JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
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JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
Nace JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ CISNEROS, en Isnotú, Estado Trujillo, Estados Unidos de Venezuela, el día 26 de Octubre de 1864, hijo de Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros, siendo el mayor de 06 hermanos.
En enero de 1865 recibe el Sacramento del Bautismo en la Iglesia del Santísimo nombre de Jesús en Escuque, Estado Trujillo, República Bolivariana de Venezuela, para luego ser confirmado por el Obispo de Mérida, Monseñor Juan Hilario Bosset.
Cuando José Gregorio contaba con ocho años, muere su madre Josefa Antonia quien le hubo inculcado el deseo de ayudar al prójimo, así como a su gran religiosidad y, de su padre Benigno, heredaría el carácter y la rectitud en el proceder.
Su primer maestro, Pedro Celestino Sánchez quien regentaba una escuela privada en Isnotú, notaría muy pronto las habilidades e inteligencia del pequeño y hablándole a su padre le señaló: que debía aprovechar las cualidades de José Gregorio y le recomendó enviarlo a la ciudad de Caracas, donde se graduó de médico.
Pasados los años José Gregorio, abrió un consultorio provisional al norte de Caracas, con alegría y voluntad de obrar, se puso al servicio de los pacientes pobres de la Pastora, lugar donde residía con su hermana María Isolina. Allí servía y entregaba todo, hasta lo indispensable a los mendigos del barrio, hasta cuando decide volver a su Trujillo natal, con las mismas intenciones y proyectos.
Pero, el designo de Dios sobre él, lo enrumbaría hacia distintos escenarios. La huella de bondad y rectitud y su brillante hoja de éxitos en la Universidad Central de Venezuela retenían las miradas de sus maestros y del mismo Presidente de la República, Raimundo Andueza Palacios (1890-92), quien lo envía a la Universidad de París a la Facultad de Medicina para que desarrolle estudios en la especialidad Microscopia, Histología Normal, Patología y Fisiología Experi-mental. José Gregorio regresa, al país, cumpliendo con el compromiso de traer las piezas necesarias para un Gabinete Fisiológico y enseñar en la Universidad Central la especialidades científicas que él había cursado.
José Gregorio Hernández, tan vinculado a la espiritualidad y al amor de Dios decide internarse en la orden de los cartujos, y, el día 07 de Junio de 1908, desaparece de Caracas y se embarca para Italia con la decisión de ingresar a la vida monástica. La experiencia de José Gregorio duró nueve meses de postulado, durante el cual, si bien su espíritu tocaba a Dios, su cuerpo con cuarenta y cuatro kilos, se consumía en las asperezas y el duro trabajo manual que allí se ejercía. Estas precarias condiciones físicas, movieron al Superior General a indicarle volver a su vida seglar, al ejercicio de su profesión y a la docencia, dentro de su familia y sus amigos.
Anhelando todavía el sacerdocio, "anhelo más grande que existe en la tierra", como decía el Dr. José Gregorio, llegó a Caracas en abril de 1909 y muy pronto le fue concedida la licencia del Arzobispo para ingresar el 21 de abril al seminario de Santa Rosa de Lima, pero él designio de Dios, no le permitiría alcanzar el presbiterado. Después de tres años, aflora de nuevo en José Gregorio, el deseo de regresar al claustro y de intentar la consagración radical.
Así, acompañado de su hermana Isolina, embarcó de nuevo a Roma, iría al colegio Pío Latino Americano para hacer la Teología y así allanar el ingreso al monasterio. Desde Noviembre de 1913 volvió a la misa en comunidad, la oración, estudio y clases. Pero los vientos romanos, le desarrollaron una afección pulmonar, y debió retornar a Venezuela. Después, ya no insistiría en la separación del mundo para contemplar a Dios en el silencio del convento. Y se convertiría en el médico de los pobres, donde DIOS le asignó su camino definitivo.
El proceso de su Beatificación, fue iniciado en 1949 por el Sr. Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo Castillo Lara, y ha cumplido con esmero y éxito las etapas canónicas. En 1986, el Dr. José Gregorio Hernández es declarado por la Iglesia como VENERABLE, pero sin cumplir el culto oficial público. Muere el 29 de junio de 1919, arrollado por un vehículo, en la parroquia La Pastora de Caracas. fuente:wikipedia.org
¡HONOR A QUIEN HONOR MERECE !
JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ
Nace JOSÉ GREGORIO HERNÁNDEZ CISNEROS, en Isnotú, Estado Trujillo, Estados Unidos de Venezuela, el día 26 de Octubre de 1864, hijo de Benigno Hernández y Josefa Antonia Cisneros, siendo el mayor de 06 hermanos.
En enero de 1865 recibe el Sacramento del Bautismo en la Iglesia del Santísimo nombre de Jesús en Escuque, Estado Trujillo, República Bolivariana de Venezuela, para luego ser confirmado por el Obispo de Mérida, Monseñor Juan Hilario Bosset.
Cuando José Gregorio contaba con ocho años, muere su madre Josefa Antonia quien le hubo inculcado el deseo de ayudar al prójimo, así como a su gran religiosidad y, de su padre Benigno, heredaría el carácter y la rectitud en el proceder.
Su primer maestro, Pedro Celestino Sánchez quien regentaba una escuela privada en Isnotú, notaría muy pronto las habilidades e inteligencia del pequeño y hablándole a su padre le señaló: que debía aprovechar las cualidades de José Gregorio y le recomendó enviarlo a la ciudad de Caracas, donde se graduó de médico.
Pasados los años José Gregorio, abrió un consultorio provisional al norte de Caracas, con alegría y voluntad de obrar, se puso al servicio de los pacientes pobres de la Pastora, lugar donde residía con su hermana María Isolina. Allí servía y entregaba todo, hasta lo indispensable a los mendigos del barrio, hasta cuando decide volver a su Trujillo natal, con las mismas intenciones y proyectos.
Pero, el designo de Dios sobre él, lo enrumbaría hacia distintos escenarios. La huella de bondad y rectitud y su brillante hoja de éxitos en la Universidad Central de Venezuela retenían las miradas de sus maestros y del mismo Presidente de la República, Raimundo Andueza Palacios (1890-92), quien lo envía a la Universidad de París a la Facultad de Medicina para que desarrolle estudios en la especialidad Microscopia, Histología Normal, Patología y Fisiología Experi-mental. José Gregorio regresa, al país, cumpliendo con el compromiso de traer las piezas necesarias para un Gabinete Fisiológico y enseñar en la Universidad Central la especialidades científicas que él había cursado.
José Gregorio Hernández, tan vinculado a la espiritualidad y al amor de Dios decide internarse en la orden de los cartujos, y, el día 07 de Junio de 1908, desaparece de Caracas y se embarca para Italia con la decisión de ingresar a la vida monástica. La experiencia de José Gregorio duró nueve meses de postulado, durante el cual, si bien su espíritu tocaba a Dios, su cuerpo con cuarenta y cuatro kilos, se consumía en las asperezas y el duro trabajo manual que allí se ejercía. Estas precarias condiciones físicas, movieron al Superior General a indicarle volver a su vida seglar, al ejercicio de su profesión y a la docencia, dentro de su familia y sus amigos.
Anhelando todavía el sacerdocio, "anhelo más grande que existe en la tierra", como decía el Dr. José Gregorio, llegó a Caracas en abril de 1909 y muy pronto le fue concedida la licencia del Arzobispo para ingresar el 21 de abril al seminario de Santa Rosa de Lima, pero él designio de Dios, no le permitiría alcanzar el presbiterado. Después de tres años, aflora de nuevo en José Gregorio, el deseo de regresar al claustro y de intentar la consagración radical.
Así, acompañado de su hermana Isolina, embarcó de nuevo a Roma, iría al colegio Pío Latino Americano para hacer la Teología y así allanar el ingreso al monasterio. Desde Noviembre de 1913 volvió a la misa en comunidad, la oración, estudio y clases. Pero los vientos romanos, le desarrollaron una afección pulmonar, y debió retornar a Venezuela. Después, ya no insistiría en la separación del mundo para contemplar a Dios en el silencio del convento. Y se convertiría en el médico de los pobres, donde DIOS le asignó su camino definitivo.
El proceso de su Beatificación, fue iniciado en 1949 por el Sr. Arzobispo de Caracas, Monseñor Lucas Guillermo Castillo Lara, y ha cumplido con esmero y éxito las etapas canónicas. En 1986, el Dr. José Gregorio Hernández es declarado por la Iglesia como VENERABLE, pero sin cumplir el culto oficial público. Muere el 29 de junio de 1919, arrollado por un vehículo, en la parroquia La Pastora de Caracas. fuente:wikipedia.org
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