresó en el Seminario de Nobles, dirigido por Jesuitas.
Empezó a estudiar Derecho en la Universidad de Toledo y después en la de Valladolid, pero no le interesaba por los estudios, ante el disgusto de su padre, que por entonces había sido desterrado de Madrid por motivos políticos.
Al joven José Zorrilla le motivaba más, la literatura que las leyes. Era un lector apasionado de los autores románticos, como Walter Scott, Chateaubriand, Alejandro Dumas, Víctor Hugo, Espronceda o el Duque de Rivas, hasta el punto de que se fugó de su casa para volver a Madrid, donde empezó a frecuentar los ambientes bohemios, pasando muchas privaciones. Le gustaba mucho el dibujo, y alguna vez se hizo pasar por artista italiano.
Pero, pronto tendría oportunidad de darse a conocer como poeta: recitando unos sentidos versos en honor de Mariano José de Larra al pie del sepulcro del suicida. Así conoció a su admirado Espronceda, con quien trabaría amistad.
En 1838 se casó con Florentina O'Reilly, dieciséis mayor que él, viuda y con un hijo. Infeliz en su matrimonio, en 1845 Zorrilla abandonaría a su esposa y marcharía a París, donde conoció a Alejandro Dumas, Víctor Hugo, Théophile Gautier, Alfred de Musset y George Sand.
Más adelante pasó varios años en México, donde fue protegido por el emperador Maximiliano I y nombrado director del desaparecido Teatro Nacional.
De vuelta en España con ocasión del fallecimiento de su esposa, se casó en 1869 con Juana Pacheco. En 1873 viajó a Roma y en 1885 ingresó como miembro en la Real Academia. Le llovían los reconocimientos, como uno de los mayores poetas y dramaturgos españoles.
A los 75 años murió en el transcurso de una operación y su cuerpo fue enterrado en Madrid. No obstante, tres años más tarde, cumpliendo la voluntad del poeta, fueron trasladados a Valladolid, donde se encuentra en el Panteón de Vallisoletanos Ilustres del cementerio del Carmen.
Son muy famosos aún hoy algunos de sus poemas dramáticos, como El zapatero y el Rey o Traidor, inconfeso y mártir. Pero sobre todo ha pasado a la historia por ser el autor de una obra inmortal: Don Juan Tenorio, que en España es costumbre representar en fechas cercanas a la festividad del Día de Difuntos, el 2 de noviembre.
José Zorrilla es, ante todo, el más conocido representante del Romanticismo español. Dijo: "Y fortuna que se canta, siempre se la lleva el aire". PLUSESMAS.COM
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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