MIRIAM CUPELLO
MIRIAM CUPELLO
En 1946 se casaron.
RECORDANDO A MIRIAM . |
A mi queridísima hermana, la preferida de papá y mamá: Angelina, nació en Maracaibo el 03 de octubre de 1914, fue la segunda hija de Salvador Cupello y Josefa Menda.
Seis años después partió con sus 5 hermanos: Josefa, la mayor, Alicia Italia, Frascuelo, Olga y Enrique, papá y mamá a Italia. Los acompañaban 2 indias: Olivia y María Busaca. El motivo del viaje fue que a papá le diagnosticaron tuberculosis porque escupía sangre y él sintiéndose imposibilitado de mantener a su familia decidió viajar a su pueblo, Paola en Calabria, donde se reuniría con sus familiares. En el barco dejó de botar sangre y llegó curado.
En Paola, Angelina vio nacer dos hermanos: Letizia y Maruchito, éste último murió poco después de pulmonía, ella lo quería mucho y guarda su fotografía. A insistencia de mi mamá, y por la deficiente medicina en Paola, se mudaron a Nápoles, allí nació Nicola y ocho años después, yo. Papá vivía en Maracaibo.
En Nápoles Angelina fue muy, muy feliz, decía que Mussolini era un gran gobernante, que hizo mucho por el país. Allí Angelina estudió bachillerato, su colegio favorito fue Santa Dorotea, donde estuvo dos años interna. Recuerda ella: "Dentro de mis estudios quiero destacar diez años de latín y seis de griego; practicaba el baloncesto, era campeona de salto alto y de fútbol, montaba bicicleta, jugaba tenis. Tomé cursos de piano por 10 años y de canto seis años, también tocaba guitarra hawaiana. En las vacaciones bordaba con mamá, Soles de Maracaibo.
Como soprano lírico canté en el Teatro S. Carlo de Napoli, también en París y Londres donde cursó estudios. Hablo español, italiano, francés, inglés, ruso. chino mandarín". En todos es una gran parlanchina. Muy segura de ella misma me afirma que es un genio. La Cappelletto la llamaban sus mejores amigos, Ana Ferrari, el conde Paolo de la Felde, Ela y Elena Tosti y Toti Grimaldi di Catania.
Como soprano lírico canté en el Teatro S. Carlo de Napoli, también en París y Londres donde cursó estudios. Hablo español, italiano, francés, inglés, ruso. chino mandarín". En todos es una gran parlanchina. Muy segura de ella misma me afirma que es un genio. La Cappelletto la llamaban sus mejores amigos, Ana Ferrari, el conde Paolo de la Felde, Ela y Elena Tosti y Toti Grimaldi di Catania.
En 1936 cuando yo tenía 4 años y ella 21 o 22 volvió a Venezuela con la familia, ya Frascuelo y Enrique los habían precedido. Papá al ver la guerra española, temió la futura 2da Guerra Mundial. Él siguió viviendo en Maracaibo pero, mamá decidió trasladarse a Caracas por su mejor clima. Angelina como sus otros hermanos preferían vivir en Italia donde fueron muy felices, a esta tierra desconocida.
En Caracas las muchachas de la sociedad tenían catorce, quince años y Angelina era mucho mayor y más instruida, por eso optó por ir al Ateneo y al Hogar Americano, donde era la única que cantaba. Además continuó con los deportes, montaba a caballo y jugaba tenis en el Country Club. Tenía muchos amigos, los favoritos eran Felix D’ambrosio, el arquitecto Pavesio, Chente Matos, Otto Paz y amigas como su prima Ernestina Menda, Las Volbrach, Maruja, Mireya y Nina Consalvi. No tenía novios pero si muchos admiradores. Todas las mamás la preferían porque era seria y buena (según sus propias palabras)
“Frascuelo nos llevaba al Hotel Ávila a bailar vals, foxtrot, tango y charleston”
Cuenta: “Conocí a Rafael mi futuro marido, el más importante doctor de Venezuela, en el Club de Maracaibo, él trabajaba como médico en una compañía petrolera, se enamoró de mí el mismo día, yo lo hice esperar varios años porque también me gustaban otros admiradores como Chente Matos y Otto Paz".
“Era el mejor marido del mundo, nunca fue mujeriego” Sin embargo recuerda que Rafael bailando con una muchacha demasiado pegado, por celos, le apagó el cigarrillo a Rafael en la mejilla".
“Yo iba a donde él quería ir, Recién casados vivimos 10 meses en San Cristóbal donde yo dictaba clases de arte. Después vine a Caracas y viví en una casita en el Paraíso, también estuvimos varios años en Estados Unidos y Suiza”.
Para saber de Angelina hay que conocer un poco sobre Rafael, quien por cierto fue presidente del Colegio Médico, de la Academia de Medicina, del Seguro Social, y quien otorgó la pensión de vejez.Un día fui a su casa en el Country, llegué al callejón que está como a 50 m de la casa y me asusté. Se oían unos gritos espantosos y los más serios insultos a Angelina que jamás había escuchado de Rafael, quien con su voz de trueno espantaba a cualquiera. No me atreví a entrar. Pasaron unos 20 minutos pero como los alaridos no se apaciguaban con cuidado me acerqué a la casa aterrorizada. Me dije: Esta vez sí se separan pensé: ¡que lástima! Será el único divorcio de la familia. Cuanto van a sufrir papá y mamá…Mi mamá dice que prefiere un hijo muerto a uno divorciado. Y tenía que ser justo él más querido, él que más se ocupaba de ellos ¿Qué puedo hacer? Entré con cuidado y encontré Rafael enfurecido que continuaba gritando. Serafina a su lado barriendo tranquila alrededor de sus pies.
Rafael, perdona que te interrumpa, ¿Qué te, te… sucede? ¡Aaangelina, la desgraciada perdió de nuevo mis tijeritas de las uñas!
No solo nunca se divorciaron sino que tuvieron una extensa familia.
Zanahoria la generala, corazón de oro; Diego el preferido y destacado cineasta, al que dio luz sin dolor como sucedió cuando ella nació en Maracaibo; Silvia eficiente y gran madre, nació en Suiza; Eliana dulce y buena, heredó el talento médico Rísquez.
Vinieron los nietos: Amapola, Salvador e Isabella, los favoritos, Maria Paola, Cristobal, Fabiana, Adriana y Rafael un caudal de alegría.
Para mí, mi hermana Angelina fue la mejor hija, esposa, madre y abuela, la prueba de ello es que sus hijos y todos sus nietos menos los 3 casados, viven con ella en la gran casa-comuna del Country Club. Pero, sobre todo está lo que decía su marido Rafael:
“Lo que Dios me daría en el cielo, me lo regaló en la tierra con Angelina”. www.wikipedia.org
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