RAIMUNDA CHIRINOS DE COLINA


                 
                        DOÑA  RAIMUNDA CHIRINOS DE COLINA
                       ESCRIBE: Egly Colina Marín


Nació en Curimagua, un poblado en la parroquia homónima del municipio Petit en el estado Falcón, Estados Unidos de Venezuela. La localidad se encuentra en la Sierra de San Luis, al sur de la ciudad de Coro y está ubicada a una altitud de 1150 msnm y está conectada de manera indirecta con la carretera nacional No. 4. La población rebasa los 3200 habitantes.

Donde según las palabras del poeta Luis Alfonso Bueno:  su gente es respetuosa y sencilla, según la tradición, la costumbre de ser.

...Es la convicta permanencia junto al olor del campo, en el sudor del esfuerzo y la contienda, está allí, en su espera como sin otra esperanza que los amaneceres que ella misma siembra… Es en ese paisaje de la geografía Venezolana, represa viviente de sanas y arraigadas costumbres y creencias populares,  nació el 09 de enero de 1891 la que sería conocida como Doña Raimunda, el ña, lo obtuvo como una gracia. Estuvo casada con Don José María Colina con quien procreó dos hijos.

Bautizada católica, profesó los santos sacramentos y las fiestas de guardar. 

Sin ningún estudio  formal, pero heredera de la etno-medicina negra, la sabiduría indígena, del poder de observación y su fe, la convencen de que existe una relación de los vegetales entre sí, de los frutos, y  en fin, de los alimentos, para obtener la curación de los enfermos. Se constituyó en una profesante de la medicina empírica popular, tradicional, pero que en virtud de sus aciertos fue consentida  y respetada.

RAIMUNDA Con una sabiduría natural, bondadosa, hacedora del bien, fuerte voluntad, solidaria con el débil, el desvalido, el hambriento, el abandonado y el inmisericorde. Y, que  por la indulgencia de Dios nace en medio de la naturaleza pródiga, con plantas cuyas hojas y frutos le darían los elementos nutricios para complementar su sabiduría innata, y dar la salud a quienes la necesitasen.

RAIMUNDA, mujer humilde,  familiarizada con las plantas, el lenguaje de los árboles, su fuerza,  las maderas y las conchas, pero, sobre todo inmensamente cristiana. No poseía el sentido de figuración ni del halago. Fue, una curandera, sanadora, curiosa, herbolaria que por la mera observación y por la transmisión oral de varias generaciones dedicó su preciosa existencia a hacer el bien como una mensajera del Señor…

Su fe, era firme como una roca, y nunca  sintió la tentación de la popularidad,  el halago, ni del ocultismo ya que como hija de Dios actuaba, procurando consuelo al que sufría,  o, buscaba su refugio, sanación y  fortaleza espiritual.


Al regreso de su pueblo natal CURIMAGUA vivió  en la ciudad de Coro; YA  PARA ENTONCES, LE RODEABA UNA PREMATURA  FAMA, pues, manejaba las situaciones familiares, hereditarias, la sintomatología del cuerpo enfermo, e intuitivamente definía un retrato  del paciente.

Doña Raimunda era la indiscutible presencia de una gran vocación traída desde el vientre de su madre. Sin lugar a dudas, la madre naturaleza nos provee de todos los elementos requeridos para otras alternativas  que han contribuido a la salud, y a humanizar la asistencia médica, lejos del mercantilismo, tal es el caso de la medicina alternativa y la medicina complementaria reconocida y aceptada.

Según el poeta falconiano  Luis Alfonso Bueno, ella siempre, estuvo rodeada del afecto desinteresado de quienes sentían una devoción por su persona, y su larga vida fue un barrunto de su designio

Fueron sus hijos: Cruz Colina de Morillo (q.p.d) Jóvito Colina Chirinos, y tuvo cinco nietos: Freddy Morillo Colina (q.p.d) Rodrigo Morillo Colina, Mirthia Morillo Colina de Molina, Julio Morillo Colina y Miriam  Morillo Colina de Vargas; de los cuales Julio y Mirthia son profesionales de la medicina.

Al biografiar a la Sra Raimunda, he querido hacerlo como fiel reconocimiento a su desinteresada  y misional labor, en pro del humilde, del necesitado, y en un momento histórico cuya sabiduría natural, aportó una mano generosa al sufrimiento, y no como la exaltación  de una medicina primitiva. Sus restos reposan en la ciudad Mariana de Coro.

Que descanse en paz.


¡HONOR A QUIEN HONOR MERECE!
fuente: Curimagua y Doña Raimunda, 
                 -La Vida por las Aguas-

Comentarios

  1. Gracias Sra Egly Colina, por su publicación sobre mi Bisabuela, hay detalles de ella aquí que aun no conocía! Gracias, por ayudar a que nuestras raices falconianas no queden en el olvido y gracias por detallar en pocas lineas, lo especial que fue..
    Mariela Morillo Pérez, hija de Fredy Morillo Colina (q.p.d)..

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