MANUEL DE FALLA
MANUEL DE FALLA
REPRESENTANTE DEL NACIONALISMO MUSICAL. |
Manuel María de los Dolores Falla y Matheu nació el 23 de noviembre de 1876 en Cádiz, una ciudad y municipio de España, capital de la provincia homónima, en la comunidad autónoma de Andalucía. Y, muere en Alta Gracia, Argentina, el 14 de noviembre de 1946.
Compositor español. Representante del nacionalismo musical, es uno de los compositores españoles más importantes de la primera mitad del siglo XX, junto a Isaac Albéniz, Enrique Granados, Joaquín Turina y Joaquín Rodrigo.
Manuel María de los Dolores Falla y Matheu nació el 23 de noviembre de 1876 en el domicilio familiar de la Plaza de Mina número 3 en Cádiz, hijo de José María Falla y Franco, de origen valenciano y de María Jesús Matheu y Zabala, de origen catalán. Recibió sus primeras lecciones de solfeo de mano de su madre, intérprete de piano, y su abuelo. A los 9 años de edad continuó sus estudios musicales con una profesora de piano llamada Eloísa Galluzo. Además su nodriza le enseñó nanas y canciones populares que dejaron huella en él.
A los quince años sus intereses eran principalmente la literatura y el periodismo. Con un grupo de amigos fundó la revista literaria El Burlón y en 1890 participó en una segunda titulada El Cascabel, que terminó dirigiendo. En 1893, tras asistir a un concierto en Cádiz donde se interpretaron, entre otras, obras de Edvard Grieg sintió, según sus propias palabras, que su "vocación definitiva es la música".En el Archivo Histórico Provincial de Cádiz se encuentra custodiado su expediente escolar. Expediente que estaba en posesión de los fondos del Instituto Columela, colegio donde estudió, hasta que fue transferido al Archivo en Diciembre de 2003. En él, aparte de sus excelentes notas, se destaca su manejo a la hora de resolver una operación aritmética y la excelente caligrafía que tenía a pesar de contar con solo 11 años de edad. En 1889 prosiguió sus estudios de piano con Alejandro Odero y aprendió armonía y contrapunto con Enrique Broca.
Traslado a Madrid
A partir de 1896 comenzó a viajar a Madrid, donde asistió al Real Conservatorio de Música y Declamación. Allí se perfeccionó en piano con José Tragó, un condiscípulo de Isaac Albéniz. En 1897 compuso Melodía, una obra para violonchelo y piano y dedicada a Salvador Viniegra, ya que Falla participaba en las sesiones de música de cámara que se realizaban en casa de este. Ese mismo año se trasladó definitivamente a Madrid, donde al año siguiente finalizó con honores sus estudios en el Conservatorio. Al año siguiente superó, con la calificación de sobresaliente, los tres primeros años de solfeo y cinco de piano en el Conservatorio, en calidad de alumno libre, y compuso Scherzo en do menor. En 1899 terminó los estudios oficiales en la Escuela Nacional de Música y Declamación y obtuvo, por unanimidad, el primer premio de piano de dicho centro. Ese mismo año estrena sus primeras obras: Romanza para violonchelo y piano, Nocturno para piano, Melodía para violonchelo y piano, Serenata andaluza para violín y piano, Cuarteto en Sol y Mireya. Por esa época, el joven músico añadió el "de" a su apellido, con el que sería conocido..
En 1900 compuso Canción para piano y algunas piezas vocales y para piano. Estrenó Serenata andaluza y Vals-Capricho para piano en el Ateneo de Madrid. Debido a la precaria situación económica de la familia, comenzó a impartir clases de piano. Realizó sus primeras obras de zarzuela, como La Juana y la Petra o La casa de tócame Roque (inspirada en la popular casa madrileña).
En 1901 conoció a Felipe Pedrell, quien tendría notable influencia en su posterior carrera ya que despertó en él el interés por el flamenco y, en especial, por el cante jondo. Compuso obras como Cortejo de gnomos y Serenata, ambas para piano y tras componer algunas zarzuelas, hoy perdidas u olvidadas, como Los amores de Inés y Limosna de amor.
El 12 de abril de 1905 estrenó, en el Teatro Cómico de Madrid, Los amores de la Inés y ese mismo año conoció a Joaquín Turina y la Sociedad de Autores publicó Vals-Capricho y Serenata andaluza. Al año siguiente compuso y presentó Allegro de concierto al concurso convocado por el Conservatorio de Madrid, que finalmente ganó Enrique Granados y la Sociedad de Autores publicó las obras Tus ojillos negros y Nocturno. Ese mismo año, comenzó su colaboración con Amadeo Vives las zarzuelas Prisionero de guerra, El cornetín de órdenes y La cruz de Malta, de las que sólo se conservan algunos fragmentos.
Los años de estudio en la capital española culminaron con la composición, en 1904, de la ópera La vida breve, en colaboración con Carlos Fernández Shaw, que se hizo acreedora del primer premio de un concurso convocado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Aunque las bases del concurso estipulaban que el trabajo ganador debía representarse en el Teatro Real de Madrid, Falla hubo de esperar ocho años para dar a conocer su partitura, no en Madrid sino en Niza (Francia). Dado que no conocía todavía Granada, la ciudad en la que se ambienta esta ópera, Falla pidió información a su amigo Antonio Arango. De esta época son los Cantares de Nochebuena.
En abril de 1905 obtuvo el premio de piano convocado por la firma Ortiz y Cussó. El 15 de mayo de ese año estrenó en el Ateneo de Madrid la obra Allegro de concierto. El 13 de noviembre la Academia de Bellas Artes otorgó el premio de su concurso a La vida breve.
La siguiente etapa de su formación tuvo lugar en Francia. En 1907 se afincó en París, por consejo de Joaquín Turina y Víctor Mirecki Larramat, y allí entró en relación con Claude Debussy, Maurice Ravel, Paul Dukas, Isaac Albéniz, Alexis Roland-Manuel, Florent Schmitt, Ricardo Viñes y Pablo Picasso. Es difícil saber qué experiencia vívida puede cambiar el rumbo de una sensibilidad artística creadora pero la relación que Falla mantuvo con estos músicos en París influyó de manera determinante en su música posterior.
Por ejemplo, Debussy quien había oído y admiraba el arte flamenco de España, le aconsejó que tomara esta música como fuente de inspiración; consejo que el español debió tener en cuenta en obras como Noches en los jardines de España, en que el impresionismo contemporáneo se utiliza casi como soporte para armonías, ritmos y sonoridades flamencas.
En enero de ese año inició una gira por el norte de España, junto con el violinista Antonio Fernández Bordas y el violonchelista Víctor Mirecki. El 27 de marzo del año siguiente se estrenaron en la Salle Érard las Cuatro piezas españolas interpretadas por Ricardo Viñes, que más tarde fueron publicadas por el editor Jacques Durand gracias a la recomendación de Dukas, Debussy y Ravel. Ese mismo año comenzó a componer Noches en los jardines de España y Alfonso XIII le otorgó una beca para que pudiera seguir residiendo en París y concluir las Cuatro piezas y la orquestación de La vida breve.
El 28 de marzo del año siguiente la Orquesta Sinfónica de Madrid, dirigida por Enrique Fernández Arbós, estrenó la primera versión de concierto de El amor brujo en el Hotel Ritz de Madrid. Falla entabló contacto con Ígor Stravinski y Sergéi Diágilev, cuyos célebres Ballets Rusos se hallaban por aquella época en Madrid, e inició un viaje por el sur del país acompañado por Diágilev y el bailarín Léonide Massine. Durante el verano inició un nuevo viaje por España con Diágilev y Massine y el 8 de octubre acudió a Fuendetodos a la inauguración de un monumento en homenaje a Francisco de Goya. Antes de finalizar el año, inició una nueva gira por el norte de España acompañando a la soprano Aga Lahowska.
En 1919 fallecieron sus padres, el 12 de febrero su padre y el 22 de julio su madre. El 22 de julio los Ballets Russos de Diágilev realizaron el estreno de El sombrero de tres picos en el Alhambra Theatre de Londres, con coreografía de Massine y decorados y figurines de Pablo Picasso. Esta obra pasó a formar parte del repertorio fijo de la compañía rusa. Por encargo de Arthur Rubinstein comienza a componer Fantasia Baetica e inició las negociaciones del contrato con J. & W. Chester de Londres, que se pasaron a ser sus principales editores. El Centro Artístico de Granada le tributó un homenaje el 15 de septiembre, por lo que Falla realizó un viaje a la ciudad, en compañía de su hermana María del Carmen y del matrimonio Vázquez Díaz.
Durante su estancia en la ciudad, se hospedó primero en la Pensión Alhambra, donde su amigo desde su estancia en París, Ángel Barrios, le reservó habitaciones, y más tarde en la Pensión Carmona, según su primer biógrafo, John Brande Trend, al que conoció durante ese viaje. Ambas pensiones estaban situadas en la Calle Real de la Alhambra. Allí llevó una vida retirada, rodeado de un grupo de amigos entre los que se encontraba Federico García Lorca.
El 4 de enero de 1920, tuvo lugar el estreno en París de Noches en los jardines de España, bajo la dirección de Enrique Fernández Arbós y con Joaquín Nin en el papel solista, y ese mismo mes, los Ballets Rusos realizaron una exitosa representación de El sombrero de tres picos en el Théâtre National de l'Opéra de París. El 8 de febrero, Arthur Rubinstein estrenó en Nueva York la Fantasía Baetica.
El compositor gaditano concluyó su primera obra en Granada en agosto, Homenaje pour le Tombeau de Claude Debussy para guitarra. A mediados del mes siguiente fijó su residencia en dicha ciudad en las mismas habitaciones que ocupó anteriormente Daniel Vázquez Díaz en la Pensión Carmona y más tarde, a mediados del verano de 1921, se trasladó al carmen de Santa Engracia en la Calle Real de la Alhambra, número 40. En diciembre publicó su artículo "Claude Debussy et l'Espagne" en La Revue Musicale.
Aceptó el cargo como académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de Granada, y el 22 de mayo tuvo lugar el estreno en París de la versión definitiva para ballet de El amor brujo en el Trianon Lyrique, con decorados y figurines de Gustavo Bacarisas, Falla ejerciendo como director musical y Antonia Mercé "La Argentina" y Vicente Escudero en los papeles de Candelas y Carmelo, respectivamente.
El 29 de diciembre tuvo lugar la representación de El retablo de maese Pedro en Nueva York, con la Philharmonic Symphony Orchestra, Wanda Landowska y Willem Mengelberg, como director. Fue nombrado miembro de la Hispanic Society of America.
En 1926 participó en el homenaje que realizó el Centro Artístico en honor al caricaturista Luis Bagaría. Las representaciones de El retablo realizadas en Ámsterdam el 26 de abril, que contó con Luis Buñuel como director de escena y con Willem Mengelberg como director de orquesta, y Zúrich el 20 de junio en el Festival de la Sociedad Nacional de Música Contemporánea fueron un éxito.
Terminó la composición del Concerto para clavecín y orquesta de cámara, que fue estrenado el 5 de noviembre en el Palacio de la Música de Barcelona por Wanda Landowska, acompañada por un grupo de profesores de la Orquestra Pau Casals y dirigidos por el propio Falla. Se trata de la última obra importante que llegó a acabar, y la última que todavía es popular. Fue homenajeado con motivo de su quincuagésimo aniversario y recibió la distinción de "hijo adoptivo" de la ciudad de Sevilla el 20 de marzo e "hijo predilecto" de la ciudad de Cádiz en abril.
Los homenajes continuaron en 1927, ya que fue nombrado "hijo adoptivo" de Guadix el 28 de febrero. Anteriormente, los días 8 y 9 de ese mismo mes, se realizaron sendos conciertos de la Orquesta Bética de Cámara en el Coliseo Olympia de Granada, dirigidos por Ernesto Halffter y el propio Falla, respectivamente.
En Barcelona, el 17 de marzo tuvo lugar el "Festival Falla", que contó con la presencia del compositor. El mes siguiente, Falla se unió al homenaje que el Ateneo de Granada rindió al compositor alemán Ludwig van Beethoven. Falla compuso la música para el Soneto a Córdoba de Luis de Góngora como conmemoración del tercer centenario del fallecimiento del escritor, obra que fue estrenada el 14 de mayo en la Salle Pleyel de París, con Madeleine Greslé y el propio compositor al piano. En esa época comenzó la preparación de la música incidental para la representación del auto sacramental de Pedro Calderón de la Barca El gran teatro del mundo que se realizó en la Plaza de los Aljibes de la Alhambra el 27 de junio (aunque en un principio estaba planeada para el 18, problemas técnicos impidieron la representación) que fue organizada por el Ateneo de Granada y la Junta de Damas de Honor y Mérito.
El 30 de enero de 1928 tomó posesión de su cargo como académico de número de la Real Academia de Bellas Artes de Granada. El día 14, recibe la condecoración de caballero de la Legión de Honor. En septiembre viajó a Siena, en compañía de su amigo Juan Gisbert Padró, para actuar como solista en una audición del Concerto y el 29 de octubre fue nombrado miembro de la Kungliga Svenska Musikaliska Akademien Vágnar de Estocolmo. Por esas mismas fechas fue visitado en Granada por Maurice Ravel.
A finales de enero de 1930, fue visitado por Alfredo Casella, que se encontraba en la ciudad realizando unos conciertos con el Trío Italiano. En junio, realizó la grabación del Concerto y algunas de sus canciones en París, en la que acompañó al piano a María Barrientos. En diciembre realizó un viaje a Cádiz para dirigir un concierto en el teatro que lleva su nombre. Durante esta estancia en su tierra natal aprovechó la ocasión para realizar una excursión, inspirada por sus trabajos en Atlántida, al islote de Sancti Petri, lugar en el que supuestamente estarían las ruinas del templo de Hércules.
En 1931 realizó su última visita a Londres para dirigir El retablo de maese Pedro en una retransmisión de la BBC. El 14 de mayo, un mes después de la proclamación de la Segunda República en España, escribió junto con otros amigos granadinos, al presidente de la República, Niceto Alcalá Zamora, y a su amigo Fernando de los Ríos, ministro de Justicia, para pedirles que tomaran las medidas oportunas para detener la quema y saqueo de iglesias, así como el creciente proceso de "des evangelización" de España. Ese mismo año fue designado vocal de la recién creada Junta Nacional de Música.
Exilio en Argentina y fallecimiento
El 28 de septiembre de 1939, un poco después de la Guerra Civil Española y ya comenzada la Segunda Guerra Mundial, Manuel de Falla se exilió en Argentina, a pesar de los intentos del gobierno del dictador Francisco Franco, que le ofrecía una pensión si regresaba a España. Fue nombrado Caballero, con el grado de Gran Cruz, de la Orden de Alfonso X el Sabio en 1940. Vivió en su exilio argentino gracias a la ayuda de algunos mecenas, entre ellos la familia Cambó, y lo hizo de forma tranquila en una casa en las sierras, donde su hermana cuidaba de él, ya que casi siempre estaba enfermo.
Finalmente, falleció el 14 de noviembre de 1946 tras sufrir un paro cardiorrespiratorio justo dos días después de que se despidiera de él una de sus colaboradoras predilectas y gran amiga, la cantante Conxita Badía, que se volvía del exilio. «Debe de ser el destino,» le dice ella antes de irse. «Al destino no hay que provocarlo,» le replica Falla. «Yo seguiré viviendo aquí o en cualquier parte de América. Adiós, Conchita. Hasta que volvamos a vernos. Y si no, en lo eterno.» Con su muerte, no pudo culminar su última obra. La tarea de finalizarla, según los esbozos dejados por el maestro, correspondió a su discípulo Ernesto Halffter. En este país, exiliado, estrenaría su Suite Homenajes.
Sus restos fueron trasladados desde Buenos Aires, hasta su tierra natal, Cádiz, a bordo del minador Marte. En Cádiz fueron recibidos por su familia, José María Pemán y diferentes autoridades eclesiásticas, civiles y militares, entre las que se encontraba el Ministro de Justicia, Raimundo Fernández-Cuesta, en representación del Jefe del Estado, Francisco Franco. El cortejo fúnebre se dirigió del muelle a la catedral de Santa Cruz de Cádiz, donde se celebró un solemne funeral. Con autorización expresa del papa Pío XII, los restos fueron enterrados en la cripta de la catedral, donde se encuentran actualmente junto a los de José María Pemán.
En la cultura popular
Como homenaje a su labor artística, el Banco de España decidió emplear un retrato de Manuel de Falla en el anverso de los billetes de 100 pesetas, que fueron emitidos a partir del 17 de noviembre de 1970 (aunque se pusieron en circulación en 1973). Este billete fue el de mayor circulación durante la década de los 70 hasta que, debido a la inflación, en 1982 se tomó la decisión de acuñar monedas de 100 pesetas. El billete de 100 pesetas con la efigie de Manuel de Falla comenzó entonces a ser retirado por los bancos, aunque siguió siendo de curso legal hasta la instauración del euro. En Argentina lleva su nombre el Conservatorio Superior de Música de la ciudad de Buenos Aires.www.wikipedia.org
!HONOR, A QUIEN HONOR MERECE!
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