ANGEL FILIBERTO BECKLES MARZÁN
ANGEL FILIBERTO BECKLES M
In Memoriam
Fue un educador de acrisoladas virtudes y de recto proceder. Conocí al Profesor Beckles por el año 1982 cuando laboré en el plantel Francisco de Miranda de Los Teques.
Su vida transcurrió en un constante quehacer en la actividad docente, el trabajo cultural y como Miembro activo de la Sociedad Bolivariana de esa entidad federal, para con su inagotable capacidad, ofrecer lo mejor de sus experiencias.
Desde su remota tierra guayanesa, a la que amó filial y entrañablemente, se desplazó hasta nosotros, para avecindarse en esta comarca, y desposarse con la ciudad a la cual entregó su espíritu, y materia.
Muchas generaciones de estudiantes, hoy útiles a la Patria, se nutrieron con la savia límpida y generosa de este hombre bueno, desaparecido tempranamente, cuando el país hubo necesitado de la vocación, talento y disposición como la suya.
Aprecié durante una incipiente amistad, un cúmulo de virtudes que le hacían querer y admirar por parte de quienes superados intelectual y espiritualmente se sintieron atraidas al ámbito de estas almas superadas.
Beckles era irreductible con la infamia y mostrábase adversario con quienes la practicaban y ejecutaban. Pública y privadamente expresaba su DESACUERDO CON ESTA INSANA PRÁCTICA; Y , COMO EL ANTIGUO GILGAMÉS DE LA LEYENDA SUMERIA, LA COMBATÍA CON LAS ARMAS DE LA RAZÓN.
Emotivo con sus amistades. Sensible ante cualquier manifestación del espíritu, afectuoso con su esposa, enternecedor con sus hijos.. Beckles fue la suma total de lo que debe ser un ciudadano ejemplar.
Su nombre fue designado a la biblioteca del Liceo Francisco de Miranda como un justiciero homenaje a quien se conturbaba ante la presencia de un libro.
Sus restos se encuentran sepultados en su querido Tumeremo.
Aprecié durante una incipiente amistad, un cúmulo de virtudes que le hacían querer y admirar por parte de quienes superados intelectual y espiritualmente se sintieron atraidas al ámbito de estas almas superadas.
Beckles era irreductible con la infamia y mostrábase adversario con quienes la practicaban y ejecutaban. Pública y privadamente expresaba su DESACUERDO CON ESTA INSANA PRÁCTICA; Y , COMO EL ANTIGUO GILGAMÉS DE LA LEYENDA SUMERIA, LA COMBATÍA CON LAS ARMAS DE LA RAZÓN.
Emotivo con sus amistades. Sensible ante cualquier manifestación del espíritu, afectuoso con su esposa, enternecedor con sus hijos.. Beckles fue la suma total de lo que debe ser un ciudadano ejemplar.
Su nombre fue designado a la biblioteca del Liceo Francisco de Miranda como un justiciero homenaje a quien se conturbaba ante la presencia de un libro.
Sus restos se encuentran sepultados en su querido Tumeremo.
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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